De las
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1976
Primera edición 1968
(3a impresión 1976)
Tomo II, págs. 17-23.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
POR LA MOVILIZACION DE TODAS LAS
FUERZAS PARA LA VICTORIA DE LA
GUERRA DE RESISTENCIA[*]
25 de agosto de 1937
A. El Incidente de Lukouchiao ocurrido el 7 de julio, marcó el comienzo de la amplia ofensiva del imperialismo japonés contra el territorio chino al Sur de la Gran Muralla. Y la resistencia de las tropas chinas en Lukouchiao señaló el comienzo de la Guerra de Resistencia de China en escala nacional. Los incesantes ataques de los invasores japoneses, la resuelta lucha de todo el pueblo, la tendencia de la burguesía nacional a la resistencia al Japón, el vigoroso planteamiento y firme aplicación por parte del Partido Comunista de China de la política de frente único nacional antijaponés y el apoyo que ésta se ha ganado en todo el país todo esto ha obligado a las autoridades chinas a que, después del Incidente de Lukouchiao, comenzaran a cambiar su política de no resistencia al Japón, practicada desde el Incidente del 18 de Septiembre de 1931, por la de resistencia, y ha dado lugar a que la revolución china avance de la etapa de cese de la guerra civil y preparación para la resistencia, etapa que comenzó con el Movimiento del 9 de Diciembre de 1935, a la de resistencia efectiva. Los cambios que han comenzado a perfilarse en la política del Kuomintang con el Incidente de Sían y la III Sesión Plenaria de su Comité Ejecutivo Central como punto de partida la declaración hecha el 17 de julio por el señor Chiang Kai-shek en Lushan sobre la resistencia al Japón y muchas de las medidas por él adoptadas para la defensa
pág. 18
nacional, todo esto es digno de aprobación. Las tropas en el Frente, trátese de tropas terrestres, aéreas o de unidades armadas locales, han resistido valerosamente y dado prueba del heroísmo propio de la nación china. A nombre de la revolución nacional, el Partido Comunista de China hace llegar el más caluroso saludo a todas las tropas y ciudadanos patriotas del país.
B. Pero, por otro lado, las autoridades del Kuomintang continúan, aún después del Incidente de Lukouchiao, ocurrido el 7 de julio con la errónea política que han venido aplicando desde el Incidente del 18 de Septiembre: contraen compromisos y hacen concesiones[1], reprimen el entusiasmo de los ejércitos patriotas y el movimiento patriótico del pueblo por la salvación nacional. Sin duda alguna, después de apoderarse de Peiping y Tientsín, el imperialismo japonés, apoyándose en su brutal fuerza militar, contando con la ayuda del imperialismo alemán e italiano y explotando las vacilaciones del imperialismo inglés y el aislamiento del Kuomintang respecto de las amplias masas trabajadoras, proseguirá con su política de ofensivas en gran escala, dará el segundo y el tercer paso en su preestablecido plan de operaciones y lanzará violentos ataques sobre todo el Norte de China y otras regiones. Las llamas de la guerra están ardiendo ya en Chajar y Shanghai. Para salvar la patria, resistir a los ataques del poderoso invasor, defender el Norte de China y las zonas litorales y recuperar Peiping, Tientsín y el Nordeste de China, todo el pueblo chino y las autoridades del Kuomintang deben aprender a fondo la lección de la pérdida del Nordeste de China, de Peiping y Tientsín, escarmentar con la caída de Abisinia, conocer la historia de la victoriosa lucha de la Unión Soviética contra sus enemigos extranjeros[2], aprender de la actual experiencia de España en su triunfante defensa de Madrid[3], y unirse firmemente para combatir hasta el fin en defensa de la patria. De aquí en adelante la tarea es: "Movilizar a todas las fuerzas para la victoria de la Guerra de Resistencia", y la clave para su realización es un cambio completo y radical de la política del Kuomintang. El paso dado por el Kuomintang en el problema de la resistencia es digno de elogio; es lo que el Partido Comunista de China y todo el pueblo han estado esperando durante años, y todos saludamos ese progreso. Pero el Kuomintang no ha hecho todavía ningún cambio en su política respecto a problemas tales como la movilización de las masas populares y la realización de reformas políticas. En lo fundamental aún se niega a levantar la interdicción del movimiento popular antijaponés, todavía rehusa efectuar una transformación
C. El Partido Comunista de China propone con toda sinceridad al Kuomintang, al pueblo entero, a todos los partidos, grupos políticos, sectores sociales y fuerzas armadas, un Programa de Diez Puntos para la Salvación Nacional con el fin de derrotar definitivamente a los invasores japoneses. Está firmemente convencido de que, sólo aplicando este Programa en forma completa, sincera y resuelta, será posible defender a la patria y vencer a los invasores japoneses. De otra manera, la responsabilidad recaerá sobre aquellos que se amodorran en la rutina y permiten que la situación se deteriore; si la subyugación del país se convierte en realidad, será demasiado tarde para remordimientos y lamentaciones. He aquí los diez puntos de que consta el Programa para la Salvación Nacional:
1. Aplastamiento del imperialismo japonés.
Romper las relaciones diplomáticas con el Japón, expulsar a sus funcionarios, arrestar a sus espías, confiscar las propiedades japonesas en China, desconocer las deudas contraídas con el Japón, denunciar
pág. 20
los tratados firmados con éste y recobrar todas las concesiones japonesas.
Combatir hasta la última gota de sangre en defensa del Norte y de las zonas litorales.
Combatir hasta la última gota de sangre para recuperar Peiping, Tientsín y el Nordeste.
Expulsar de China a los imperialistas japoneses.
Oponerse a toda vacilación y compromiso.
2. Movilización militar general del país.
Movilizar a todas las fuerzas de tierra, mar y aire del país para una guerra de resistencia en escala nacional.
Oponerse a la línea pasiva de operaciones puramente defensivas, y adoptar una línea activa de operaciones realizadas con independencia e iniciativa.
Crear un consejo permanente de defensa nacional que discuta y determine el plan de defensa del país y la línea para las operaciones. Armar al pueblo y desarrollar la guerra de guerrillas antijaponesa para coordinarla con las operaciones de las tropas regulares. Reformar el trabajo político en las fuerzas armadas a fin de lograr la unidad entre mandos y combatientes.
Conseguir la unidad entre el pueblo y el ejército y poner en juego la iniciativa de éste.
Apoyar al Ejército Unido Antijaponés del Nordeste y desorganizar la retaguardia enemiga.
Dar igual trato a cuantas tropas combaten en la Guerra de Resistencia.
Establecer zonas militares en todo el país y movilizar a la nación entera para la guerra, con el objeto de cambiar gradualmente el sistema mercenario por el de servicio militar obligatorio.
3. Movilización general del pueblo.
Garantizar a todo el pueblo, con excepción de los colaboracionistas, las libertades de palabra, de prensa, de reunión y de asociación para la resistencia al Japón y la salvación nacional, y la libertad de empuñar las armas contra el enemigo.
Derogar todas las viejas leyes y decretos que limitan los movimientos patrióticos populares, y promulgar nuevos decretos y leyes revolucionarios.
Poner en libertad a todos los presos políticos patriotas y revolucionarios, y levantar la proscripción de los partidos políticos.
Que todo el pueblo se movilice, empuñe las armas y participe en la Guerra de Resistencia. Que cada uno contribuya con lo que pueda: sean energías, dinero, fusiles o conocimientos.
Movilizar a los mongoles, juis y demás minorías nacionales para que, sobre la base del principio de autodeterminación y autonomía nacionales, participen en la lucha común contra el Japón.
4. Transformación del aparato gubernamental.
Instituir una asamblea nacional integrada por verdaderos representantes del pueblo para que adopte una constitución auténticamente democrática, determine la línea política para la resistencia al Japón y la salvación nacional y elija un gobierno de defensa nacional.
El gobierno de defensa nacional debe admitir en su seno a revolucionarios de todos los partidos y grupos políticos y de todas las organizaciones populares y excluir a los elementos projaponeses.
El gobierno de defensa nacional practicará el centralismo democrático; será a la vez democrático y centralizado.
El gobierno de defensa nacional aplicará la política revolucionaria para la resistencia al Japón y la salvación nacional.
Instituir la autonomía local, destituir a los funcionarios corruptos y establecer un gobierno íntegro y honrado.
5. Política exterior antijaponesa.
Concluir alianzas contra la agresión y pactos de ayuda militar mutua para la resistencia al Japón con todos los países que se oponen a la política agresiva del Japón, siempre y cuando estos pactos y alianzas no vayan contra la integridad territorial y la soberanía de China.
Apoyar el frente internacional de la paz y oponerse al frente de agresión de Alemania, el Japón e Italia.
Unirse con las masas obreras y campesinas de Corea y el Japón contra el imperialismo japonés.
6. Política financiera y económica de guerra.
La política financiera debe basarse en el principio de que quien tenga dinero contribuya con dinero y que los bienes de los colaboracionistas sean confiscados, a fin de cubrir los gastos de guerra. La política económica ha de ser la de reajustar y ampliar la producción para la defensa nacional, desarrollar la economía rural y asegurar el autoabastecimiento de productos necesarios en tiempos de guerra; estimular el consumo de las mercancías nacionales y mejorar la calidad de los productos locales; prohibir completamente la venta de mercan-
pág. 22
cías japonesas, acabar con el comercio ilícito y luchar contra la especulación y la manipulación del mercado.
7. Mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo.
Mejorar las condiciones de los obreros, empleados y profesores, y de los soldados y oficiales que combaten contra los invasores japoneses.
Dar trato preferencial a las familias de los soldados y oficiales que combaten contra los invasores japoneses.
Abolir los impuestos y contribuciones exorbitantes.
Reducir los arriendos de la tierra y los intereses sobre los préstamos.
Auxiliar a los desempleados.
Regular el abastecimiento de víveres.
Ayudar a las víctimas de las calamidades naturales.
8. Política educacional antijaponesa.
Cambiar el viejo sistema educacional y los viejos programas de enseñanza y poner en práctica un nuevo sistema y nuevos programas orientados hacia la resistencia al Japón y la salvación nacional.
9. Eliminación de los colaboracionistas vendepatrias y elementos projaponeses, y consolidación de la retaguardia.
10. Unidad nacional contra el Japón.
Establecer, sobre la base de la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista, un frente único nacional antijaponés de todos los partidos, grupos políticos, sectores sociales y fuerzas armadas del país para dirigir la Guerra de Resistencia, unirse con toda sinceridad y hacer frente a la crisis nacional.
D. Es imperativo descartar la política de resistencia exclusiva del gobierno y llevar a efecto la de resistencia general de toda la nación. El gobierno debe unirse con el pueblo, hacer revivir en toda su integridad el espíritu revolucionario del Dr. Sun Yat-sen, poner en práctica el Programa de Diez Puntos arriba expuesto, y luchar por la victoria completa de la Guerra de Resistencia. El Partido Comunista de China, así como las masas populares y las fuerzas armadas bajo su dirección, actuarán firmemente de acuerdo con este Programa y se mantendrán en la primera línea de la Guerra de Resistencia para defender a la patria hasta la última gota de sangre. De conformidad con su consecuente política, el Partido Comunista de China está dispuesto a combatir en el mismo frente junto con el Kuomintang y los otros partidos y grupos políticos del país y a formar con ellos, hombro con hombro, la sólida Gran Muralla del frente único nacional
¡Abajo el imperialismo japonés!
¡Viva la guerra revolucionaria nacional!
¡Viva la nueva China independiente, libre y
feliz!
[1]Véase la nota preliminar a "Líneas políticas, medidas y perspectivas en la lucha contra la ofensiva japonesa", en el presente tomo. [pág. 18]
[2]Véase Compendio de Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, cap. VIII. [pág. 18]
[3]En 1936, valiéndose de Franco, militar fascista de España, los fascistas alemanes e italianos desencadenaron una guerra de agresión contra ese país. El pueblo español, dirigido por el Gobierno del Frente Popular, sostuvo una heroica guerra en defensa de la democracia y contra la agresión. La defensa de Madrid, capital de España, fue la acción más encarnizada de toda la guerra. Iniciada en octubre de 1936, se mantuvo durante dos años y cinco meses. Debido a la ayuda que Inglaterra, Francia y otros países imperialistas prestaron a los agresores con su hipócrita política de "no intervención", y a la desintegración del Frente Popular, Madrid pasó a manos de los fascistas en marzo de 1939. [pág. 18]