De las
Obras Escogidas de Mao Tsetung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN
Primera edición 1977
Tomo V, págs. 50-52.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
EN LA REPRESION A LOS
CONTRARREVOLUCIONARIOS
HAY QUE APLICAR
LA LINEA DE MASAS DEL PARTIDO[*]
Mayo de 1951
1. El movimiento de represión a los contrarrevolucionarios, que se desarrolla actualmente en toda China, es una gran lucha tan enconada como compleja. La eficiente línea que se viene aplicando para este trabajo en diversas partes del país, es la línea de masas del Partido. Esta se expresa como sigue: dirección del comité del Partido, movilización de toda la militancia, movilización de las masas, participación de los partidos democráticos y personalidades de los diversos círculos, planificación única, acción unificada, riguroso examen de las listas de personas sujetas a arresto o a ejecución, atención a las tácticas de lucha en las diferentes etapas del movimiento, amplio trabajo de propaganda y educación (convocatoria de todo tipo de reuniones de representantes, reuniones de cuadros, foros y mítines en los cuales las víctimas de los contrarrevolucionarios acusan, exhibición de pruebas criminales, propaganda por medio de películas, diapositivas, representaciones escénicas, periódicos folletos octavillas todo esto con el fin de que cada familia y cada individuo se entere del movimiento y lo entienda), eliminación de la actitud de "puertas cerradas" y del misteriosismo y resuelta oposición a la tendencia a actuar con ligereza. Es del todo correcto proceder completamente de conformidad con esta línea, y erróneo actuar en desacuerdo con ella. Una práctica que concuerde sólo aproximadamente y no por completo con esta línea es una práctica sólo aproximadamente y no por completo correcta. Creemos que esta línea de trabajo es la garantía para continuar profundizando la lu-
2. En cuanto al número de ajusticiamientos de contrarrevolucionarios, es preciso restringirlo a una proporción determinada. He aquí el principio: Hay que condenar resueltamente a la pena capital y ejecutar de inmediato a aquellos que han contraído deudas de sangre o perpetrado otros gravísimos crímenes y cuya ejecución es indispensable para que las masas descarguen su indignación, así como a los que han perjudicado en grado extremo los intereses del Estado. Respecto a aquellos que se han hecho acreedores a la pena de muerte, pero que no han contraído deudas de sangre ni provocado una profunda indignación del pueblo o que, habiendo perjudicado gravemente los intereses del Estado, no lo han hecho en grado extremo, se debe aplicar la política de condena a muerte con suspensión de la sentencia por dos años y sometimiento a trabajos forzados para observar su comportamiento. Además, debe estipularse claramente lo siguiente: De ningún modo se debe arrestar a aquellos cuyo arresto sea optativo, pues hacerlo sería un error; de ningún modo se debe aplicar la pena capital a aquellos cuya ejecución sea optativa, pues esto también constituiría un error.
3. A fin de prevenir la desviación de "izquierda" en los momentos culminantes del movimiento de represión a los contrarrevolucionarios, se ha decidido que, a partir del 1 de junio, en todos los lugares del país, incluyendo aquellos donde hasta hoy ha habido pocas ejecuciones, la potestad de ratificación de los arrestos revierta al nivel de comité prefectural del Partido y oficina de comisionado de prefectura, y la potestad de ratificación de la pena capital, al nivel de provincia, y que, para las localidades distantes de las capitales de provincia, las autoridades provinciales envíen allí sus delegados a resolver los casos. No se permite que ninguna localidad solicite la modificación de esta decisión.
4. Con respecto a los contrarrevolucionarios ocultos en la "capa intermedia" y la "capa interna", es necesario iniciar desde ahora una investigación planificada. Se ha decidido que, de acuerdo con las instrucciones del Comité Central y a modo de rectificación del estilo de trabajo, se efectúe, en el verano y el otoño del presente año, una investigación general y preliminar entre los empleados que heredamos
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de la vieja sociedad y entre los intelectuales recién reclutados para nuestro trabajo. El propósito es conocer bien la situación y resolver los problemas de mayor relieve. El método que utilizamos consiste en organizar el estudio de los documentos acerca de la represión de la contrarrevolución y exhortar a los empleados heredados de la vieja sociedad e intelectuales recién reclutados que tengan un pasado dudoso (a éstos y no a todos) a aclarar con una actitud sincera y honesta sus antecedentes y a revelar con franqueza todo lo que hayan ocultado. En esta campaña de confesiones, es preciso que los jefes de las respectivas entidades asuman la dirección y que, en vez de recurrir a la coacción, se adopte el principio de voluntariedad. En cada entidad este proceso debe ser breve, no conviene que se prolongue. Nuestra táctica es ganar a la mayoría y aislar a la minoría, a la espera de una investigación posterior en el invierno. La investigación que ahora emprendemos debe hacerse primero en los más importantes organismos dirigentes, departamentos de seguridad pública y otras entidades clave, lo que nos proporcionará experiencias que debernos propagar. Al realizar este trabajo en el aparato gubernamental, los centros docentes y las fábricas, hay que incorporar a los comités encargados de la investigación a gente de fuera del Partido, para evitar que sus militantes actúen de manera aislada.
5. Es preciso organizar, a través de esta
gran lucha de represión de la contrarrevolución y a lo largo
y ancho del país, comités de seguridad pública integrados
por representantes de las masas. Estos comités serán elegidos
por las masas populares, tomando como unidad los cantones, en el campo,
y las entidades oficiales, centros docentes, fábricas y calles,
en las ciudades. El número de sus componentes puede oscilar entre
tres y once, y es necesario incorporar en su seno a patriotas confiables
de fuera del Partido, de modo que estos comités se constituyan en
organizaciones de seguridad pública con carácter de frente
único. Dichos comités se someterán a la dirección
de los organismos gubernamentales y departamentos de seguridad pública
de base y asumirán la responsabilidad de ayudar al gobierno popular
en la eliminación de los contrarrevolucionarios, el mantenimiento
de la vigilancia contra los agentes secretos y espías, la defensa
de la patria y la preservación de la seguridad pública. A
fin de evitar la infiltración de elementos perniciosos en los comités,
éstos deben ser organizados de manera dirigida en el campo al término
de la reforma agraria y, en las ciudades, luego de iniciada la tarea de
reprimir a los contrarrevolucionarios.