ALEJANDRO ROMUALDO |
(peruano)(1926) |
Poeta y dibujante
trujillano. Premio Nacional de Poesía 1949.
Obra: La torré de los
alucinados (1949) ; Cámara Lenta (1950) ; El cuerpo que tú iluminas (
1951); Mar de Fondo (1951); España Elemental (1952) ; Poesía Concreta
(1952) (Todos estos libros se publicaron con el título de Poesía, Edit.
Mejía Baca, Lima, 1954) . Edición Extraordinaria (1958) . Antología
General de la Poesía Peruana (1957).
El Alma Matinal, poema que
reproducimos, es inédito y fue escrito en 1957. Será incluido en el
libro en preparación El Arbol y el Bosque.
EL ALMA MATINAL |
por Alejandro Romualdo |
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José
Carlos Mariátegui, en la tierra, en el cielo,
en
las manos fecundas de los trabajadores,
se
afirma cada vez más el árbol de nuestros sueños,
y
el árbol de nuestros sueños da frutos en toda esta |
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Tú
colocaste la primera piedra
de
una alegría colectiva.
Pusiste
alas seguras a todos nuestros deseos.
Trazaste
el vuelo puro de la dicha posible. |
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Tu
ciencia es nuestra ciencia:
la
ciencia de la hoz, la ciencia del martillo,
la
ciencia invulnerable de los trabajadores,
la
teoría que vive la vida de la vida. |
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Felicidad
de ojos claros, dicha de labios dulces:
a
la altura del cerebro el corazón se eleva.
Y
el futuro del hombre abre todas las puertas
que
van a dar al centro de la felicidad. |
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No
importa la calumnia. No importa la mezquindad.
La
verdad que sostiene la casa de los pobres
es
una verdad que nos ampara y nos fortifica. |
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Nosotros
somos la vida. Nosotros somos la alegría.
La
estrella de la razón conduce a una vida nueva.
Los
milagros se apoyan sobre la hoz y el martillo.
Y
el sueño de los hombres se cumple perfectamente. |
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José
Carlos Mariátegui: la verdad que enseñaste,
la
verdad que nos iguala y nos perfecciona,
ha
llegado hasta el fondo de las minas,
como
una lámpara maravillosa. |
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Como
una lámpara maravillosa que cumple nuestros deseos,
que
enciende la razón, que deslumbra con su poder. |
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José
Carlos Mariátegui, puño y letra del pueblo,
la
primavera crece y se funda en nosotros.
Nosotros
somos todos los deseos del hombre.
Y
tú estás con nosotros, como ayer, como siempre. |
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Julio, 1957. |
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