I. INSTRUCCIÓN DEL 12 DE DICIEMBRE DE 1963

En las diversas formas del arte - drama, quyi, música, artes plásticas, danza, cine, poesía, literatura, etc.-, abundan los problemas y mucha gente está implicada; en muchos dominios, se ha obtenido basta la fecha muy pocos resultados en la transformación socialista. Todavía reinan allí los "muer­tos". No hay que subestimar los éxitos alcanzados en el cine, la nueva poesía, las canciones folklóricas, las artes plásticas y la novela, pero también existen allí no pocos problemas. En cuanto al teatro y otros dominios, los problemas son aún más graves. La base económica de la sociedad ha cambiado, pero el arte, como integrante de la superestructura al servicio de dicha base, sigue siendo un problema grave. Debemos ocuparnos seriamente de esto, comenzando por la investigación y el estudio. ¿No resulta absurdo que muchos comunistas se apasionen por promover el arte feudal y capitalista, pero no muestren entusiasmo en fomentar el arte socialista?

Durante los quince años transcurridos, las personas (no to­das) que trabajan en estas asociaciones y en la mayoría de sus publicaciones (se dice que unas pocas son buenas) en lo fundamental no han llevado a la práctica la política del Par­tido, se han comportado como burócratas y grandes señores, no se han acercado a los obreros, campesinos y soldados ni han reflejado la revolución y la construcción socialistas. En los últimos años incluso se han deslizado hasta el borde del revisionismo. A menos que emprendan una seria transformación, estas asociaciones se convertirán fatalmente un día en organizaciones al estilo del Club Petofi de Hungría.