De las
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1976
Primera edición 1968
(3a impresión 1976)
Tomo II, págs. 263-67.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
LOS REACCIONARIOS DEBEN SER CASTIGADOS[*]
1.ƒ de agosto de 1939
Hoy primero de agosto, nos reunimos aquí en un acto conmemorativo. ¿Por qué estamos realizando este acto? Porque los reaccionarios han asesinado a camaradas revolucionarios, han asesinado a combatientes antijaponeses. ¿A quiénes se debería matar en estos tiempos? A los colaboracionistas chinos y a los imperialistas japoneses. China lleva dos años de guerra contra el imperialismo japonés, pero todavía no está decidido quién vencerá a quién. Los colaboracionistas están aún muy activos y bien pocos han sido ejecutados. En cambio, han sido asesinados camaradas revolucionarios, combatientes antijaponeses. ¿Quién los mató? El ejército. ¿Por qué el ejército mató a combatientes antijaponeses? El ejército cumple órdenes, y alguien le dio la orden de matar. Pero, ¿quién? Los reaccionarios[1]. ¡Camaradas! Lógicamente ¿a quiénes les interesa matar a los combatientes antijaponeses? En primer término, a los imperialistas japoneses, y luego, a los colaboracionistas y vendepatrias chinos como Wang Ching-wei. Pero el escenario de la matanza no fue Shanghai, Peiping, Tientsín, Nankín ni ningún otro lugar ocupado por los invasores japoneses y los colaboracionistas chinos, sino Pingchiang, que se encuentra en la retaguardia de la Guerra de Resistencia, y entre las víctimas estaban Tu Cheng-kun y Luo Tsi-ming, camaradas responsables de la Oficina de Enlace del Nuevo 4.ƒ Cuerpo de Ejército en Pingchiang. Obviamente, la matanza fue perpetrada por una banda de reaccionarios chinos cumpliendo órdenes de los imperialistas japoneses y de Wang Ching-wei. Preparándose a capitular, estos reaccionarios ejecutaron servilmente las órdenes de los japoneses y de Wang Ching-wei, y sus primeras víctimas fueron los más resueltos combatientes antijaponeses.
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Este no es un hecho insignificante; tenemos que elevar nuestra protesta contra él, y denunciarlo.
Toda la nación está ahora resistiendo al Japón, y la causa de la resistencia ha forjado una gran unidad de todo el pueblo. Pero, dentro de esta gran unidad hay reaccionarios, capituladores. ¿Qué están haciendo? Asesinan a combatientes antijaponeses, estorban todo progreso y se coluden con los invasores japoneses y los colaboracionistas chinos, preparando así la capitulación.
¿Se ha ocupado alguien de este grave caso en que fueron asesinados camaradas antijaponeses? El asesinato fue cometido a las tres de la tarde del 12 de junio; hoy es primero de agosto, pero en todo este tiempo, ¿hemos visto a alguien ocuparse de este asunto? No. ¿A quién correspondía hacerlo? A la justicia china, a los jueces. Si tal cosa hubiera ocurrido en la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia, nuestra Alta Corte habría intervenido en ello hace ya mucho tiempo. Sin embargo, han pasado casi dos meses desde la Matanza de Pingchiang sin que la justicia, los jueces, hayan hecho nada al respecto. ¿Cuál es la razón? La razón es que China no está unificada[2].
China debe ser unificada; de otra manera, no puede triunfar. Pero, ¿qué significa unificación? Significa que todos deben resistir al Japón, unirse y progresar, y que debe haber premio y castigo. ¿Quiénes deberían ser premiados? Los que resisten al Japón, los que mantienen la unidad, los que se esfuerzan en progresar. ¿Quiénes deberían ser castigados? Los colaboracionistas y reaccionarios, que socavan la resistencia, la unidad y el progreso. ¿Está actualmente nuestro país unificado? No. La Matanza de Pingchiang es una prueba. Muestra que no hay unificación donde debería existir. Hace mucho tiempo que estamos reclamando la unificación de todo el país. En primer término, unificación sobre la base de la Guerra de Resistencia. Pero ahora, en vez de ser premiados, Tu Cheng-kun, Luo Tsi-ming y otros camaradas, que resistían a los japoneses, han sido vilmente asesinados, mientras los miserables que se oponen a la resistencia, que se preparan a capitular y cometen asesinatos, han quedado impunes. Esto significa que no hay unificación. Debemos luchar contra estos miserables, contra estos capituladores y arrestar a los asesinos. En segundo término, unificación sobre la base de la unidad. Aquellos que están por la unidad deben ser premiados y castigados quienes la sabotean. Mas ahora, Tu Cheng-kun, Luo Tsi-ming y otros camaradas, que defendían la unidad, han sido castigados, han sido cruelmente asesinados, mientras los miserables que socavan la unidad se pasean en
Nuestros camaradas también deben comprender que recientemente el imperialismo japonés ha intensificado sus actividades disociadoras, que hace poco el imperialismo internacional ha aumentado su ayuda al Japón[3] y que los colaboracionistas, tanto los Wang Ching-wei declarados como los encubiertos, trabajan más activamente que nunca para sabotear la resistencia, destruir la unidad y hacernos retroceder. Tratan de entregar la mayor parte de nuestro país, provocar la ruptura interna y la guerra civil. En el momento actual, se están aplicando ampliamente ciertas medidas secretas conocidas como "Medidas para restringir las actividades de los partidos ajenos"[4]. Estas Medidas son reaccionarias hasta la médula, ayudan al imperialismo japonés y perjudican la resistencia, la unidad y el progreso. ¿Cuáles son los "partidos ajenos"? Los imperialistas japoneses, Wang Ching-wei y los colaboracionistas. ¿Cómo puede llamarse "partidos ajenos" al Partido Comunista y a los demás partidos y grupos políticos antijaponeses que están unidos en la resistencia al Japón? Y sin embargo, los capituladores, los reaccionarios y los recalcitrantes están suscitando deliberadamente "roces" y provocando la ruptura dentro de las filas antijaponesas. ¿Se justifican estas actividades? ¡No, en absoluto! (Aplausos generales.) Cuando se trata de restringir, ¿a qué clase de gente debe imponerse restricciones? A los imperialistas japoneses, a Wang Ching-wei, a los reaccionarios y a los capituladores. (Aplausos
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generales.) ¿Por qué restringir al Partido
Comunista, el más resuelto en la resistencia al Japón, el
más revolucionario y el más progresista? Esto es completamente
erróneo. Nosotros, la población de Yenán, expresamos
nuestra firme oposición y enérgica protesta. (Aplausos
generales.) Debemos oponernos a las "Medidas para restringir las actividades
de los partidos ajenos", porque tales medidas constituyen la fuente de
toda clase de acciones criminales que minan la unidad. Hoy realizamos este
acto para contribuir al mantenimiento de la resistencia, la unidad y el
progreso. A fin de continuar esta causa, las "Medidas para restringir las
actividades de los partidos ajenos" deben ser abolidas, los capituladores
y reaccionarios, castigados, y todos los camaradas revolucionarios, todos
los camaradas y demás integrantes del pueblo que resisten al Japón
deben ser protegidos. (Atronadores aplausos, y gritos de consignas.)
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[1]Se hace referencia aquí a Chiang Kai-shek y sus paniaguados. El 12 de junio de 1939, las tropas enviadas por el XXVII Grupo de Ejércitos del Kuomintang, en cumplimiento de órdenes secretas de Chiang Kai-shek, cercaron la Oficina de Enlace del Nuevo 4.ƒ Cuerpo de Ejército en Pingchiang (provincia de Junán) y asesinaron a sangre fría al camarada Tu Cheng-kun, oficial de Estado Mayor del Nuevo 4.ƒ Cuerpo de Ejército, al camarada comandante Luo Tsi-ming, ayudante del VIII Ejército, y a otros cuatro camaradas. Esta matanza provocó indignación tanto entre la población de las bases de apoyo democráticas antijaponesas como entre la gente honrada en las zonas dominadas por el Kuomintang. [pág. 263]
[2]El camarada Mao Tse-tung explicó entonces lo que debía entenderse por unificación, a fin de contrarrestar la utilización de este término por los reaccionarios del Kuomintang como pretexto para liquidar las bases de apoyo y las fuerzas armadas antijaponesas dirigidas por el Partido Comunista. Después de reanudada la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista para la resistencia conjunta contra el Japón, la consigna de "unificación" se convirtió en la principal arma del Kuomintang para atacar al Partido Comunista, al que acusaba de intentar seguir un camino diferente, obstruir la unificación y perjudicar la causa de la resistencia. Este vocerío reaccionario se hizo más fuerte después de enero de 1939, cuando la V Sesión Plenaria del Comité Ejecutivo Central elegido en el V Congreso Nacional del Kuomintang adoptó las "Medidas para restringir las actividades de los partidos ajenos", propuestas por Chiang Kai-shek. El camarada Mao Tse-tung arrebató a los reaccionarios del Kuomintang la consigna de "unificación" y la convirtió en una consigna revolucionaria para combatir las actividades divisionistas del Kuomintang contra el pueblo y la nación. [pág. 264]
[3]Después de la caída de Wuján en octubre de 1938, los agresores japoneses pasaron a recurrir principalmente a medios políticos para inducir al Kuomintang a
[4]Estas Medidas fueron dictadas secretamente por el Comité Ejecutivo Central del Kuomintang en 1939. Imponían severas restricciones a las libertades de pensamiento, expresión y acción de los comunistas y demás progresistas, con el propósito de socavar todas las organizaciones populares antijaponesas. Estipulaban igualmente que en aquellos lugares donde, en opinión del Kuomintang, "los comunistas eran más activos", se aplicara el "sistema de responsabilidad solidaria" y se estableciera en general en las organizaciones de pao y chia una "red de información", es decir, un servicio secreto contrarrevolucionario. El pao y el chia eran a la sazón las unidades administrativas básicas del régimen fascista del Kuomintang. Diez familias formaban un chia y diez chia, un pao. [pág. 265]