De las
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1976
Primera edición 1962
Segunda edición 1963
(5a impresión 1976)
Tomo IV, págs. 149-55.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
MANIFIESTO DEL EJERCITO POPULAR
DE LIBERACION DE CHINA[*]
Octubre de 1947
El Ejército Popular de Liberación de China, después de derrotar la ofensiva de Chiang Kai-shek; ha emprendido ahora una contraofensiva amplia. En el frente Sur, nuestras tropas avanzan sobre el valle del río Yangtsé, y en el frente Norte, sobre el ferrocarril chino de Changchun y el ferrocarril Peiping-Liaoning. Dondequiera que llegan nuestras tropas, el enemigo huye a la desbandada y el pueblo prorrumpe en atronadores vítores. Se ha producido un cambio fundamental en toda la situación del enemigo y de nosotros, en comparación con la de hace un año.
El propósito de nuestro ejército en esta guerra, como se ha proclamado una y otra vez ante la nación y el mundo, es la liberación del pueblo chino y de la nación china. Y hoy, nuestro propósito es hacer realidad la urgente exigencia de todo el pueblo, esto es, derribar a Chiang Kai-shek, archicriminal de la guerra civil, y formar un gobierno democrático de coalición, a fin de alcanzar el objetivo general de liberar al pueblo y a la nación.
Durante ocho largos años, el pueblo chino combatió heroicamente contra el imperialismo japonés por su propia liberación y la independencia nacional. Después de la rendición del Japón, el pueblo ansiaba la paz, pero Chiang Kai-shek hizo naufragar todos los esfuerzos del pueblo por la paz y le impuso el desastre de una guerra civil inaudita. En consecuencia, a todas las capas populares no les quedó ninguna otra salida que unirse para derribar a Chiang Kai-shek.
La actual política de guerra civil de Chiang Kai-shek no es algo casual, sino el resultado inevitable de la política antipopular que él mismo y su camarilla reaccionaria han seguido consecuentemente. Ya en 1927, Chiang Kai-shek, falto de toda gratitud, traicionó a la alianza
* Manifiesto político redactado por el camarada Mao Tse-tung en nombre del Alto Mando del Ejército Popular de Liberación de China. El camarada Mao Tse-tung analizó en este Manifiesto la situación política de China del momento, lanzó la consigna de "Derribar a Chiang Kai-shek y liberar a toda China" y proclamó la política fundamental de ocho puntos del Ejército Popular de Liberación, que era asimismo la del Partido Comunista de China. Publicado el 10 de octubre de 1947, el Manifiesto se conoció con el nombre de "Manifiesto del 10 de octubre". Fue redactado en Shenchüanpao, distrito de Chiasien, Norte de la provincia de Shensí.
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revolucionaria entre el Kuomintang y el Partido Comunista[1] y a los Tres Principios revolucionarios del Pueblo y los Tres Principios Políticos Cardinales de Sun Yat-sen[2]; desde entonces estableció una dictadura, capituló frente al imperialismo y mantuvo durante diez años una guerra civil, lo que acarreó la agresión de los bandidos japoneses. En el Incidente de Sían de 1936, el Partido Comunista de China devolvió bien por mal y contribuyó a que los generales Chang Süe-liang y Yang Ju-cheng tomaran la decisión de poner en libertad a Chiang Kai-shek con la esperanza de que se arrepintiera, se enmendara y entrara en la lucha común contra los agresores japoneses. Pero éste volvió a dar pruebas de ingratitud; permaneció pasivo frente a los invasores japoneses, activo en la represión del pueblo y hostil en extremo al Partido Comunista. El año antepasado (1945), cuando se rindió el Japón, el pueblo chino perdonó una vez más a Chiang Kai-shek, exigiéndole que pusiera fin a la guerra civil que ya había iniciado, llevara a la práctica la democracia y se uniera con todos los partidos para realizar la paz y la construcción nacional. Pero Chiang Kai-shek, pérfido por los cuatro costados, renegó totalmente de su palabra apenas se firmó el acuerdo de tregua, se adoptaron las resoluciones de la Conferencia Consultiva Política y se proclamaron las cuatro promesas[3]. Una y otra vez el pueblo se mostró paciente y conciliador en pro del mantenimiento de la unidad, pero Chiang Kai-shek, ayudado por el imperialismo norteamericano, se decidió, con absoluto desprecio por el destino del país y de la nación, a lanzar contra el pueblo una inaudita ofensiva general. Desde enero del año pasado (1946), cuando se anunció el acuerdo de tregua, hasta el presente, Chiang Kai-shek ha movilizado más de 220 brigadas de sus tropas regulares y cerca de 1.000.000 de hombres de tropas de diferentes pelajes[4] y ha lanzado ataques en gran escala contra las regiones liberadas que el pueblo chino arrebató al imperialismo japonés después de sangrientas batallas; se ha apoderado sucesivamente de Shenyang, Fushun, Pensi, Siping, Changchun, Yongchi, Chengte, Chining, Chang-chiakou, Juaiyin, Jetse, Linyi, Yenán, Yentai y otras ciudades, así
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como de vastas zonas rurales. Dondequiera que llegan, las tropas chiangkaishekistas asesinan e incendian, violan y saquean, aplican la política de las tres atrocidades[5] y actúan exactamente igual que los bandidos japoneses. En noviembre del año pasado, Chiang Kai-shek convocó la espuria Asamblea Nacional y proclamó la seudoconstitución. En marzo del presente año, expulsó de las regiones del Kuomintang a los delegados del Partido Comunista. En julio decretó la movilización general contra el pueblo[6]. Como respuesta al justo movimiento popular surgido en diversas partes del país contra la guerra civil, el hambre y la agresión del imperialismo norteamericano y como respuesta a la lucha por la existencia librada por los obreros, campesinos, estudiantes, vecinos, empleados públicos y profesores, Chiang Kai-shek aplica la política de represión, arresto y matanza. Hacia las minorías nacionales del país, adopta la política del chauvinismo gran-jan, de persecución y represión por todos los medios posibles. En todas las regiones dominadas por Chiang Kai-shek, reina la corrupción, hacen estragos los agentes secretos, se cobran impuestos innumerables y agobiadores, se van a las nubes los precios; se arruina la economía y languidecen todas sus ramas, se imponen por la fuerza el reclutamiento y la exacción en grano, y se oyen quejas por todas partes; todo esto ha hundido a la abrumadora mayoría del pueblo en un abismo de sufrimientos. Mientras tanto, los oligarcas financieros, los funcionarios corruptos, los déspotas locales y los shenshi malvados, todos encabezados por Chiang Kai-shek, han amasado fortunas enormes. Estas fortunas las han hecho Chiang Kai-shek y sus iguales utilizando sus poderes dictatoriales para realizar toda clase de exacciones de rapiña y servir sus intereses privados bajo el disfraz de los intereses públicos. A fin de mantener su dictadura y llevar adelante la guerra civil, Chiang Kai-shek no ha vacilado en vender los derechos soberanos del Estado al imperialismo extranjero; se ha coludido con las fuerzas armadas norteamericanas para que éstas permanezcan en Chingtao y otros lugares, y ha hecho venir a consejeros desde los EE.UU. para que participen en la dirección de la guerra civil y en el adiestramiento de las tropas, con el objeto de asesinar a sus propios compatriotas. Desde los EE.UU. vienen grandes cantidades de aviones, tanques, cañones, fusiles y municiones para la guerra civil. Desde los EE.UU. vienen enormes sumas de empréstitos destinados a la guerra civil. En recompensa por estos favores, Chiang Kai-shek le ha regalado al imperialismo norteamericano bases militares y los derechos de navegación aérea y marítima,
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ha firmado con él un tratado comercial de servidumbre[7] y ha cometido otros actos de traición nacional, todos muchas veces peores que los de Yuan Shi-kai[8]. En una palabra, la dominación de Chiang Kai-shek, que ha durado veinte años, no ha sido más que una dominación traidora, dictatorial y antipopular. Hoy, la abrumadora mayoría de los chinos, sea en el Norte o en el Sur, sean jóvenes o viejos, conocen los crímenes monstruosos de Chiang Kai-shek y esperan que nuestro ejército acelere la contraofensiva, derribe a Chiang Kai-shek y libere a toda China.
Somos el ejército del pueblo chino y en todo asunto hacemos nuestra la voluntad del pueblo chino. La política de nuestro ejército representa las urgentes exigencias del pueblo chino, y sus principales puntos son:
1. Unir a todas las clases y capas sociales oprimidas -- obreros, campesinos, soldados, intelectuales y hombres de negocios --, todas las organizaciones populares, partidos democráticos, minorías nacionales, chinos de ultramar y demás patriotas; formar un frente único nacional; derrocar al gobierno dictatorial de Chiang Kai-shek, y establecer un gobierno democrático de coalición.
2. Arrestar, enjuiciar y castigar a los criminales de la guerra civil, encabezados por Chiang Kai-shek.
3. Abolir la dictadura de Chiang Kai-shek, implantar el sistema de democracia popular y garantizar al pueblo las libertades de palabra, de prensa, de reunión, de asociación y otras.
4. Abolir las podridas instituciones del régimen chiangkaishekista, eliminar a todos los funcionarios corruptos y establecer un gobierno limpio y honrado.
5. Confiscar las propiedades de las cuatro grandes familias[9] de Chiang Kai-shek, T. V. Soong, H. H. Kung y los hermanos Chen Li-fu y Chen Kuo-fu, así como las propiedades de los demás principales criminales de guerra; confiscar el capital burocrático, desarrollar la industria y el comercio de la burguesía nacional, mejorar la vida de los obreros y empleados, y socorrer a las víctimas de las calamidades y a los indigentes.
6. Abolir el sistema de explotación feudal y aplicar el sistema de la tierra para el que la trabaja.
7. Reconocer los derechos a la igualdad y a la autonomía de las minorías nacionales en todo el territorio chino.
8. Repudiar la política exterior de traición nacional seguida por el gobierno dictatorial de Chiang Kai-shek, anular todos los tratados
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de traición nacional y no reconocer ninguna de las deudas exteriores contraídas por Chiang Kai-shek durante el período de la guerra civil. Exigir que el Gobierno de los EE.UU. retire de China sus tropas, que amenazan a la independencia del país, y oponerse a que cualquier país extranjero ayude a Chiang Kai-shek a llevar adelante la guerra civil o haga renacer las fuerzas agresoras del Japón. Concluir tratados de comercio y de amistad con los países extranjeros sobre la base de la igualdad y el beneficio mutuo. Unimos en una lucha común con todas las naciones que nos traten en pie de igualdad.
Tales son los puntos fundamentales de la política de nuestro ejército. Se pondrán en práctica de inmediato dondequiera que llegue nuestro ejército. Concuerdan con las exigencias de más del 90 por ciento de la población de todo el país.
Nuestro ejército no rechaza a todo el personal de Chiang Kai-shek, sino que adopta la política de tratar a cada uno según su conducta. Esto es, los principales criminales serán infaliblemente castigados, los que son cómplices bajo coacción no serán perseguidos y los que hayan rendido servicios meritorios serán recompensados. En cuanto a Chiang Kai-shek, el archicriminal que inició la guerra civil y que ha cometido los peores crímenes, y a todos sus empedernidos cómplices que han pisoteado al pueblo y que son conceptuados por las amplias masas como criminales de guerra, nuestro ejército los perseguirá hasta los cuatro rincones de la tierra, y sin falta alguna los procesará y castigará. Nuestro ejército advierte a todos los oficiales y soldados del ejército de Chiang Kai-shek, a todos los funcionarios de su gobierno y a todos los miembros de su partido: los que aún no han manchado sus manos con la sangre de inocentes deben abstenerse estrictamente de unirse a estos criminales en sus fechorías; los que han cometido fechorías deben detenerse de inmediato, arrepentirse, enmendarse y romper con Chiang Kai-shek, y nosotros les brindaremos la oportunidad de reparar sus crímenes con servicios meritorios. Nuestro ejército no matará ni injuriará a ninguno de los oficiales y soldados del ejército de Chiang Kai-shek que depongan las armas, sino que los aceptará en nuestras filas si quieren permanecer con nosotros, o los enviará a sus hogares si así lo prefieren. Serán recompensadas las tropas de Chiang Kai-shek que se subleven y se pasen a nuestro ejército, así como las personas que trabajen para éste, abiertamente o en secreto.
A fin de derribar a Chiang Kai-shek y formar un gobierno democrático de coalición en un plazo breve, llamamos a nuestros compa-
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triotas de todos los sectores sociales a cooperar activamente con nosotros, dondequiera que llegue nuestro ejército, para eliminar las fuerzas reaccionarias y establecer el orden democrático. En los lugares a donde todavía no hayamos llegado, deben tomar las armas por su propia iniciativa, resistir al reclutamiento forzoso y a la exacción en grano, distribuir la tierra, anular las deudas y aprovechar las brechas del enemigo para desplegar la guerra de guerrillas.
A fin de derribar a Chiang Kai-shek y formar un gobierno democrático de coalición en un plazo breve, llamamos al pueblo de las regiones liberadas a llevar hasta el fin la reforma agraria, consolidar los fundamentos de la democracia, desarrollar la producción, practicar rigurosas economías, fortalecer las fuerzas armadas populares, eliminar los últimos puntos fortificados del enemigo y apoyar la lucha en el frente.
¡Camaradas mandos y combatientes de nuestro ejército! Sobre nuestros hombros reposa la tarea más importante, más gloriosa que haya conocido la historia de la revolución de nuestro país. Debemos redoblar nuestros esfuerzos por cumplir esta tarea. Nuestros esfuerzos decidirán el día en que nuestra gran patria emerja de las tinieblas a la luz y nuestros queridos compatriotas tengan una vida digna del hombre y escojan el gobierno que deseen. Todos los mandos y soldados de nuestro ejército deben mejorar su arte militar, avanzar valientemente en esta guerra que se coronará sin falta con nuestra victoria y liquidar a todos los enemigos en forma resuelta, definitiva, cabal y total. Deben elevar el nivel de su conciencia política, hacerse hábiles tanto para destruir las fuerzas enemigas como para despertar a las masas, unirse íntimamente con ellas y construir las regiones liberadas nuevas para que se conviertan rápidamente en regiones bien consolidadas. Deben elevar el espíritu de disciplina y, en forma resuelta, cumplir las órdenes, aplicar nuestra política, observar las Tres Reglas Cardinales de Disciplina y las Ocho Advertencias y fortalecer la unidad entre el ejército y el pueblo, entre el ejército y el gobierno, entre los oficiales y los soldados, y la unidad de todo el ejército, y no será tolerada ninguna infracción de la disciplina. Todos nuestros mandos y soldados deben tener siempre en cuenta que somos el gran Ejército Popular de Liberación, ejército dirigido por el gran Partido Comunista de China. A condición de que observemos constantemente las directivas del Partido, alcanzaremos sin duda la victoria.
¡Abajo Chiang Kai-shek!
¡Viva la Nueva China!
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[1]Véase el presente tomo, pág. 20, "La situación y nuestra política después de la victoria en la Guerra de Resistencia contra el Japón", nota 7. [pág. 150]
[2]Véase el presente tomo, pág. 43, "Sobre la declaración de un vocero de Chiang Kai-shek", nota 2. [pág. 150]
[3]Las "cuatro promesas" hechas por Chiang Kai-shek en la sesión de apertura de la Conferencia Consultiva Política en 1946 eran: garantizar las libertades del pueblo, garantizar la legalidad de los partidos políticos, celebrar elecciones generales y poner en libertad a los presos políticos. [pág. 150]
[4]Por tropas de diferentes pelajes se entiende a las tropas irregulares del Kuomintang, que incluían las fuerzas locales de preservación de la seguridad, las unidades de la policía de comunicaciones, la gendarmería, las tropas títere reorganizadas por el Kuomintang, etc. [pág. 150]
[5]Los invasores japoneses aplicaron la política de las tres atrocidades -- incendiario todo, matar a todos, saquearlo todo -- contra las regiones liberadas en China. [pág. 151]
[6]El 4 de julio de 1947, el gobierno reaccionario del Kuomintang adoptó el Proyecto de Movilización General presentado por Chiang Kai-shek y, acto seguido, dio la "Orden de movilización general para sofocar la rebelión de los bandidos comunistas". En realidad, Chiang Kai-shek había procedido mucho antes a la movilización general para su guerra civil contrarrevolucionaria. Por ese tiempo el Ejército Popular de Liberación de China había comenzado a pasar a la ofensiva general de magnitud nacional. El mismo Chiang Kai-shek admitió que su régimen se debatía en medio de una "grave crisis". La "Orden de movilización general" fue tan sólo su forcejeo agonizante. [pág. 151]
[7]Se refiere al "Tratado Chino-Norteamericano de Amistad, Comercio y Navegación", concluido el 4 de noviembre de 1946 entre el gobierno de Chiang Kai-shek y el de los EE.UU. el Tratado vendió los derechos soberanos de China a los EE.UU. Véase el presente tomo, pág. 127, "Saludemos el nuevo ascenso de la revolución china", nota 7. [pág. 152]
[8]Yuan Shi-kai fue el cabecilla de los caudillos militares del Norte en los últimos años de la dinastía Ching. Derrocada esta dinastía por la Revolución de 1911, usurpó la presidencia de la República y organizó el primer gobierno de los caudillos militares del Norte, que representaba a las clases de los grandes terratenientes y grandes compradores; consiguió hacerlo apoyándose en las fuerzas armadas contrarrevolucionarias y en los imperialistas y aprovechando la naturaleza conciliadora de la burguesía que entonces dirigía la revolución. En 1915 quiso hacerse emperador y, para ganarse el apoyo del imperialismo japonés, aceptó las Veintiuna Demandas del Japón encaminadas a apoderarse del control exclusivo de toda China. En diciembre del mismo año tuvo lugar en la provincia de Yunnán un levantamiento contra su ascensión al trono, levantamiento que no tardó en encontrar eco y apoyo en todo el país. Yuan Shi-kai murió en junio de 1916. [pág. 152]
[9]Se refiere a los cuatro grandes grupos del capital monopolista, los de Chiang Kai-shek, T. V. Soong, H. H. Kung y Chen Li-fu. Véase el presente tomo, págs. 170-173 "La situación actual y nuestras tareas", sec. 6. [pág. 152]