Escrito: El 27 de abril de
1919, "En el camino", No.37.
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, julio 2019
Nuestros ejércitos han tomado a Bendery. Se ha abierto una amplia puerta hacia Besarabia. En dirección a Kamenets-Podolsk, las unidades ucranianas avanzan para conectarse con los ejércitos de la Hungría soviética. Al mismo tiempo, las cosas también van bien en el Norte. Hace cuatro semanas, el comando británico se encontraba en una total desesperación, luego pareció calmarse, pero ahora, una vez más, las cosas están tan mal como pueden estarlo para este comando. Los blancos se están rebelando, llamando a nuestras tropas, poniéndose de nuestro lado, luchando en nuestras filas. Esto ocurrió en la zona de la aldea de Tulgasskaya, en la orilla izquierda de la Dvina del Norte. Gracias a este desarrollo, nuestras unidades, a pesar de las condiciones físicas extremadamente desfavorables, han ocupado de un solo golpe la importante zona fortificada del volost Tulgasskaya, hasta los pueblos de Karpovskaya y Butakovskaya. Por lo tanto, podemos esperar con total confianza el futuro desarrollo de los acontecimientos en el frente septentrional.
Es cierto que hemos sufrido una gran derrota en Occidente. Los legionarios polacos han tomado Vilna. Sin embargo, a pesar de la gran importancia de Vilna como centro lituano, el mero hecho de que Vilna haya caído no constituye en sí mismo nada peligroso desde el punto de vista militar. Las relaciones entre la Rusia soviética y Polonia no se decidirán por las bayonetas de esas fuerzas esencialmente muy insignificantes que en el conflicto actual están decidiendo el "destino" de Vilna durante unas semanas. El proletariado de Varsovia, Czenstochowa y Dombrow está planteando claramente la cuestión del poder soviético. El gobierno de la capital polaca todavía puede lanzar grupos de choque contra Vilna, pero apenas es capaz de crear un régimen estable en Varsovia. Las fluctuaciones del frente occidental son, por lo tanto, de tercera clase. Allí, todo el asunto se resolverá de una sola vez, y a gran escala.
Queda, como antes, el frente oriental. Sería precipitado afirmar que ya hemos producido el cambio necesario en ese frente. En el sector norte, las operaciones se han visto casi paralizadas por el mal estado de las carreteras. En el sector sur, Kolchak sigue presionando a nuestras unidades en algunos lugares. Los reemplazos y refuerzos están llegando de varios lados, pero están llegando demasiado despacio. Se está movilizando a un gran número de comunistas, pero tardan demasiado en llegar. A través de los trenes de suministros se están moviendo hacia el este, pero demasiado despacio. No sólo tenemos que destruir Kolchak, sino también hacerlo rápidamente, con el mínimo gasto de fuerzas y recursos.
Por lo tanto, hago un llamamiento a todas las instituciones y trabajadores de la retaguardia: a la Administración Central de Suministros, al Estado Mayor de toda Rusia, a las comisarías militares de distritos, provincias y uyezds, a las organizaciones soviéticas y partidarias, a los sindicatos:
El frente oriental te llama: ¡lo que hagas, hazlo rápido! ●
El 27 de abril de 1919, "En el camino", No.37