Escrito: 15 de julio de 1918
Fuente de esta edicion: MIA.org
Traduccion: Matteo David, noviembre 2018.
Html: Marxists Internet Archive.
Decreto del Comisario del Pueblo de Asuntos Militares y Navales, el 15 de julio de 1918, No.561
Después de la sublevación insensata y deshonesta de los Eseristas de izquierda, el Gobierno alemán exigió que un batallón de soldados alemanes sea admitido en Moscú, para proteger a la Embajada de Alemania.
El Consejo central ejecutivo de los soviets de Diputados obreros y campesinos se manifesto bien en alto y firme a esta demanda con una negativa. El poder soviético quiere estar en paz con todos los pueblos. Pero precisamente por esa razón no se puede permitir que las tropas imperialistas extranjeras aparezcan en el territorio de la república soviética. Los soldados alemanes en Moscú son tanto una amenaza para la libertad y la independencia del pueblo ruso, al igual que los mercenarios de Checoslovaquia en Samara, las bandas anglo-francesas en la costa de Múrmansk, o los nipones en Vladivostok.
¡Soldados de la República soviética! Rusia quiere vivir en paz con todos los pueblos. Pero por esa razón deben estar preparados para repeler la agresión, de cualquier dirección en que pueda llegar. El Orden revolucionario en Moscú puede ser salvaguardado por parte de las tropas soviéticas y no por otras. El Volga, los Urales y la Siberia deben ser liberados de los enemigos. Ahora más que nunca, los Urales son la columna vertebral de la Rusia soviética. No podemos tolerar un día más la presencia allí de bandadas obstruyendo nuestro acceso al cereal siberiano. Para que la Rusia soviética pueda vivir, desarrollarse y dar un rechazo firme a la agresión desde el exterior, debemos destruir sin piedad la sublevac&icute;on de los Checos y las Guardias Blancas, en nuestro territorio.
¡Soldados para la revolución! La Rusia Soviética, ansia por la libertad, la paz y el pan, señalo a los Urales, y digo bien en alto:
¡Aplastar a esos canallas! ●