Camaradas:
El último número de La Batalla contiene el manifiesto del congreso de unificación del Bloque obrero y campesino y la izquierda comunista. [2] Sólo voy a señalar un párrafo en el que habla de la afiliación internacional. El nuevo partido se proclama adherente a la Unión Socialista Revolucionaria (I.A.G.). [3] Esto es normal en España, igual que lo fue en Holanda. [4] ya que en los dos casos la mayoría ya había pertenecido al I.A.G. antes de la fusión. Sin embargo, en el manifiesto, el razonamiento de la adhesión es de lo menos convincente. El documento afirma que esta organización internacional "trabaja objetivamente por la reconstrucción de la unidad revolucionaria sobre nuevas bases".[5] ¿Qué significa esto de " objetivamente "? Se puede decir que el proletariado se encuentra forzado "objetivamente" a situarse en el camino de la revolución: con esto se sobreentienden las leyes del desarrollo del capitalismo. Pero, ¿como se puede hablar de la misma necesidad "objetiva" para pequeños grupos propagandistas? El sentido de su existencia es su esfuerzo objetivo, pero ¿cuál es su programa? ¿Cuáles son sus objetivos? El papel que pueden jugar en el movimiento obrero está determinado por estos criterios subjetivos.
Precisamente son estas cuestiones decisivas las que permanecen sin contestación. únicamente se nos habla de "unidad revolucionaria sobre nuevas bases". ¿Cuáles, las del S.A.P. o las de los marxistas revolucionarios, las de la IVª Internacional? Sobre esta cuestión está teniendo lugar una encarnizada lucha en el seno del partido holandés. Cuanto más tiempo siga evitando el partido español la discusión de las fórmulas exactas, más apasionado y destructor será el inevitable conflicto entre las tendencias opuestas.
Personalmente no podemos más que insistir en la necesidad de la precisión teórica y política, en interés del porvenir del nuevo partido español. [6]
[1] Una copia de esta carta, redactada en francés, nos ha sido enviada por Jean Rous. Fue dirigida al holandés Sneevliet. Una nota manuscrita, firmada "Ad". (Adolph, pseudónimo de Rudolf Klement, secretario administrativo del S.I.) señalaba que había sido enviada una copia a "España". Este es el único escrito de Trotsky contemporáneo a la fundación del P.O.U.M. que hemos podido encontrar.
[2] Se trata de La Batalla del 11 de octubre de 1935. El manifiesto se titulaba "El Partido Obrero de Unificación Marxista al proletariado español".
[3] El I.A.G. (Internationale Arbeitsgemeinschaft) había sido constituido a partir de la conferencia internacional de agosto de 1933 de los partidos socialistas revolucionarios. El I.A.G. reunía a los partidos que opinaban que la creación de una nueva internacional no podía ser más que la consecuencia de un "proceso histórico" oponiéndose pues ?a partir de febrero de 1935? a los partidarios de la construcción de la IV.ª Internacional. Estaba formado fundamentalmente por el S.A.P., escisión de izquierda de la socialdemocracia, que unía a cierto número de viejos comunistas como Paul Frólich y Walcher, el partido socialista sueco, el I.L.P. británico, los maximalistas italianos, el grupo Doriot, la Federación Comunista Ibérica de Maurín. A la cabeza, con funciones de coordinación, estaba un "Buró internacional para la unidad de los socialistas revolucionarios", con sede en Londres ?de aquí el nombre abreviado de "Buró de Londres"? y cuyo secretario era el dirigente del I.L.P. Fenner Brockway.
[4] Los dos partidos holandeses R.S.P. y O.S.P. adheridos al I.A.G. se habían fusionado en marzo de 1935. En noviembre del mismo año el nuevo partido, R.S.A.P., decidía adherirse al buró del movimiento por la IVª Internacional.
[5] La frase entrecomillada por Trotsky, cita del manifiesto del P.O.U.M., revela un grave error de traducción. El texto dice realmente "cuyo objetivo es trabajar" y no "que trabaja objetivamente por". De estas traducciones de Nin había dependido Trotsky durante años para los documentos españoles, ya que no conocía esta lengua, aunque se "defendía" con un diccionario. Por otra parte, esta falta de traducción es significativa de la desconfianza de Trotsky hacia la política internacional del P.O.U.M.
[6] Un mes más tarde, contestando a una pregunta relativa al buró de Londres, Trotsky mencionó al P.O.U.M. entre sus miembros diciendo: "la dirección no tiene perspectivas internacionalistas, aunque en sus filas hay una considerable proporción de miembros que están por la IV. Internacional". (Writings of Leon Trotsky 1935?1936, p. 72).