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De las
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1976
Primera edición 1968
(3a impresión 1976)
Tomo II, págs. 405-411.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perϊ de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
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UNIR A TODAS LAS FUERZAS ANTIJAPONESAS
Y COMBATIR A LOS RECALCITRANTES
ANTICOMUNISTAS[*]
1. de febrero de 1940
¿Para qué nos reunimos hoy aquí todos los sectores de la población de Yenán? Para denunciar al vendepatria Wang Ching-wei, y también para contribuir a la unidad de todas las fuerzas antijaponesas y a la lucha contra los recalcitrantes anticomunistas.
Los comunistas hemos señalado una y otra vez que el imperialismo japonés es inflexible en su política de subyugar a China. Cualesquiera que sean los cambios de gabinete que puedan producirse en el Japón, éste no cambiará su política fundamental de subyugar a China y convertirla en su colonia. Aterrorizado por esto hasta perder el juicio, Wang Ching-wei, representante político del sector projaponés de la gran burguesía china, se ha postrado ante el Japón y ha concluido con este un pacto entreguista vendiendo China al imperialismo japonés. Además, se dispone a establecer un gobierno y un ejército títeres para oponerlos al gobierno y los ejércitos antijaponeses. En los últimos tiempos, ya casi ni menciona su oposición a Chiang Kai-shek, y se dice que la ha sustituido por la "alianza con Chiang". El anticomunismo es el principal objetivo del Japón y de Wang Ching-wei. Conscientes de que el Partido Comunista es el más consecuente en la lucha antijaponesa y de que la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista hace crecer la fuerza de la resistencia, el Japón y Wang Ching-wei tratan por todos los medios de socavar esta cooperación y de este modo separar a los dos partidos, o mejor aún, de ponerlos a luchar entre sí. Con este fin, se valen de los recalcitrantes en el seno del Kuomintang para prender fuego por todas partes. En Junán, tuvo
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lugar la Matanza de Pingchiang[1]; en Jonán, la de Ch¸eshan[2]; en Shansí, el viejo ejército atacó al nuevo[3]; en Jopei, Chang Yin-wu[4] agredió al VIII Ejército; en Shantung, Chin Chi-yung atacó a las guerrillas[5]; en el Este de Jupei, Cheng Yu-juai asesinó entre quinientos y seiscientos comunistas[6]; respecto a la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia, se ha seguido la política de "establecimiento de puntos y líneas de apoyo"[7]en el interior y "trabajo de bloqueo" en el exterior y se está preparando un ataque militar[8]. Además, los recalcitrantes han arrestado a un gran número de jóvenes progresistas y los han arrojado en campos de concentración[9]; contrataron al traficante en metafísica Chang Ch¸n-mai para que formulara proposiciones reaccionarias tendientes a suprimir el Partido Comunista, la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia, el VIII Ejército y el Nuevo 4. Cuerpo de Ejército; compraron a Ye Ching y otros trotskistas para que escribieran libelos contra el Partido Comunista. Todo esto con el único propósito de sabotear la resistencia y convertir a todo el pueblo chino en esclavo de una nación extranjera[10].
Así, los Wang Ching-wei y los recalcitrantes anticomunistas el Kuomintang han estado trabajando en colusión, aquéllos desde fuera y éstos desde dentro del frente único, y han hecho irrespirable la atmósfera.
Extremadamente indignados por este estado de cosas, muchos piensan que ahora ya no hay esperanzas para la resistencia y que los miembros del Kuomintang en su totalidad son unos miserables a los que es necesario combatir. Debemos señalar que se justifica totalmente su indignación, pues, ¿quién no se indigna ante hechos tan graves? Pero siguen existiendo esperanzas para la resistencia al Japón y no todos los miembros el Kuomintang son unos miserables. Hay que adaptar una política de trato distinto para con los diferentes sectores del Kuomintang. No podemos en absoluto tolerar a aquellos miserables que tuvieron la audacia de apuñalar por la espalda al VIII Ejército y al Nuevo 4. Cuerpo de Ejército, perpetrar las Matanzas de Pingchiang y Ch¸eshan, sabotear la Región Fronteriza y atacar a ejércitos, organizaciones y elementos progresistas; tenemos que devolverles golpe por golpe, y en ninguna circunstancia podemos ceder ante ellos, pues son tan desalmados que, en momentos en que un enemigo de la nación ha penetrado profundamente en nuestro territorio, siguen creando "roces" y llevando a cabo matanzas y divisiones. No importa lo que piensen en su fuero interno, en realidad están
La política de nuestro Partido tiene dos aspectos: por un lado, unirnos con todas las fuerzas progresistas y con toda persona leal a la Resistencia contra el Japón, y por el otro, oponernos a todos los miserables desalmados, a los capituladores y a los recalcitrantes anticomunistas. Estos dos aspectos de nuestra política persiguen un solo objetivo: lograr un cambio en la situación y vencer al Japón. La tarea el Partido Comunista y el pueblo entero reside en unir a todas las fuerzas de la resistencia y del progreso, combatir a las de la capitulación y el retroceso, y empeñarse en detener el actual deterioro de la situación y en obtener un cambio favorable. Esta es nuestra política básica. Somos optimistas, y nunca nos mostraremos pesimistas o desesperanzados. No tenemos miedo a ningún ataque de los capituladores o de los recalcitrantes anticomunistas. Debemos aplastar sus ataques, y así lo haremos. La nación china logrará su liberación y jamás será subyugada. Su marcha hacia adelante es ineluctable, mientras su actual retroceso no es más que un fenómeno temporal.
En este acto también queremos expresar ante todo el pueblo nuestra convicción de que la unidad y el progreso de toda la nación son indispensables para la resistencia. Algunos sólo ponen el acento en la resistencia, rehusan hacer hincapié en la unidad y el progreso y hasta llegan a no mencionarlos. Eso está mal. ¿Cómo puede mantenerse la Guerra de Resistencia sin una unidad genuina y sólida, sin un progreso rápido y efectivo? Los recalcitrantes anticomunistas del
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Kuomintang subrayan la unificación, pero la "unificación" que preconizan no es genuina sino falsa, no es racional sino irracional, no es real sino formal. Vociferan en favor de la unificación, pero lo que realmente pretenden es suprimir el Partido Comunista, el VIII Ejército, el Nuevo 4. Cuerpo de Ejército y la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia, con el pretexto de que China no puede ser unificada mientras éstos existan. Quieren que todo, en el país, sea del Kuomintang, y no sólo pretenden continuar sino extender su dictadura unipartidista. Si esto ocurriera, ¿qué unificación podría haber? A decir verdad, si el Partido Comunista, el VIII Ejército, el Nuevo 4. Cuerpo de Ejército y la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia no hubieran salido a propugnar sinceramente el cese de la guerra civil y la unidad para la resistencia al Japón, no habría habido quien propusiera el frente único nacional antijaponés ni quien dirigiera el arreglo pacífico el Incidente de Sían, y entonces habría sido imposible la resistencia al Japón. Hoy reinaría en verdad un terrible caos si el Partido Comunista, el VIII Ejército, el Nuevo 4. Cuerpo de Ejército, la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia y las bases de apoyo democráticas antijaponesas no sostuvieran sinceramente la causa de la resistencia al Japón ni combatieran las peligrosas tendencias a la capitulación, la ruptura y el retroceso. Los varios cientos de miles de hombres del VIII Ejército y del Nuevo 4. Cuerpo de Ejército detienen a dos quintos de las fuerzas enemigas, o sea, combaten a diecisiete de las cuarenta divisiones japonesas[11], ¿qué razón hay pues para suprimir estos Ejércitos? La Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia es la región más progresista del país, una base de apoyo antijaponesa y democrática. Aquí, primero, no hay funcionarios corruptos; segundo, no hay déspotas locales ni shenshi malvados; tercero, no hay juegos de azar; cuarto, no hay prostitutas; quinto, no hay concubinas; sexto, no hay mendigos; séptimo, no hay esa clase de sujetos que se agavillan para sus viles intereses; octavo, no hay una atmósfera de abatimiento y relajación; noveno, no hay gente que viva de crear "roces", y décimo, no hay individuos que se enriquezcan a costa de los males de la nación. ¿Por qué, entonces, suprimir la Región Fronteriza? Sólo quien no tiene ningún sentido del pudor puede sugerir algo tan vergonzoso. ¿Qué derecho tienen esos recalcitrantes a proferir una sola palabra contra nosotros? ¡No, camaradas! Lo que hay que hacer no es suprimir la Región Fronteriza, sino hacer que todo el país siga su ejemplo, no es suprimir el VIII Ejército y el Nuevo
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[1]Véase "Los reaccionarios deben ser castigados", nota 1, en el presente tomo. [pág. 406]
[2]El 11 de noviembre de 1939, más de 1.800 soldados y agentes secretos del Kuomintang atacaron el aparato de retaguardia del Nuevo 4. Cuerpo de Ejército en el poblado de Chukou, distrito de Ch¸eshan, provincia de Jonán. Más de 200 personas fueron asesinadas, entre ellas oficiales y soldados del Nuevo 4. Cuerpo de Ejército que habían sido heridos en la guerra antijaponesa, así como Familiares suyos. [pág. 406]
[3]El viejo ejército lo componían las tropas al mando de Yen Si-shan, caudillo militar kuomintanista de Shansí; el nuevo ejército, conocido como el Cuerpo Antijaponés de Desafío a la Muerte, eran fuerzas antijaponesas populares de Shansí, creadas en los comienzos de la Guerra de Resistencia bajo la influencia y dirección del Partido Comunista. En diciembre de 1939, Chiang Kai-shek y Yen Si-shan, en un intento de aniquilar al nuevo ejército, concentraron seis cuerpos de ejército en el Oeste de Shansí y lanzaron un ataque, que fue rechazado. A1 mismo tiempo, las tropas de Yen en el Sudeste de Shansí atacaron a los gobiernos distritales democráticos antijaponeses y a las organizaciones populares en la zona de Yangcheng y Chincheng y asesinaron a gran número de comunistas y progresistas. [pág. 406]
[4]Comandante de las fuerzas de preservación del orden pertenecientes a la pandilla kuomintanista en Jopei. En junio de 1939 lanzó un ataque por sorpresa al aparato de retaguardia del VIII Ejército en el distrito de Shensien, provincia de Jupei, y asesinó a más de cuatrocientos cuadros y soldados. [pág. 406]
[5]"En abril de 1939, por instrucciones de Shen Jung-lie, gobernador kuomintanista de Shantung, las hordas de bandidos que actuaban a órdenes de Chin Chi-yung atacaron en Poshan al 3.er Destacamento Guerrillero de la Columna de Shantung del VIII Ejército, matando a más de cuatrocientos hombres, incluidos oficiales de categorías inferiores a regimiento. [pág. 406]
[6]En septiembre de 1939, Cheng Yu-juai, militar reaccionario del Kuomintang en el Este de Jupei, concentró sus huestes de bandidos y atacó uno de los aparatos de retaguardia del Nuevo 4. Cuerpo de Ejército, asesinando entre quinientos y seiscientos comunistas. [pág. 406]
[7]Para realizar su trabajo contrarrevolucionario, los espías y agentes secretos del Kuomintang que actuaban en la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia. tomaban como puntos de apoyo las ciudades de la Región Fronteriza y luego las ligaban entre sí formando una red. A esto lo llamaban "establecimiento de puntos y líneas de apoyo". [pág. 406]
[8]Del invierno de 1939 a la primavera de 1940, las tropas del Kuomintang se apoderaron de las capitales distritales de Chunjua, S¸nyí, Chengning, Ningsien y Chenyuan en la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia. [pág. 406]
[9]Imitando a los fascistas alemanes e italianos, los reaccionarios del Kuomintang establecieron durante la Guerra de Resistencia contra el Japón muchos campos de concentración, desde Lanchou y Sían en el Noroeste, hasta Kanchou y Shangyao, en el Sudeste. Gran número de comunistas, patriotas y jóvenes progresistas fueron arrestados y arrojados allí. [pág. 406]
[10]Después de la caída de Wuján, en octubre de 1938, el Kuomintang intensificó sus actividades anticomunistas. En febrero de 1939, Chiang Kai-shek emitió en secreto documentos reaccionarios tales como "Medidas para solucionar el problema comunista" y "Medidas de protección contra las actividades comunistas en las zonas
[11]El VIII Ejército y el Nuevo 4. Cuerpo de Ejército combatieron posteriormente contra un número aún mayor de tropas japonesas. En 1943 combatían al 64 por ciento de las fuerzas invasoras japonesas y al 95 por ciento de las tropas títeres. [pág. 408]
[12]Mensualidad promedio de todos los que servían en las fuerzas armadas antijaponesas y en las oficinas del gobierno antijaponés bajo la dirección del Partido Comunista. [pág. 409]