Escrito: 6 de junio de
1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, mayo 2019.
Aprovechando la retirada por poco tiempo de nuestras unidades, sinvergüenzas, provocadores y agentes de Denikin han levantado la cabeza y se está trabajando a toda máquina. Circulan rumores siniestros, propagan el pánico, continúan la agitación contra el poder soviético y los comandantes designados por él, e incitan a los soldados a desobedecer órdenes y desertar sus puestos de combates.
La situación en el frente exige el máximo esfuerzo, orden, disciplina y estricto cumplimiento del deber.
Los intereses de la Ucrania obrera y campesina y de toda República Federativa Sovietica exigen que se tomen medidas despiadadas para hacer frente a los traidores que están socavando la fuerza del Ejército Rojo.
Anuncio que, con este fin, se ha creado un Tribunal Militar Revolucionario Extraordinario, presidido por un miembro del Consejo ucraniano de Comisarios del Pueblo, el camarada Pyatakov.
A este tribunal se le han otorgado potestades extraordinarias para castigar a todos los enemigos del territorio soviética y del ejército soviético, independientemente de las posiciones que ocupen y del trabajo que estén realizando.
Los presidentes de los comités ejecutivos de los Uyezd, volost y aldeas, los comisarios militares de los Uyezd y volost y los comandantes y comisarios de las estaciones de tren están deben observar atentamente y con cuidado todas las personas que pasen por los lugares de los que son responsables y arresten inmediatamente a todo aquel que sea detectado en una agitación deshonrosa.
Los comandantes y los comisarios de los regimientos y los comandantes de los trenes militares deben vigilar cuidadosamente a los sinvergüenzas que se meten entre los soldados del Ejército Rojo y difunden rumores en base sobre traiciones por parte de los comandantes, a fin de alentar a los egoístas e incitar a los cobardes a huir.
Camaradas del honorable Ejército Rojo deben dar la cooperación necesaria a las autoridades soviéticas en este sentido.
Los hijos gritones que chillan, de los Kulaks, Grigoriyevistas y Majnovistas que se han infiltrado en el Ejército Rojo deben ser aplastados despiadadamente.
Emito esta advertencia, que no se mostrara misericordia a los enemigos del pueblo y a aquellos que consientan su actividad. El poder obrero y campesino cauterizará con un hierro al rojo vivo la úlcera de la provocación, del Grigoriyevismo y Majnovismo.
¡Muerte a los egoístas y a los sinvergüenzas!
¡Vivan los guerreros honorables del Ejército Rojo obreros y campesinos! ●