Volver al Archivo |
Escrito: 12 de marzo de 1933
Primera Edición: Boletín Internacional de la Oposición Comunista de Izquierda, Nº 2-3, abril de 1933
Digitalización: Germinal
Fuente: León Trotsky. Obras, Tomo I. Paris, EDI, 1978
Esta Edición: Marxists Internet Archive, 2000
Queridos camaradas,
El estalinismo alemán está a punto de hundirse, no tanto bajo los golpes de los fascistas como a consecuencia de su propia descomposición interna. Del mismo modo que un médico no abandona a su enfermo mientras le quede un soplo de vida, nuestro deber era intentar reformarlo mientras subsistiera la menor esperanza. Pero sería criminal permanecer atado a un cadáver. Y el KPD es sólo un cadáver.
El desprecio de la vanguardia de los obreros alemanes hacia la burocracia que les ha engañado será tan grande que la consigna de "reforma" les parecerá falsa e irrisoria. Y tendrán razón. ¡Ha llegado la hora! Hay que plantear abiertamente el tema de la preparación para la fundación de un nuevo partido.
¿Bajo qué forma se hará este trabajo? Evidentemente habrá que apoyarlo sobre los elementos creados durante el desarrollo anterior. Pero la nueva perspectiva y la nueva consigna abrirán nuevas posibilidades a la Oposición de Izquierda. Ante todo, hay que decir abiertamente de qué se trata: la ruptura con la burocracia estalinista en Alemania es un hecho. Este giro brusco en nuestra política, provocado por el giro de la situación -porque el 4 de agosto es un hecho consumado- no será asimilado de golpe por todos nuestros camaradas. Por ello se hace necesario analizar las cuestiones planteadas en nuestras propias filas y ante todo entre los camaradas alemanes. Este trabajo se facilitará si el Secretariado toma inmediatamente una posición firme y resuelta.
La burocracia estalinista va a organizar un nuevo "Congreso de Amsterdam", esta vez contra el fascismo. Si este congreso se convoca, deberemos utilizarlo mejor de lo que lo hicimos con el Congreso contra la Guerra. Todas las secciones sin excepción deberían encontrar el medio de estar representadas en él.
La transmisión de mandatos a los camaradas del país en el que se reúna el Congreso es uno de estos medios. Se necesitarán declaraciones de principios provenientes de todas las secciones, pero no en su propio nombre sino en nombre de diferentes organizaciones obreras.
Se trata para nosotros de presentarnos en este Congreso como enemigos de los burócratas centristas y de los liberales antifascistas: debemos pues intentar llegar a acuerdos con organizaciones del tipo del partido -y los sindicatos- de Sneevliet de Holanda, el SAP alemán y otras organizaciones semejantes. Con este objetivo, y aparte de nuestra propia declaración, que debe llamar a la vanguardia de los obreros alemanes a crear un nuevo partido, tendremos que elaborar por adelantado un texto más corto y más simple al que podrán asociarse igualmente, tras discutirlo, nuestros aliados (su tema fundamental será desvelar el error que constituye este Congreso). Es esta una iniciativa táctica muy importante porque empujará hacia delante la autodeterminación política de nuestros posibles aliados, y porque debería facilitar la creación del nuevo partido en Alemania.
Las divergencias sobre tal o cual punto particular no pueden tener sentido: serán barridas por la marcha de los trabajos ulteriores a condición de que estemos de acuerdo sobre los principios, es decir, sobre la necesidad de dar un giro radical en nuestra actitud respecto al partido comunista alemán.
Evidentemente, nuestro giro no consiste en 'proclamarnos' a nosotros mismos como el nuevo partido. Ni mucho menos. Nosotros decimos: el partido alemán oficial está políticamente liquidado, no podrá resucitar; no queremos heredar sus crímenes. La vanguardia de los obreros alemanes debe construir un nuevo partido. Nosotros, bolcheviques-leninistas, les proponemos nuestra colaboración.
Aquí se plantea de forma natural la cuestión de saber qué actitud adoptar respecto a las otras secciones de la I.C. y al conjunto de la Tercera Internacional. ¿Rompemos con ellas inmediatamente? A mi entender, sería falso responder de forma rígida. Evidentemente, el derrumbe del KPD disminuye las posibilidades de regeneración de la I.C. pero, por otra parte, esta catástrofe puede provocar sanas reacciones en varias secciones. Debemos estar preparados para ayudar en este proceso. La cuestión no está cerrada en lo que concierne a la URSS, para la que sería erróneo lanzar la consigna del segundo partido. Hoy llamamos a la creación en Alemania de un nuevo partido con el fin de arrancar a la Internacional Comunista de las manos de la burocracia estalinista. No se trata de crear la IV Internacional sino de salvar la III.
Lo que nos dicta nuestra conclusión es la situación interior de Alemania y ante todo del KPD. Hay que mirar lejos sin perderse en los detalles. En la práctica esto significa que debemos primero crear en el exilio un órgano teórico y político en alemán de la Oposición de Izquierda. Hay que hacerlo inmediatamente, a fin de dar al pensamiento de los obreros avanzados un punto de apoyo en este momento de desconcierto general. Hay que ponerse de acuerdo sobre esta publicación con nuestros camaradas alemanes tan pronto como sea posible.
Sobre la traducción: León Trotsky. Obras. Marzo 1933 - Julio 1933. Publicadas bajo la dirección de Pierre Broué. Introducción y notas de Pierre Broué y Michel Dreyfus. Publicación del Institut Léon Trotsky. Tomo I. París EDI 1978. Études et documentation internationales. Se traducen exclusivamente los documentos de L. Trotsky y las referencias del editor que contribuyen a su identificación.