Escrito: 1 de agosto de 1919
Fuente de esta edicion: MIA.org
Traduccion: Matteo David, junio 2019
Según la información recibida, algunas unidades del ejército no siempre tienen suficientemente en cuenta a la población local. Es necesario hacer un cambio completo a este respecto. Los campesinos de la zona colindante al frente ya entienden muy bien que las fuerzas rojas del frente sur son su única defensa contra las desenfrenadas bandas denikinitas, que destruyen cosechas, queman aldeas, matan campesinos y violan a mujeres campesinas. La inmensa mayoría de los campesinos locales hacen lo que pueden para ayudar al Ejército Rojo. Los comisarios y comandantes deben asegurarse de que, cuando las unidades del ejército necesiten algo, lo hagan a través de las autoridades de la aldea y de los voluntarios, pues es absurdo y criminal tomar por la fuerza cuando los campesinos están dispuestos a dar.
¡En la unidad fraternal entre el Ejército Rojo y los campesinos y obreros está la salvación de la República Soviética! ●