Escrito: 4 de noviembre de
1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, Noviembre 2019.
El enemigo se está retirando a lo largo de la línea. El resultado inmediato de esto es la eliminación del peligro que pesaba sobre Petrogrado. Pero la tarea ante el Séptimo Ejército no consiste en eliminar la amenaza inmediata a la gran ciudad de la revolución, sino en aplastar al ejército de Yudenich, destruirlo y borrarlo de la faz de la tierra, salvaguardando así realmente a Petrogrado.
Por lo tanto, sería extremadamente peligroso halagarnos a nosotros mismos por el hecho de que la tarea principal se ha completado. De ningun modo, el enemigo no ha sido aplastado. Se está retirando para evitar ese destino. Mientras tanto, se retira en buen estado, llevándose su matbzel.
El deber del Séptimo Ejército es perseguir al enemigo sin perder el contacto con él, darle golpes, cortarle el paso, crear desorden y confusión en sus filas, destrozarlo en pedazos y, finalmente, destruirlo por completo.
El Séptimo Ejército sólo podrá llevar a cabo esta tarea si los dirigentes obreros se esfuerzan por mejorar aún más su organización, disciplina, asiduidad y precisión y por fomentar en él una voluntad inquebrantable de victoria.
Un ejército puede disolverse más fácilmente de lo que puede crearse. Un poco de descuido por parte de una persona, una falta de asiduidad en una segunda, algo de falta de atención en una tercera - y el resultado es el colapso de las unidades y la desorganización de ejércitos enteros. Lo que se necesita es vigilancia incansable, atención intensa, firmeza, lucha contra todo tipo de negligencia, falta de asiduidad e indisciplina, castigo severo a los desorganizadores, cobardes, egoístas. No hay otra manera.
No debemos mirar hacia atrás a lo que hemos logrado, sino hacia atrás, a las tareas que aún no hemos cumplido.
Es necesario perfeccionar el aparato de suministro, asegurando que los alimentos y las municiones se traigan rápidamente y se distribuyan adecuadamente.
El trabajo de inteligencia debe elevarse al nivel adecuado y llevarse a cabo con más iniciativa, valor e ingenio. Las comunicaciones deben mejorar constantemente. Las unidades deben ser instruidas a observar estrictamente las medidas establecidas para la colocación de centinelas. Hay que inculcar la economía en el gasto de municiones y, en este sentido, hay que instruir a las tropas la disciplina del fuego.
¡Todas las condiciones están presentes para que el Séptimo Ejército se convierta en uno de los mejores ejércitos de la República Soviética!
¡A trabajar, entonces, camaradas!●