Saludo del Comité Central del Partido Comunista de El Salvador a sus militantes, a los combatientes de las Fuerzas Armadas de Liberación y al pueblo en general, al celebrarse el 53 Aniversario de su fundación
Fecha: Marzo de 1983.
Fuente: Texto ubicado y digitalizado por el Centro de Estudios Marxistas "Sarbelio Navarrete" (CEM); puesto en internet por el Servicio Informativo Ecuménico y Popular (SIEP), mayo de 2009.
Esta edición: Marxists Internet Archive, diciembre de 2010. Al citar o reproducir el documento, aparte de marxists.org, favor de mencionar al CEM y al SIEP como las fuentes originales de la versión digital.
El 28 de Marzo de 1933 se cumplen 53 años de fundación del Partido Comunista de El Salvador, PCS. Han sido 53 largos años de azarosas experiencias, llenas de enormes satisfacciones revolucionarias y también de grandes reveses sufridos, de avances y retrocesos, de aciertos y desaciertos, pero que en definitiva nos han permitido arribar a una situación en la que la victoria revolucionaria de nuestro pueblo es un hecho que no podrá ser detenido y que pronto llegará.
Fundado en el torbellino de una tumultuosa situación revolucionaria,, el PCS tuvo que encabezar a los pocos meses el levantamiento insurreccional armado de las grandes masas de campesinas, artesanos y obreros, y junto a ellos sufrió la bárbara matanza con que la dictadura ensangrentó desenfrenadamente a nuestra patria. La feroz persecución que ésta desató en contra de los comunistas, privó al PCS de valiosos cuadros y le impuso condiciones sumamente adversas de existencia que lo llevaron al borde del aniquilamiento.
La horrible carnicería con que la dictadura se ensañó en contra de nuestro pueblo dio pie a que dentro del Partido surgieran corrientes liquidacionistas, que impidieron al joven PCS de entonces convertir la derrota en victoria aprovechando las lecciones y enseñanzas del más grande acontecimiento revolucionario de nuestra patria y que lo condujeron a llevar por un largo período una vida política de catacumbas.
El temor anticomunista infundido por la dictadura se extendió entre amplias masas de trabajadores y echó raíces entre otros sectores de la población. Bajo estas adversas y duras condiciones, el PCS se limitó a conservar sus raíces entre pequeños grupos de artesanos y obreros manuales, estudiantes universitarios y ciertos elementos de los profesionales liberales y de otros sectores de la intelectualidad. Pese a todo, los opresores no lograron aniquilar a nuestro partido.
Al precio de grandes sacrificios, de lucha abnegada, de entrega sin límites a la causa revolucionaria durante más de medio siglo de incansable trabajo en el más duro clandestinaje, el PCS logró contrarrestar e imponerse progresivamente a aquellas condiciones hostiles a su desarrollo. No hubo acontecimientos políticos importantes librados por las grandes masas de nuestro pueblo, en los que no haya estado presente, de una u otra forma, el PCS junto a su pueblo, entregando lo mejor de sí.
Hoy día, al dirigir una mirada hacia atrás y recordar las grandes dificultades que tuvieron que enfrentar los comunistas de entonces para emprender aquella memorable hazaña, comprendemos de una mejor manera la gigantesca dimensión y el alto significado histórico que tuvieron las batallas que nuestro pueblo libró en pro de una soñada liberación. Emocionados rendimos homenaje a los heroicos revolucionarios que con su luminosa gesta, con aquella maravillosa epopeya de la guerra que el pueblo libra desde entonces contra sus opresores, entraron a la eternidad de la historia de nuestra patria.
A cincuenta y tres años, nuestra patria es sacudida, como entonces por una efervescente situación revolucionaria, pero hoy el campo de las fuerzas que están a favor de la revolución en El Salvador se ha ampliado y se ha fortalecido con la confluencia del caudaloso movimiento de masas de los últimos años, de las organizaciones hermanas que iniciaron la lucha armada a partir de los años setenta y del mismo viraje del PCS a la lucha armada y de la creación de sus Fuerzas Armadas de Liberación, FAL, todo lo cual creó nuevas condiciones para el desarrollo del movimiento revolucionario y para la construcción de una vanguardia unificada y poderosa, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, que garantiza el triunfo total y definitivo de nuestro pueblo que avanza incontenible hacia la victoria, asestando derrota tras derrota al enemigo interno y a los enemigos imperialistas.
Desde que entramos de lleno a la Guerra Popular Revolucionaria, los enemigos de nuestro pueblo han fracasado en sus intentos de aniquilarnos primero y de derrotarnos después y finalmente ellos han sido derrotados cada vez que han intentado obtener alguna pequeña victoria sobre nuestro pueblo. Hoy, pese a la voluminosa ayuda en armas y municiones y en asesores militares por parte de los imperialistas, el ejército está a punto de derrumbarse. Colocado en una situación de defensiva estratégico-táctica y obligado a abandonar posiciones y territorios en el norte del país, diversos hechos como la gran cantidad de pérdidas en fuerzas vivas y medios de guerra por parte del enemigo, su creciente número de elementos de tropa y de la oficialidad hechos prisioneros por el FMLN, la también creciente desobediencia a las órdenes del Alto Mando y las cada vez más acentuadas contradicciones que se procesan en su seno, nos indican la debilidad general del ejército títere como consecuencia del empuje de las fuerzas revolucionarias todo lo cual apunta hacia el descalabro de la dictadura.
Por eso los guerreristas de la Administración Reagan, en contra de las aspiraciones de paz de nuestro pueblo y en contra de la opinión internacional, se dispone desesperadamente a seguir el camino recorrido por los imperialistas en Viet Nam aumentando la escalada intervencionista para salvar al ejército títere, al mismo tiempo que accionar sus dispositivos agresivos en contra de la Revolución Popular Sandinista con el fin de distraer la atención mundial del conflicto salvadoreño. En un alarde de prepotencia, los imperialistas presionan para entregarle al ejército salvadoreño 110 millones de dólares en ayuda militar adicional para mantenerlo con vida, mientras le imponen a las fuerzas políticas de derecha serviles y al gobierno títere la maniobra electoral para ganar tiempo político y luego pasar con la cobertura que les daría las elecciones , a un mayor escalonamiento de la agresión militar.
Los imperialistas saben ya que no nos pueden aniquilar y que para causarnos una derrota que los coloque eventualmente en una posición de ventaja temporal, la ayuda con armas y asesores no es suficiente. Necesitan intervenir con un volumen de fuerzas propias o de terceros, pro aún así corren el riesgo de sufrir una vergonzosa derrota a manos de las fuerzas revolucionarias de la región.
Mientras los norteamericanos levantan hipócritamente la
bandera de la solución política por vía electoral, para encubrir sus verdaderas intenciones militaristas, las fuerzas revolucionarias y democráticas mantienen invariable su propuesta de diálogo y negociaciones sin precondiciones para acortar los sufrimientos de nuestro pueblo y alcanzar más rápidamente la paz anhelada. Pero, sabemos, que en fin de cuentas los imperialistas no cejarán en sus esfuerzos por aplastar militarmente a las fuerzas del FMLN y nos preparamos y debemos prepararnos con renovadas energías para derrotar a la dictadura criminal y con ella derrotar los planes imperialistas, sabiendo que con ello estaremos dando nuestra contribución a la paz regional y mundial.
El enemigo interno y 1os imperialistas están condenados a caer derrotados por nuestro pueblo; pero los enemigos no caerán por si solos, habrá que hacerlos morder el polvo de la derrota reforzando nuestro empuje ofensivo, manteniendo la iniciativa y no dándoles tregua en ninguno de los terrenos de la lucha. Con nuestro empuje lograremos que el amplio movimiento de fuerzas internacionales contra la intervención cobre también su empuje para quebrar la voluntad intervencionista de los yanquis.
El fin de la dictadura militar fascista y sus amos imperialistas está acercándose y el triunfo popular es el mejor tributo que podemos brindar a todos los héroes y mártires caídos a lo largo de cincuenta y tres años de continuada lucha en contra de los opresores.
¡VIVAN LOS MARTIRES Y HEROES DE LA INSURRECCION DE 1932!
¡¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR!!
¡¡VIVAN LAS FUERZAS ARMADAS DE LIBERACION!!
¡¡VIVA EL FRENTE FARABUNDO MARTI PARA LA LIBERACION NACIONAL Y EL FRENTE DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO!!
¡¡UNIDOS PARA COMBATIR HASTA LA VICTORIA FINAL!!
¡¡ REVOLUCION O MUERTE: VENCEREMOS!!
¡¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES UNIOS!!