Escrito: 30 de octubre de 1918
Fuente de esta edicion: MIA.org
Traduccion: Matteo David, enero 2019.
Intervención en la 5º sesión del CCE, el 30 de octubre de 1918
Hemos otra vez dado una tregua. No puede haber ninguna duda de nuestra existencia atacada por una fuerza militar en las próximas semanas. En los periódicos de las Guardias Blancas ahora les escribe sobre la expedición anglo-francesa como una falsa esperanza que se ha desvanecido, por lo que sus ojos se volvieron hacia el Japón y los Estados Unidos. A partir de ese trimestre un peligro real se desate y nos amenacen, o puedan hacerlo. Pero este peligro, también, está muy lejos, muchas verstas o kilómetros de distancia. Se nos ha dado la oportunidad de utilizar todo el invierno para el fortalecimiento de nuestras fuerzas, y no sólo ahora la captura de las ciudades, sino también fortalecer rápidamente de acuerdo con todas las reglas del arte. E incluso si partimos de que los japoneses o los americanos, con el apoyo de las guardias blancos o de los checoslovacos, que se están alineando el Ferrocarril Transiberiano, que lleguen tan lejos como los Urales, se encontrarán antes que llegue la primavera a una barrera valiente y poderosa en su camino. Hasta el momento no han atravesado ese camino. Nuestros témpanos están sólo en sus comienzos. Tendrán que trasladarse a través de un país enorme, con los enemigos sólo a la izquierda y a la derecha de ellos. Mientras que el Cuerpo de Checoslovacos pueden tener caballería como retaguardia, y, gracias a su alta calidad (que, sin embargo, esta declinando día a día), puede ayudar con el sector central del teatro de operaciones, las fuerzas nipoestadounidenses no tienen retaguardia: se darán cuenta que a la derecha y a la izquierda de la zona de la vía férrea estrecha hay partisanos hostiles que están dispuestos a hacer todo lo posible para defender su tierra y su grano, y se verán obligados a arrastrar tras de sí una larga y una enorme columna aprovisionada. Sin embargo, la riqueza en lo técnico de los estadounidenses puede ser, y el militarismo japonés por poderoso que sea, aunque, todo hay que decirlo, durante la guerra que Rusia se proveyo con materiales muy pobres, granadas y armas inútiles, que tendrá que pasar muchas semanas y meses la superación de la resistencia y obstáculos a los que se reunirán en la colosal Siberia antes de que puedan llegar a las fronteras europeas de la República Soviética. Y, por su parte, la voluntad del Ejército Rojo, desapercibido por ellos, más fuertes y desarrollados aún más.
En la actualidad algún tipo de acuerdo existe entre Japón y los Estados Unidos. Si este acuerdo se ejecuta hasta la primavera no se puede pronosticar por ningún astrólogo, y la profundidad de la oposición a este acuerdo será, dentro de Japón y los Estados Unidos, también es imposible predecir con exactitud astronómica. Sin embargo, hace apenas un mes se observó un tremendo movimiento que tuvo lugar en Japón, que involucran a millones de trabajadores. Si la burguesía nipona ha demostrado capacidad de adaptación e imitacion, no podemos dudar de que el proletariado japonés, templado en el crisol de la masacre en todo el mundo, también muestra una inmensa capacidad para la imitación revolucionaria, la burguesía japonesa se enfrentara a una mayor resistencia a sus esperanzas quiméricas sobre Siberia con cada mes que pasa. Lo mismo se aplica a los Estados Unidos. Se ha hablado aquí de la expansión del movimiento en el otro lado del océano. Los trabajadores estadounidenses, sin duda, han perdido en los últimos dos o tres años su anterior posición privilegiada como el aristócrata laboral del mundo. El tributo enorme que se exige de él, sobre él pesa la vieja democracia federal, un poder imperialista, concentrado y centralizado que de ninguna manera está a la altura de cualquier poder monárquico-autocrático. Frente a este trastorno colosal, el imperialismo está experimentando un giro catastrófico: la revolución se tiene que desarrollar a una velocidad increíble, y la resistencia del proletariado norteamericano desarrollará con rapidez con más fuerza nos oponemos a la intervención estadounidense, mayor es el obstáculo que se encuentra en su militarismo estadounidense y japonés avanzado, que son nuestros principales enemigos en la actualidad.
Como una fuerza peligrosa para nosotros, Alemania esta sin duda sacada de la etapa actualmente. Bulgaria se está retirando, y está siendo seguido por Turquía, Rumania y Austria-Hungría. Es difícil apoyar planteos que los gobernantes de la actual Alemania, aparte de los tratados formales que debe unirlos, tendrá la posibilidad material o de los motivos para cambiar su política oriental. Si se hacen cambios en esta política, lo más probable es que en la dirección de sacar algún cuerpo que ahora está empantanado en Ucrania, con el fin de utilizarlo para otras tareas. Ahora estamos convencidos de que para el curso de los acontecimientos. Se puede decir que la salida de Bulgaria fortalecerá nuestros rivales directos de la época actual, los aliados, y eso es cierto, pero sólo momentáneamente. En realidad, el conjunto de la diplomacia del mundo es ahora la determinación de sus funciones sólo de un momento a otro, y no puede hacer otra cosa. No es capaz de hacer juicios a la luz de las perspectivas históricas precisas, ya que no hay perspectivas, sino la condena aparece ante él. La salida de Rusia de la guerra, sin duda, fortalecio a Alemania. Recuerdo su entonación (todavía resuena en mis oídos) cómo Von Kuhlmann, dijo: "Por supuesto que Alemania desea vivir en paz con su vecino oriental poderoso" La palabra "poderoso" fue dicha con una entonación que tenía que decir: "Sí, Rusia era un país poderoso, pero ahora son serviles en el polvo de nuestros pies." El sonido de la voz de Von Kuhlmann se ha mantenido conmigo, pero Hertling ahora ya no existe, ni esta Hintze, [el conde von Hertling fue canciller de Alemania, cuando Brest-Litovsk inicio las negociaciones, y el contralmirante von Hintze negoció el tratado suplementario del 27 de agosto de 1918 entre la Rusia Soviética y Alemania.] y, de hecho mucho más ha cambiado en Alemania.
Creo que, mientras la salida de Rusia de la guerra hizo temporalmente fortalecer a Alemania, en el proceso de la historia, la salida hoy de Bulgaria, donde un Soviet de diputados soldados se ha organizado, y la salida de mañana de Austria-Hungría (la revolución está pasando a través de un periodo aciago en ese país), son todos los resultados de los acontecimientos que tuvieron que sacar a Rusia de la guerra y refuerza temporalmente mas a Alemania, y el cual no son más que signos más profundos del derrumbe del capitalismo mundial. ●