Escrito: 11 de mayo de
1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, mayo 2019.
El frente del Sur es un frente Cosaco. El Don es un semillero de la contrarrevolución. Bajo la autocracia los Cosacos sirvieron como arma de la tiranía y opresión. Las huelgas obreras y los disturbios campesinos fueron sofocadas, en primer lugar, por el látigo Cosaco. Las madres obreras y campesinas usan el nombre de "Cosacos" para asustar a sus hijos. En todas las lenguas del mundo la palabra "Cosaco" se pronuncia de la misma manera, y en todas partes significa opresión y tiranía.
El gobierno Zarista, y con su apoyo de los círculos superiores Cosacos, mantuvo artificialmente aislada a la comunidad Cosaca, con los cosacos a un lado y todo el resto del pueblo ruso por al otro. La principal preocupación del gobierno Zarista era asegurar que los cosacos trabajadores no se dieran cuenta de su vínculo con los obreros y campesinos. Y hasta cierto punto lo lograron. Incluso ahora hay muchos cosacos trabajadores en la región de Don que consideran a la nobleza Cosaca como su propio pueblo y a los trabajadores y campesinos rusos como extraño a ellos.
Es este lazo de casta Cosaco entre los trabajadores y los parásitos, pobres y ricos, lo que constituye la base de la contrarrevolución del Don. Por eso, desde los primeros días de libertad, todos los propietarios, fabricantes y funcionarios agraviados se dirigieron al territorio del Don. Es por eso que una revuelta tras otra ha estallado sobre el Don. Y ahora, cuando nuestros ejércitos han avanzado hasta el Norte Donets y Manych, una revuelta Kulak-Cosaca ha estallado de nuevo en su retaguardia.
No es sólo el destino de la región del Don y no sólo el destino de los Cosacos lo que se está decidiendo en el frente de Don. El General Cosaco Krasnov se ha ido, y ha sido suplido por Denikin, que no tiene nada en común con los Cosacos.
Denikin está tratando de formar un estrecho vínculo con Kolchak. Lo que está en juego no es el Don, sino la Rusia soviética en su conjunto. Los cosacos son sólo una herramienta ciega y estúpida en manos de los terratenientes monárquicos.
En esta primavera y este verano debemos acabar con el frente sur para siempre. Es necesario erradicar la contrarrevolución en el territorio del Don. Hay que destruir el vínculo reaccionario entre el cosaco obrero y el terrateniente Cosaco. Debemos aniquilar el propietario cosaco. Debemos hacer que el cosaco obrero sienta que no es un cosaco, sino un obrero y un campesino. Es necesario unificar al Don con la Rusia soviética. Debemos forzar todos los nervios para acabar con el Frente Sur. ●
El 11 de mayo de 1919
Chertkovo
'En el camino', No.45