Escrito: Septiembre de 1918
Fuente de esta edicion: Mia.org
Traduccion:Matteo David, noviembre de 2018.
Html: Marxists Internet Archive.
Los soldados hacen notar que en algunas aldeas de la provincia de Kazán los aldeanos como los reciben de manera desagradable, cuando no con absoluta desconfianza. ¿A qué se debe esto? Es comprensible de donde de parte esta hostilidad: los Kulaks. Saben que ahora la revolución los está arrastrando a la ruina. Pero, del mismo modo, los campesinos medios, a veces bajo la influencia de estos mismos Kulaks, se vio la enemistad hacia el ejército obrero. Esto es porque el campesino Kazán vive en los bosques, en la ignorancia, aislado, sin saber qué va a pasar con él mañana. Fue lo mismo en Ucrania. Cuando las tropas burguesas de la Rada, junto con las bandas alemanas, actuaron contra los pueblos y las aldeas de Ucrania, las fuerzas soviéticas combatieron contra esta invasión. Pero en muchos lugares los campesinos tomaron distancia, diciendo: "Este no es nuestra campaña, ni es nuestra preocupación", a pesar de todo, no fueron pocos los casos en que los campesinos actuaron contra las tropas soviéticas de Ucrania y apoyo a las tropas burguesas ucranianas. Las tropas alemanas ocuparon Ucrania. La tierra fue devuelta a los terratenientes. Las viejas autoridades policiales habían restaurado su poder. Los viejos impuestos fueron reintroducidos. Los campesinos establecieron un aullido. Todo el campesino de Ucrania bajo esas circunstancias se levantaron en insurrección, con fusiles y ametralladoras, y, a veces con cuchillos y tridentes, los campesinos ucranianos se levantaron contra los violadores alemanes de Ucrania. Ríos de sangres se derramaron. El campesino ucraniano se rasca la cabeza diciendo: "Ahora, soy sabio después del aconteciemiento, que debía de haber apoyado a las tropas soviéticas en el momento adecuado. De haberlo hecho, menos sacrificios se hubieran necesitado en estas circunstancias."
El campesino Kazán ahora debe mirar a los campesinos ucranianos y aprender la lección: mañana se pondrá a los señores de la tierra y a la policías en la espalda una vez más y tendrán que tomar la horca, su guadaña, el cuchillo... ¿No sería mejor que se una ahora con las fuerzas soviéticas y les apoye en su lucha? Esa es la única manera de salvaguardar la tierra y la libertad para los campesinos. ●
Septiembre 1918