De las
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1976
Primera edición 1962
Segunda edición 1963
(5a impresión 1976)
Tomo IV, págs. 249-53.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
CHARLA A LOS REDACTORES DEL
DIARIO DE SHANSI-SUIYUAN
2 de abril de 1948
Nuestra política debe darse a conocer no sólo a los dirigentes y a los cuadros, sino también a las amplias masas. Los problemas relacionados con nuestra política deben ser divulgados, por lo general, en los periódicos o revistas del Partido. Estamos ahora llevando a cabo la reforma del sistema agrario. Las medidas políticas concernientes a la reforma agraria deben publicarse en los periódicos y difundirse por radio, a fin de que las conozcan las amplias masas. Una vez que las masas conozcan la verdad y tengan un objetivo común, actuarán como un solo hombre. Esto se asemeja a la guerra; para ganar una batalla deben actuar como un solo hombre no solamente los mandos, sino también los combatientes. Después que las tropas en el Norte de Shensí realizaron su adiestramiento y consolidación y el movimiento por narrar los sufrimientos en la vieja sociedad, los combatientes elevaron su conciencia política y comprendieron claramente por qué luchaban y cómo debían luchar; llenos de alto espíritu combativo, estuvieron dispuestos a arrojarse a la lucha y, tan pronto como entraron en acción, obtuvieron una victoria. Cuando las masas actúan como un solo hombre, todo se hace fácil. Uno de los principios fundamentales del marxismo-leninismo es lograr que las masas sean conscientes de sus propios intereses y se unan para luchar por ellos. La función y la fuerza de los periódicos estriban en su capacidad para exponer ante las masas con la mayor rapidez y amplitud el programa y la línea del Partido, sus principios y medidas políticos, sus tareas y métodos de trabajo.
En nuestros órganos dirigentes de algunos lugares; hay quienes creen que basta que los dirigentes conozcan la política del Partido y que no hay necesidad de darla a conocer a las masas. Esta es una de las razones fundamentales por las cuales parte de nuestra labor
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no se ha podido realizar bien. Durante más de veinte años; nuestro Partido ha venido llevando adelante diariamente el trabajo de masas, y durante los últimos diez años y tanto, hablando diariamente de la línea de masas. Siempre hemos sostenido que la revolución debe apoyarse en las masas populares y contar con la participación de todos; y nos hemos opuesto siempre a que se confíe sólo en unas pocas personas que den órdenes. Sin embargo, algunos camaradas aún no aplican a fondo la línea de masas en su trabajo; todavía se apoyan tan sólo en unas pocas personas y trabajan en un frío y quieto aislamiento. Una de las razones es que, cualquier cosa que hagan, siempre están poco dispuestos a explicarla a los que ellos dirigen, y no saben cómo desplegar la iniciativa y energía creadora de estos últimos. Subjetivamente, quieren que todos tomen parte en el trabajo, pero no les dan a conocer lo que deben hacer y cómo hacerlo. De esta manera, ¿cómo puede esperarse que todos se pongan en movimiento y que las cosas se hagan bien? Para resolver este problema, lo esencial radica naturalmente en llevar a cabo una educación ideológica en el espíritu de la línea de masas; al mismo tiempo, es necesario enseñar a esos camaradas muchos métodos concretos de trabajo. Uno de tales métodos es utilizar al máximo los periódicos. Dirigir bien un periódico, hacerlo interesante y atractivo, realizar en sus páginas una propaganda acertada de los principios y medidas políticos del Partido y fortalecer por su medio los lazos de éste con las masas: he aquí una importante cuestión de principio en la labor de nuestro Partido, que no debe ser menospreciada.
Camaradas, ustedes se dedican al periodismo. Su trabajo consiste en educar a las masas, hacerles conocer sus propios intereses, sus propias tareas y los principios y medidas políticos del Partido. Dirigir un periódico es como hacer cualquier otro trabajo; hay que dedicarse a él concienzudamente para que el periódico sea bien hecho y vivo. Para hacer marchar nuestros periódicos, también debemos apoyamos en todo el mundo, en las masas populares, en el conjunto del Partido, y no sólo en unas pocas personas que trabajen encerradas entre cuatro paredes. Nuestros periódicos hablan todos los días de la línea de masas, pero ésta con frecuencia no se aplica en el trabajo del propio periódico. Por ejemplo, en los periódicos menudean las erratas simplemente porque no se ha abordado su eliminación como una tarea seria. Si ustedes aplican el método de la línea de masas, entonces; al aparecer erratas, tienen que reunir a todo el personal del periódico para discutir exclusivamente este asunto, explicarle claramente cuáles
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son las faltas, por qué se han producido y cómo pueden suprimirse, y pedir a cada uno que preste seria atención a esta cuestión. Después de proceder así tres veces, o cinco veces, de seguro se podrán superar esas faltas. Esto es verdad tanto para los asuntos pequeños como para los grandes.
Es un arte de dirección marxista-leninista el saber convertir la política del Partido en acción de las masas, saber conseguir que no sólo los cuadros dirigentes sino también las amplias masas conozcan y comprendan a fondo cada movimiento y cada lucha que emprendamos. Es también lo que permite determinar si cometemos o no errores en nuestra labor. Si tratáramos de pasar a la ofensiva cuando las masas aún no están despiertas, esto sería aventurerismo. Si persistiéramos en conducir a las masas a hacer algo contra su voluntad, sin duda fracasaríamos. Si no avanzáramos cuando las masas exigen avanzar, esto sería oportunismo de derecha. El error oportunista de Chen Tu-siu consistió precisamente en quedar atrasado respecto a la conciencia política de las masas, mostrarse incapaz de dirigirlas hacia adelante y hasta oponerse a que avanzaran. Muchos camaradas aún no comprenden estas cuestiones. Nuestros periódicos deben propagar bien estas ideas, de modo que todos puedan comprenderlas.
Para educar a las masas, los camaradas que trabajan en los periódicos deben, antes que nada, aprender de las masas. Ustedes, camaradas, son todos intelectuales. Los intelectuales a menudo son ignorantes, y con frecuencia tienen poca o ninguna experiencia en los asuntos prácticos. Ustedes no comprenden bien el folleto "Cómo analizar las clases en las zonas rurales"[1], publicado en 1933; en este punto los campesinos los superan a ustedes, ya que ellos lo comprenden apenas les es explicado. Más de 180 campesinos de dos territorios del distrito de Kuosien se reunieron durante cinco días y resolvieron muchos problemas con respecto a la distribución de la tierra. Si ustedes se pusieran a discutir en la redacción semejantes problemas, quizás los discutirían dos semanas sin poder resolverlos. La razón es muy simple: ustedes no comprenden estos problemas. Para pasar de la incomprensión a la comprensión, hay que actuar y observar; eso es aprender. Los camaradas que trabajan en los periódicos deben salir por turnos a participar por un tiempo en el trabajo de masas, en la labor de reforma agraria; eso es muy necesario. Cuando no participan en el trabajo de masas, deben escuchar mucho y leer mucho acerca del movimiento de masas y dedicarse seriamente al estudio de los materiales pertinentes. Nuestra consigna en el
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adiestramiento de las tropas es: "Los oficiales enseñan a los soldados, los soldados enseñan a los oficiales y los soldados se enseñan entre sí". Los soldados tienen mucha experiencia práctica de combate. Los oficiales deben aprender de ellos, y se harán más capaces cuando hayan hecho suya la experiencia ajena. Los camaradas que trabajan en los periódicos también deben estudiar constantemente los materiales que vienen de abajo, enriquecer gradualmente sus conocimientos prácticos y hacerse experimentados. Sólo así podrán efectuar bien su trabajo y asumir la tarea de educar a las masas.
El Diario de Shansí-Suiyuán hizo grandes progresos después de la conferencia de los secretarios de comité de prefectura del Partido celebrada en junio pasado. Entonces era rico en contenido; agudo; mordaz y vigoroso; reflejaba las grandes luchas de masas y hablaba por las masas. Me gustaba mucho leerlo. Pero a partir de enero de este año; cuando comenzamos a corregir las desviaciones de "izquierda", el periódico parece haber perdido algo de su espíritu; ya no tiene la misma claridad, la misma mordacidad, se ha vuelto menos informativo y carece de mucho atractivo para el lector. Ahora están ustedes examinando su trabajo y resumiendo su experiencia; esto está muy bien. Mejorará su trabajo cuando hayan resumido la experiencia en la lucha contra las desviaciones de derecha y de "izquierda" y tengan la mente despejada.
Fue del todo correcta la lucha efectuada por el Diario de Shansí-Suiyuán desde junio pasado contra las desviaciones de derecha. En esa lucha hicieron ustedes un trabajo muy concienzudo y reflejaron fielmente la situación real del movimiento de masas. Comentaron, en forma de notas de la redacción, los materiales y puntos de vista que consideraron erróneos. Más tarde hubo también deficiencias en sus comentarios; sin embargo, era bueno el espíritu concienzudo. Las deficiencias radicaban principalmente en estirar demasiado la cuerda del arco. La cuerda se romperá si está demasiado tensa. Los antiguos decían: "el principio de los reyes Wen y Wu era el de hacer alternar la tensión con el relajamiento."[2] Ahora "relajen" un poco, y los camaradas tendrán la mente despejada. Ustedes lograron éxitos en su labor, pero también hubo deficiencias, principalmente desviaciones de "izquierda". Ahora están haciendo un balance general y lograrán mayores éxitos después de corregir las desviaciones de "izquierda".
Cuando corregimos las desviaciones, algunas personas miran el trabajo realizado en el pasado como algo enteramente infructuoso y
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totalmente erróneo. Eso no es justo. Estas personas no ven que el Partido ha dirigido un inmenso número de campesinos en la conquista de la tierra y el derrocamiento del feudalismo, ha consolidado sus propias organizaciones y mejorado el estilo de trabajo de los cuadros y, además, ha rectificado ahora las desviaciones de "izquierda" y educado a los cuadros y las masas. ¿No son todo esto grandes éxitos? Debemos juzgar con espíritu analítico nuestro trabajo y las obras de las masas y no negarlo todo en bloque. En el pasado surgieron desviaciones de "izquierda" porque faltaba experiencia. Sin experiencia es difícil evitar errores. De la inexperiencia a la experiencia hay un proceso que atravesar. Por medio de las luchas contra las desviaciones de derecha e "izquierda", en el corto período que va desde junio del año pasado hasta ahora, todos han llegado a comprender qué significan la lucha contra las desviaciones de derecha y la lucha contra las desviaciones de "izquierda". Sin pasar por este proceso, no lo habrían comprendido.
Estoy seguro de que su periódico será
aún mejor después que hayan examinado ustedes su trabajo
y resumido sus experiencias. Deben conservar los méritos anteriores
de su periódico, hacerlo agudo, mordaz y claro, y dirigirlo a conciencia.
Debemos defender con firmeza la verdad, y la verdad exige una posición
bien definida. Los comunistas siempre consideramos como algo vergonzoso
ocultar nuestros puntos de vista. Los periódicos dirigidos por nuestro
Partido y toda la propaganda de éste deben ser vivos, claros y agudos
y jamás deben hablar entre dientes. Ese es el estilo combativo propio
de nosotros, el proletariado revolucionario. Necesitamos este estilo combativo
si hemos de enseñar al pueblo a conocer la verdad y ponerlo en pie
para la lucha por su propia emancipación. Un cuchillo romo no saca
sangre.
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[1]Véase Obras Escogidas de Mao Tse-tung, t. I, "Cómo determinar las clases en las zonas rurales". [pág. 251]
[2]Del Libro de los Ritos, "Anales misceláneos", parte II. "Los reyes Wen y Wu no podrían mantener un arco en permanente tensión sin relajamiento. Ni lo dejarían en un estado permanente de relajamiento sin tensión. El principio de los reyes Wen y Wu era el de hacer alternar la tensión con el relajamiento." Wen y Wu fueron los dos primeros reyes de la dinastía Chou (siglos XII-III antes de nuestra era). [pág. 252]