De las
Obras Escogidas de Mao Tsetung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN
Primera edición 1977
Tomo V, págs. 34-38.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
SER UN REVOLUCIONARIO COMPLETO[*]
23 de junio de 1950
Esta sesión ha hecho un balance de las experiencias del período pasado y ha determinado una serie de orientaciones.
El trabajo de resumen de experiencias y determinación de orientaciones se ha hecho mediante los esfuerzos conjuntos de todos nosotros, los representantes de las nacionalidades, clases democráticas, partidos democráticos, organizaciones populares y personalidades democráticas de diversos círculos. Han participado en la discusión no solamente los miembros del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo, sino también muchos funcionarios del Gobierno Popular Central, de los gobiernos populares (o comités militar-administrativos) de las grandes regiones administrativas[1] y de los gobiernos populares provinciales y municipales, así como delegados de los comités consultivos de las conferencias populares provinciales y municipales de representantes de todos los sectores sociales[2], además de numerosas personalidades patrióticas especialmente invitadas. Esto nos ha permitido reunir una amplia gama de opiniones útiles para examinar nuestra labor pasada y determinar las orientaciones del trabajo ulterior. Espero que en adelante sigamos practicando este método y que lo adopten también los gobiernos populares (o comités militar-administrativos) de las grandes regiones administrativas y de las provincias y municipios. Por el momento, nuestras sesiones sólo tienen un carácter propositivo. Sin embargo, en la práctica, las decisiones que hemos tomado en esta reunión deben ser y serán, indudablemente, aceptadas y llevadas a efecto por el Gobierno Popular Central.
Hemos aprobado por unanimidad el informe sobre el trabajo del Comité Nacional y los diversos informes sobre la labor del Gobierno Popular Central: el informe sobre la reforma agraria, los informes
De los numerosos problemas debatidos en esta sesión, el principal ha sido el de la reforma del viejo sistema agrario. Todos hemos expresado nuestro acuerdo con el proyecto de Ley de Reforma Agraria[3] propuesto por el Comité Central del Partido Comunista de China, y hemos introducido en él algunas modificaciones y adiciones valiosas. Esto es muy bueno. Me siento contento y felicito a los centenares de millones de habitantes rurales de la nueva China por el logro de esta posibilidad de emanciparse, y a la nación entera por la consecución de este requisito básico para su industrialización. La mayoría de la población china la constituyen los campesinos, sin cuyo apoyo no podía haber triunfado la revolución ni logrará éxito la industrialización del país. Por lo tanto, la clase obrera debe ayudar activamente a los campesinos en la reforma agraria; igualmente, deben favorecer esta reforma la pequeña burguesía urbana y la burguesía nacional y, con mayor razón, los partidos democráticos y las organizaciones populares. La guerra y la reforma agraria son las dos pruebas cruciales para todos en China -- individuos y partidos -- en el período histórico de la nueva democracia. Quien toma partido por el pueblo revolucionario es un revolucionario. Quien toma partido por el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, es un contrarrevolucionario. Quien se coloca del
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lado del pueblo revolucionario sólo de palabra y no en los hechos, es un revolucionario de palabra. Quien se coloca del lado del pueblo revolucionario no sólo de palabra sino también en los hechos, es un revolucionario completo. La prueba de la guerra ya la hemos pasado en lo fundamental, y todos airosamente; de ello está satisfecho el pueblo entero. Ahora tenemos por delante la prueba de la reforma agraria y espero que todos salgamos de ella con tanto éxito como salimos de la prueba de la guerra. Siempre que estudiemos este problema y nos consultemos frecuentemente al respecto, nos desprendamos de las trabas mentales y marchemos al mismo paso, formando así un gran frente único antifeudal, podremos conducir y ayudar al pueblo a salir felizmente de esta prueba. Superadas las pruebas de la guerra y la reforma agraria, la prueba restante, la del socialismo, la de la transformación socialista a escala nacional, será fácil de pasar. Cuando llegue el momento (este momento llegará en un futuro lejano) de la nacionalización de la industria privada y de la socialización de la agricultura, el pueblo no olvidará a aquellos que hayan hecho contribuciones en el curso de la guerra revolucionaria y de la reforma revolucionaria del sistema agrario, así como en los subsiguientes años de la edificación económica y cultural; ellos tienen un brillante porvenir. Nuestro país avanza a paso firme de la manera siguiente: Ha pasado por la guerra, se halla ahora en el proceso de las reformas de nueva democracia, y luego pasará, sin apresuramiento y con la debida preparación, a un nuevo período, el socialismo, cuando su economía y cultura hayan alcanzado un gran florecimiento y todas las condiciones estén dadas y cuando, habiéndolo meditado bien, lo apruebe todo el pueblo. Estimo necesario dejar en claro este punto, pues así podemos infundir confianza a ciertas personas y librarlas de un temor como éste: "No sé en qué momento me abandonarán y me privarán de la oportunidad de servir al pueblo pese a mis deseos." No, esto no va a suceder. Si uno tiene el verdadero deseo de servir al pueblo; si, en un período difícil para éste, realmente le ha ayudado y ha hecho algo bueno, y sigue procediendo así consecuentemente, sin detenerse a medio camino, el pueblo y su gobierno no tendrán motivos para rechazarlo ni para negarle la posibilidad de ganarse la vida y de prestar sus servicios.
Para lograr ese objetivo de largo alcance, debemos, en el plano internacional, unirnos sólidamente con la Unión Soviética, las Democracias Populares y las fuerzas de la paz y la democracia del mundo. A este respecto, no cabe ningún titubeo ni vacilación alguna. En lo interno, debemos fomentar la unidad de las diversas nacionalidades, unirnos con las diversas clases democráticas, partidos democráticos y organizaciones populares, así como con todos los demócratas patriotas,
[1]En ese tiempo, el país se dividía en seis grandes regiones administrativas: Nordeste, Norte, Este, Centro-Sur, Suroeste y Noroeste. Cada región tenía un buró como representante del Comité Central del Partido Comunista de China. Excepto el Norte de China, en cada región se instituyó un órgano administrativo, llamado gobierno popular en el Nordeste y comité militar-administrativo en el Este, Centrosur, Suroeste y Noroeste. En noviembre de 1952, todos esos órganos administrativos fueron rebautizados con el nombre de comités administrativos, fundándose al mismo tiempo un comité administrativo en el Norte de China. Los comités administrativos de las grandes regiones fueron abolidos en 1954. [pág. 34]
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[2]Los comités consultivos eran elegidos por las conferencias populares provinciales y municipales de representantes de todos los sectores sociales, y su función era asesorar a los gobiernos populares en la ejecución de las resoluciones adoptadas por las conferencias, en el intervalo de sus sesiones. [pág. 34]
[3]Se refiere al proyecto de Ley de Reforma Agraria de la República Popular China que, el 14 de junio de 1950, el Comité Central del Partido Comunista de China presentó, para su discusión a la II Sesión del I Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino. Después de ser discutido y aprobado en esta sesión, fue sancionado por el Consejo del Gobierno Popular Central. La Ley de Reforma Agraria de la República Popular China fue promulgada el 30 de junio del mismo año por Mao Tsetung, Presidente del Gobierno Popular Central, e inmediatamente entró en vigor. [pág. 35]