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Querido amigo:
He leído tu carta a loe. Estoy completamente de acuerdo contigo en que hay que luchar firme, hasta implacablemente, contra las tendencias pequeñoburguesas de la oposición. Como verás por mi último artículo, que te enviaré por correo aéreo mañana, caracterizo las divergencias de la oposición con más dureza que la mayoría. Pero, al mismo tiempo, creo que la lucha ideológica, desde luego implacable, debe ir acompañada de tácticas organizativas muy cautelosas. No os interesa lo más mínimo- una escisión, aunque, accidentalmente, la oposición obtuviese la mayoría en el próximo congreso. No debéis dar ningún motivo para la escisión a ese ejército heterogéneo y desequilibrado que es la oposición. Aunque quedaseis en minoría, debéis ser fieles al conjunto del partido y guardar la disciplina. Es muy importante para la educación en la auténtica lealtad al partido, sobre la que Cannon me ha escrito una vez muy acertadamente.
Una mayoría compuesta por los miembros de la oposición actual no duraría más que unos meses. Después, la tendencia proletaria del partido recobraría la mayoría, y con una autoridad mucho mayor. Sed muy firmes, pero no perdáis la calma -es más necesario que nunca que la fracción proletaria lo tenga en cuenta en su estrategia-.
Con los mejores deseos de tu camarada,
Leon Trotsky
P. S.- Las principales causas del problema son: a) mala composición, especialmente de la rama de Nueva York; b) falta de experiencia, sobre todo, de los miembros provenientes del Partido Socialista (juventudes). Para superar estas dificultades, heredadas del pasado, no basta con medidas de urgencia. Hace falta firmeza y paciencia. L. T.
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