Escrito: 18 de Julio de
1919
Fuente de esta edicion: MIA.org
Traduccion: Matteo David, marzo 2019.
En uno de los sectores ucranianos del frente sur, el comandante de una brigada de infantería dio una orden al comandante de un regimiento de caballería que estaba subordinado a él de enviar un cierto número de tropas a un flanco. El comandante del regimiento de caballería respondió: "No tengo caballería para ti, y tú tienes toda una brigada de infantería". Este caso es característico de un sistema de relaciones bajo el cual no se pueden obtener victorias serias y duraderas.
La orden de despachar a los jinetes fue dada en nombre del comandante de brigada por el jefe de personal de la brigada, un ex teniente coronel, un trabajador modesto pero concienzudo. El comandante del regimiento de caballería se considera sin duda un'comunista', de lo contrario difícilmente habría resuelto dar una respuesta tan insolente. En algunos lugares, los comandantes que son comunistas (es decir, pseudocomunistas) consideran que todo les está permitido, especialmente cuando se trata de oficiales no comunistas. Esta práctica vergonzosa debe ser extirpada, y cuanto antes y sin piedad, mejor.
Un comandante comunista debe ser un modelo de disciplina. La disciplina significa un cierto vínculo consciente y subordinación entre las personas que se esfuerzan por alcanzar una meta común. Un comandante de regimiento que, en lugar de llevar a cabo una orden de batalla, responde insolentemente a su oficial superior, aparte de todo lo demás, nunca establecerá la subordinación necesaria en su propio regimiento. Las personas obstinadas pueden asustar, pero son incapaces de establecer un control firme.
Bajo la respuesta dada por el comandante del regimiento de caballería sólo había su propia firma. ¿Pero dónde estaba la firma del comisario? Si hubiera habido un buen y disciplinado comisario en ese regimiento, no sólo se habría negado a firmar una orden tan incompatible con la organización adecuada, sino que habría exigido que el comandante del regimiento llevara a cabo inmediatamente la orden de batalla. Si el comandante del regimiento se hubiera negado, lo habría arrestado en el acto. Evidentemente, en el presente caso, el comisario no estaba disponible, pero el comandante del regimiento de caballería, considerándose comunista, no cumplió con ninguna norma e infringió una orden de batalla sin siquiera informar al comisario al respecto.
Quizás, sin embargo, no había ningún comisario en absoluto en este regimiento, ya que en algunos lugares se piensa que los comisarios son necesarios sólo cuando hay `especialistas militares'. ¡Un delirio asqueroso! Debería haber un comisario en cada regimiento. Y la supervisión de ciertos comandantes que, en palabras, son "extremadamente revolucionarios", es tan necesaria como la supervisión de los dudosos "especialistas militares".
Un comandante comunista es siempre una adquisición muy valiosa para nuestro Ejército Rojo. Sólo que debe ser un verdadero comunista, es decir, un hombre de deber y disciplina de pies a cabeza. Sin embargo, todavía tenemos entre nuestros oficiales un número considerable de com mandantes que exigen una subordinación incuestionable a sí mismos, pero que son completamente insubordinados hacia su propio superior inmediato. Además, lo justifican ya sea por la mentalidad partidista o por algún tipo de mandato especial recibido de funcionarios soviéticos con autoridad. Estos seudo-comunistas hacen más daño al ejército que los peores traidores de entre los oficiales de la Guardia Blanca. Un traidor causa la pérdida material del ejército, pasa al enemigo, y eso es todo, mientras que un pseudo-comunista envenena la conciencia de su unidad por demagogia criminal. Mientras no obedece una orden, se jacta de su "mentalidad partidista", grita sobre los intereses de la revolución y, al mismo tiempo, interrumpe traicioneramente la coordinación de las operaciones militares.
No todos los majnovistas pertenecen a los anarquistas: algunos de ellos se consideran erróneamente comunistas. Los majnovistas bajo bandera comunista son mucho más peligrosos que bajo bandera anarquista o Eseristas de izquierda.
Sólo cuando hayamos limpiado al Ejército Rojo de desorganizadores podremos asegurar su completa constancia en la batalla. ●
El 18 de Julio de 1919.
En la estación Vorozhba [Vorozhba esta donde la via ferrea de Kursk se enlaza con la línea ferrea de Konotop Sumy.]
"En Ruta", N°64