Pronunciada: Entrevista concedida a Jean Baptiste Malakoff el 28 de febrero de 2002 en París..
Versión al castellano: Centro
de Estudios, Investigaciones y Publicaciones "Leon Trotsky",
Buenos Aires - Argentina.
Primera vez publicado: Centro
de Estudios, Investigaciones y Publicaciones "Leon Trotsky",
Buenos Aires - Argentina en la revista Cuadernos del CEIP "Leon
Trotsky", n° 3 (agosto de 2002).
Versión digital: Centro
de Estudios, Investigaciones y Publicaciones "Leon Trotsky",
Buenos Aires - Argentina, diciembre de 2003.
Esta edición: Marxists Internet Archive, agosto 2006.
¿Cuáles han sido las relaciones de los grupos trotskistas indochinos con la IV Internacional y Trotsky cuando estaba vivo? ¿Qué relaciones se habían establecido con los trotskistas franceses?
Los lazos con los trotskistas franceses fueron muy reducidos. La Declaración de los oposicionistas indochinos de hecho emana de los trotskistas vietnamitas de París. Es un grupo de estudiantes que adhiere a la Oposición de Izquierda de la capital sobre la base de la oposición al Partido Comunista indochino. Los trotskistas luchan por la revolución permanente, es decir por la independencia combinada con la emancipación obrera y campesina con el apoyo del movimiento obrero internacional. Los stalinistas están a favor de la dictadura democrática obrera y campesina, y en primer lugar, por la independencia, la revolución socialista viene en una segunda etapa, en una época indeterminada. Las condiciones de militancia clandestina hacen casi imposibles las relaciones con los trotskistas de Francia. Recién en 1939 La Lutte envía una carta a Coyoacán. Entre estas dos fechas, las relaciones son casi inexistentes. La revolución permanente, por ejemplo, nunca será traducida al indochino. Solamente la burguesía local posee una prensa en vietnamita. La revista teórica del grupo Octubre (Thang Muoi) intentará, por el contrario, aplicar la teoría de la revolución permanente a la realidad indochina en lengua vernácula en la revista Thang Muoi, aparecida legalmente en 1938 y 1939.
¿Qué balance hace de la política de los grupos trotskistas con el PCI, sobre todo en el transcurso del periodo de frente único en el seno de La Lutte?
El balance es más negativo que positivo. La experiencia le da más beneficio a los stalinistas, que ganan políticamente a través de sus publicaciones de las tesis de la Tercera Internacional (los escritos de Marcel Cachin por ejemplo) mientras que los trotskistas, en virtud del convenio con el PCI, no tienen derecho a difundir sus ideas. Sin embargo, hay que decir que es gracias a esta colaboración, y sobre todo a la legalidad de la que goza La Lutte, que los trotskistas pudieron implantarse, principalmente en el mundo obrero de Saigón - Cholón. Es por este mismo rodeo que Ta Thu Thau gana una popularidad inmensa.
No obstante, La Lutte, en tanto que órgano escrito, no se publicó más que en francés. Recién en 1938 [después de la ruptura de los stalinistas, N. de E.] la publicación será autorizada en vietnamita. En francés, el diario toma contacto sólo con una estrecha capa de gente cultivada y de escolarizados. Por esto, el trabajo de explicación y de traducción entre los obreros es esencial. La influencia de La Lutte en el mundo proletario de Saigón es bastante fuerte.
¿Podría darnos ejemplos del rol o de la influencia de los trotskistas en el seno del movimiento obrero, en la organización de los sindicatos? ¿Qué continuidad existe entre la influencia política de los trotskistas antes de la guerra y durante el año 1945, sobre todo luego de la desarticulación del movimiento durante la guerra y con la ocupación japonesa?
En mayo de 1937, la influencia de los trotskistas es categórica en la constitución de la Federación Sindical Obrera clandestina, desmantelada por la policía colonial. Por el contrario, los stalinistas están en contra de la formación de sindicatos y pregonan la formación de asociaciones, a causa de su apoyo al frente popular de París. Para los indígenas, el derecho sindical será negado hasta el final. Una vez declarada la Segunda Guerra Mundial, el gobierno colonial disuelve todas las organizaciones políticas, y pone en prisión a casi todos los militantes obreros y otros, en los campos de trabajo. Ta Thu Thau sólo sale de la prisión en noviembre de 1944. Por lo tanto, el movimiento obrero estuvo ausente durante el período de 1940 a 1945.
El único ejemplo de continuidad militante es la formación, en septiembre de 1945, de la milicia obrera de los trabajadores de los talleres del tranvía de Saigón. Se trata de una de las antiguas bases de la LCI. En las otras fábricas, los obreros son reclutados por los stalinistas, que han tomado el poder. Cuando sucedió la capitulación japonesa a mediados de agosto de 1945, frente al vacío político, los trotskistas reactivan sus antiguas antenas. Los stalinistas gozan de una base en el campesinado muy importante y son los únicos que pudieron trabajar en la ilegalidad durante el conflicto, lo que les permitió formar un gobierno stalinista de facto y dedicarse a la masacre sistemática de trotskistas en septiembre de 1945.
¿Podría hablarnos de los movimientos que surgieron en el año 1945?
En principio se trata de movimientos espontáneos, y por esto, no guiados por nadie. No se trata, por ejemplo, de fenómenos nacidos de rupturas entre la base del PCI y su dirección. Los movimientos de 1945 representan la espontaneidad de los obreros y de los campesinos para organizarse, para enfrentar entre otras cosas las tareas cotidianas, como resultado del vacío de poder. Cuando en el delta del Mekong, los campesinos se dedicaron a la confiscación de tierras y arrozales a los propietarios terratenientes y procedieron al reparto de las tierras, fueron inmediatamente reprimidos por el partido de Ho Chi Minh. No obstante hay que decir que en la Comuna de Hongaï-Campha constituida espontáneamente por los mineros en agosto de 1945, estos fueron sensibles a la política trotskista del Partido Obrero Socialista de Vietnam del Norte, como así también a las charlas realizadas por Ta Thu Thau en mayo de 1945 cuando estuvo en esa región.
¿Qué le responde usted a quienes afirman que, en 1945, Ho Chi Minh rompía en los hechos, como Tito, con el stalinismo y luchaba contra el imperialismo?
Es una tontería. Ho Chi Minh siguió siendo fiel al stalinismo y no se opuso nunca a la política del Kremlin. El proceso vietnamita era muy poco conocido en Francia. Cuando llegué aquí en 1948, pude constatar que los trotskistas no estaban para nada informados. Gritaban « ¡Viva Ho Chi Minh! «. Es otro ejemplo de la debilidad de los lazos entre los trotskistas franceses y los indochinos desde los años 1930, incluso la ruptura fue total en el transcurso del conflicto. En 1945 y 1946, los trotskistas vietnamitas son liquidados por el Vietminh, el partido de Ho Chi Minh. En 1951 los últimos trotskistas son asesinados en el sur del país.
Regresé a Vietnam por primera vez en 1997. Pude volver a estar en contacto con algunos opositores en el seno del PC vietnamita, y también con poetas y escritores perseguidos en el curso de los años 1950. Pero en Vietnam, Ho Chi Minh construyó un régimen de explotación nuevo. La burocracia dominante es una nueva burguesía. Colabora con los financistas del exterior, de Taiwan y de Bangkok, de Corea y de Hong Kong para explotar al campesinado y al proletariado. Es un estado policíaco en el que la oposición es imposible. Es un país que tiene una etiqueta socialista, pero en donde no hay socialismo de ningún modo. Tengo una desconfianza absoluta respecto de todo lo que puede convertirse en aparato. Un estado no languidece nunca, es una ilusión. Permanece siempre intacto, con sus prisiones, sus policías, sus ejércitos, sus funcionarios. Una vez constituido, no languidece nunca. Por eso pienso, pero es una suposición, que la república de los Consejos podría ser una forma transitoria hacia la supresión del estado.
Sus esfuerzos por difundir la historia del proceso vietnamita han sido capitales, ¿qué importancia piensa usted que puede tener su conocimiento para las generaciones de jóvenes revolucionarios?
No tengo ninguna pretensión. Siento el deber de la memoria hacia los compañeros que han caído. Por esto forma parte de mi experiencia personal. En Londres, en ocasión del lanzamiento de un estudio que yo había hecho sobre el momento de la lucha por la construcción de la IV Internacional en Vietnam, les dije a los jóvenes presentes que Trotsky había pensado las circunstancias de la Revolución rusa en condiciones de un país atrasado. Eran las mismas condiciones, guardando las proporciones, de Indochina bajo la dominación colonial francesa. Es a partir del estudio de la Revolución permanente que tenemos que pensar lo que hay que hacer. Hoy, vivimos en otro mundo, en donde la sociedad ha evolucionado. Debemos subirnos a los hombros de los revolucionarios del pasado para mirar más lejos, y pensar nuestras acciones por nosotros mismos.