Ich will keinen Autor mehr lesen, dem man
anmerkt, er wollte ein Buch machen: sondern
nur jene, deren Gedanken unversehens
ein Buch wurden.
NIETZSCHE, Der Wanderer und sein Schatten.
ADVERTENCIA
Reúno en este libro, organizados y anotados en siete ensayos, los
escritos que he publicado en "Mundial" y "Amauta" sobre algunos aspectos
sustantivos de la realidad peruana. Como LA ESCENA CONTEMPORÁNEA, no es
éste, pues, un libro orgánico. Mejor así. Mi trabajo se desenvuelve según
el querer de Nietzsche, que no amaba al autor contraído a la producción
instencional, deliberada, de un libro, sino a aquél cuyos pensamientos
formaban un libro espontánea e inadvertidamente. Muchos proyectos de libro
visitan mi vigilia; pero sé por anticipado que sólo realizaré los que un
imperioso mandato vital me ordene. Mi pensamiento y mi vida constituyen
una sola cosa, un único proceso. Y si algún mérito espero y reclamo que me
sea reconocido es el de –también
conforme un principio de Nietzsche–
meter toda mi sangre en mis ideas.
Pensé incluir en este volumen un ensayo sobre la evolución política e
ideológica del Perú. Mas, a medida que avanzo en él, siento la necesidad
de darle desarrollo y autonomía en un libro aparte. El número de páginas
de estos 7 ENSAYOS me parece ya excesivo, tanto que no me consiente
completar algunos trabajos como yo quisiera y debiera. Por otra parte,
está bien que aparezcan antes que mi nuevo estudio. De este modo, el
público que me lea se habrá familiarizado oportunamente con los materiales
y las ideas de mi especulación política e ideológica.
Volveré a estos temas cuantas veces me lo indique el curso de mi
investigación y mi polémica. Tal vez hay en cada uno de estos ensayos el
esquema, la intención de un libro autónomo. Ninguno de estos ensayos está
acabado: no lo estarán mientras yo viva y piense y tenga algo que añadir a
lo por mí escrito, vivido y pensado.
Toda esta labor no es sino una contribución a la crítica socialista de los
problemas y la historia del Perú. No faltan quienes me suponen un
europeizante, ajeno a los hechos y a las cuestiones de mi país. Que mi
obra se encargue de justificarme, contra esta barata e interesada
conjetura. He hecho en Europa mi mejor aprendizaje. Y creo que no hay
salvación para Indo-América sin la ciencia y el pensamiento europeos u
occidentales. Sarmiento que es todavía uno de los creadores de la
argentinidad, fue en su época un europeizante. No encontró mejor modo de
ser argentino.
Otra vez repito que no soy un crítico imparcial y objetivo. Mis juicios se
nutren de mis ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones. Tengo una
declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del
socialismo peruano. Estoy lo más lejos posible de la técnica profesoral y
del espíritu universitario.
Es todo lo que debo advertir lealmente al lector a la entrada de mi libro.
Lima, 1928.
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