De las
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1976
Primera edición 1962
Segunda edición 1963
(5a impresión 1976)
Tomo IV, págs. 292-96.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
¡FUERZAS REVOLUCIONARIAS DEL MUNDO,
UNIOS, LUCHAD CONTRA
LA AGRESION IMPERIALISTA![*]
Noviembre de 1948
En este momento en que la clase obrera consciente y todos los revolucionarios sinceros del mundo celebran con júbilo el XXXI aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre de la Unión Soviética, recuerdo un célebre artículo de Stalin escrito en 1918 con motivo del I aniversario de dicha Revolución. Allí Stalin decía:
* Artículo escrito por el camarada Mao Tse-tung, en conmemoración del XXXI aniversario de la Revolución de Octubre, para ¡Por una paz duradera, por una democracia popular!, órgano del Buró de Información de los Partidos Comunistas y Obreros de Europa. Apareció en el número 21 de dicha publicación, en 1948.
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rusa, hasta los pueblos oprimidos del Oriente. Este frente de revoluciones se ha formado y desarrollado bajo la clarividente dirección de Lenin y, a su muerte, bajo la de Stalin.
Para realizar la revolución, hace falta un partido revolucionario. Sin un partido revolucionario, sin un partido revolucionario creado sobre la teoría revolucionaria marxista-leninista y en el estilo revolucionario marxista-leninista, es imposible conducir a la clase obrera y las amplias masas populares a la victoria en la lucha contra el imperialismo y sus lacayos. En más de cien años transcurridos desde el nacimiento del marxismo, sólo gracias al ejemplo que dieron los bolcheviques rusos al dirigir la Revolución de Octubre y la construcción socialista y al vencer la agresión del fascismo, se han formado y desarrollado en el mundo partidos revolucionarios de nuevo tipo. Con el nacimiento de los partidos revolucionarios de este tipo, ha cambiado la fisonomía de la revolución mundial. el cambio ha sido tan grande que se han producido, en medio del fuego y el trueno, transformaciones del todo inconcebibles para la gente de la vieja generación. El Partido Comunista de China es precisamente un partido creado y desarrollado a ejemplo del Partido Comunista de la Unión Soviética. Con el nacimiento del Partido Comunista, la fisonomía de la revolución china tomó un cariz enteramente nuevo. ¿Acaso no es suficientemente claro este hecho?
El frente único revolucionario mundial, encabezado por la Unión Soviética, derrotó la Alemania, Italia y Japón fascistas. Este fue un resultado de la Revolución de Octubre. Sin la Revolución de Octubre, sin el Partido Comunista de la Unión Soviética, sin la Unión Soviética y sin el frente único revolucionario antiimperialista en el Occidente y el Oriente dirigido por la Unión Soviética, ¿podría imaginarse la victoria sobre la Alemania, Italia y Japón fascistas y sus lacayos? Si la Revolución de Octubre abrió amplias posibilidades y caminos efectivos para la liberación de la clase obrera y de los pueblos oprimidos del mundo, la victoria de la Segunda Guerra Mundial antifascista ha abierto para su liberación posibilidades aún más amplias y caminos aún más efectivos. Sería un error muy grave subestimar la significación de la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
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Desde la victoria en la Segunda Guerra Mundial, el imperialismo norteamericano, junto con sus lacayos en diversos países, ha ocupado el lugar de la Alemania, Italia y Japón fascistas, prepara frenéticamente una nueva guerra mundial y amenaza al mundo entero. Esto refleja la extrema decadencia del mundo capitalista y su pavor ante la ruina inminente. Este enemigo es aún fuerte; por tanto, deben unirse todas las fuerzas revolucionarias dentro de cada país, y también deben unirse las fuerzas revolucionarias de todos los países, formar un frente único antiimperialista con la Unión Soviética a la cabeza y seguir una política justa; de otra manera será imposible la victoria. Este enemigo tiene una base frágil, se desintegra internamente, está separado del pueblo y sumergido en inextricables crisis económicas; por tanto, puede ser derrotado. Sería un error muy grave sobreestimar la fuerza del enemigo y subestimar la de la revolución.
Bajo la dirección del Partido Comunista de China, se han conquistado inmensas victorias en la gran revolución democrática popular de nuestro país, dirigida contra la agresión frenética del imperialismo norteamericano en China y contra el gobierno reaccionario del Kuomintang, gobierno dictatorial y de traición nacional, que, mediante la guerra civil, realiza una carnicería con nuestro pueblo. En los dos años transcurridos entre julio de 1946 y junio de 1948, el Ejército Popular de Liberación, dirigido por el Partido Comunista de China, rechazó los ataques del ejército de 4.300.000 hombres del reaccionario gobierno kuomintanista y pasó de la defensiva a la ofensiva. En estos dos años de guerra, el Ejército Popular de Liberación causó al Kuomintang 2.640.000 bajas entre prisioneros, muertos y heridos (sin contar los datos posteriores a julio de 1948). Las regiones liberadas de China cubren ahora 2.350.000 kilómetros cuadrados, o sea, el 24,5 por ciento de los 9.597.000 kilómetros cuadrados de todo el país cuentan con una población de 168 millones de habitantes, o sea, el 35,3 por ciento de los 475 millones que constituyen la población total del país, y tienen 586 ciudades, o sea, el 29 por ciento de las 2.009 que hay en el país entero. A causa de que nuestro Partido ha conducido resueltamente a los campesinos a realizar la reforma del sistema agrario; se ha solucionado de manera radical el problema agrario en regiones pobladas por unos 100 millones de habitantes, y la tierra de los terratenientes y de los campesinos ricos de viejo tipo ha sido distribuida más o menos por igual entre los campesinos, en primer término, entre los campesinos pobres y los asalariados agrícolas. El número de
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miembros del Partido Comunista de China ha crecido de 1.210.000 en 1945 a la cifra actual de 3.000.000. La tarea del Partido Comunista de China consiste en unir a las fuerzas revolucionarias de todo el país, expulsar a las fuerzas agresoras del imperialismo norteamericano, derrocar la dominación reaccionaria del Kuomintang y fundar una república popular democrática y unificada. Sabemos que aún nos quedan por delante muchas dificultades. Pero no las tememos. Creemos que las dificultades deben y pueden ser vencidas.
La Revolución de Octubre nos alumbra con su
resplandor. el pueblo chino, que tanto ha sufrido, debe conquistar su liberación,
y está firmemente convencido de que puede hacerlo. La lucha revolucionaria
de China, siempre aislada en el pasado, ya no lo está desde la victoria
de la Revolución de Octubre. Gozamos del apoyo de los Partidos Comunistas
y la clase obrera de todo el mundo. Esto lo entendió el Dr. Sun
Yat-sen, precursor de la revolución china; quien estableció
la política de alianza con la Unión Soviética y de
lucha contra el imperialismo. En su lecho de muerte, escribió una
carta a la Unión Soviética como parte de su testamento. Es
la pandilla chiangkaishekista del Kuomintang la que traiciona a la política
de Sun Yat-sen, se coloca del lado del frente contrarrevolucionario imperialista
y combate al pueblo de su propio país. Pero la gente no tardará
mucho en presenciar la destrucción completa de todo el régimen
reaccionario del Kuomintang por el pueblo chino. El pueblo chino es valiente,
lo es también el Partido Comunista de China, y ambos están
decididos a liberar a todo el país.
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[1]De "La Revolución de Octubre y la cuestión nacional", sec. 3, "Significación mundial de la Revolución de Octubre" (véase J. V. Stalin, Obras, t. IV). [pág. 293]