De las
Obras Escogidas de Mao Tsetung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN
Primera edición 1977
Tomo V, págs. 23-29.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
LUCHEMOS POR UN MEJORAMIENTO
FUNDAMENTAL DE LA SITUACION
FINANCIERA Y ECONOMICA DEL PAIS[*]
6 de junio de 1950
La actual situación internacional nos favorece. El frente mundial de la paz y la democracia, encabezado por la Unión Soviética, es hoy aún más poderoso que el año pasado. Ha cobrado ímpetu en todos los países del mundo el movimiento popular por la paz y contra la guerra. Han ganado amplio terreno los movimientos de liberación nacional que buscan romper el yugo del imperialismo, siendo dignos de especial atención los emergentes movimientos de masas de los pueblos japonés y alemán contra la ocupación norteamericana y las crecientes luchas de liberación popular de las naciones oprimidas de Oriente. Al mismo tiempo, se han desarrollado las contradicciones interimperialistas, principalmente entre los Estados Unidos e Inglaterra. Además, se han multiplicado las querellas entre los diferentes grupos de la burguesía norteamericana y también de la británica. En contraste con esto, existe una sólida unidad entre la Unión Soviética y las Democracias Populares así como entre estas últimas. El nuevo Tratado Chino-Soviético[1], de gran trascendencia histórica, ha consolidado las relaciones de amistad entre los dos países, lo que nos permite llevar adelante con toda libertad y a un ritmo más acelerado el trabajo de construcción de nuestro país y, a la vez, impulsa la gran lucha de todos los pueblos por la paz y la democracia y contra la guerra y la opresión. Todavía existe la amenaza de guerra por parte del campo imperialista, existe la posibilidad de una tercera guerra mundial. No obstante, crecen rápidamente las fuerzas que luchan por conjurar el peligro de guerra, por evitar el estallido de una tercera guerra mundial, y se eleva la conciencia política de las
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grandes mayorías de todos los pueblos. Siempre y cuando los Partidos Comunistas del mundo sigan aglutinando a todas las fuerzas posibles que estén por la paz y la democracia y contribuyendo a su crecimiento, podrá impedirse una nueva guerra mundial. Los rumores de guerra difundidos por los reaccionarios del Kuomintang están destinados a engañar al pueblo y carecen de todo fundamento.
La actual situación de nuestro país es la siguiente: Han sido instaurados el Gobierno Popular Central de la República Popular China los gobiernos populares locales a todos los niveles. La Unión Soviética, las Democracias Populares y algunos países capitalistas han establecido sucesivamente relaciones diplomáticas con nuestro país. En lo fundamental, ha terminado la guerra en la parte continental del país, y sólo quedan por liberar Taiwán y el Tíbet, tarea que aún implica serias luchas. En algunas partes del territorio continental, los reaccionarios del Kuomintang han recurrido a la guerrilla bandidesca e incitado a cierto número de elementos atrasados a luchar contra el gobierno popular. Además han puesto en acción a muchos agentes secretos y espías para combatir al gobierno y propalar rumores entre el pueblo, en un intento de socavar el prestigio del Partido Comunista y del gobierno popular y minar la unidad y la cooperación entre las diversas nacionalidades, clases democráticas, partidos democráticos y organizaciones populares. Los agentes secretos y espías también llevan a cabo actividades de zapa contra las realizaciones económicas del pueblo, asesinan a cuadros del Partido y funcionarios gubernamentales y recogen información para los imperialistas y los reaccionarios kuomintanistas. Todas estas actividades contrarrevolucionarias son fraguadas entre bastidores por el imperialismo, en particular el norteamericano. Todos esos bandoleros, agentes secretos y espías son lacayos del imperialismo. En los trece meses y medio transcurridos desde el 21 de abril de 1949, día en que cruzamos el Yangtsé luego de haber obtenido las decisivas victorias del invierno de 1948 en las tres grandes campañas de Liaosi-Shenyang, de Juai-Jai y de Peiping-Tientsín, el Ejército Popular de Liberación ha completado la toma de todo el territorio chino -- a excepción del Tíbet y de Taiwán y algunas otras islas -- y ha aniquilado a 1.830.000 efectivos de las tropas reaccionarias del Kuomintang y a 980,000 de sus guerrillas bandidescas, y al mismo tiempo los departamentos de seguridad pública del pueblo han descubierto un gran número de organizaciones y agentes del servicio secreto de la reacción. En las regiones recién liberadas, el Ejército Popular de Liberación enfrenta hoy la tarea de continuar exterminando a los
China es un extenso país de condiciones extremadamente complejas; además, la revolución triunfó primero en algunas zonas y luego en todo el país. Dadas estas circunstancias, en las antiguas regiones liberadas (con una población de unos 160 millones) ya se ha realizado la reforma agraria, estabilizado el orden público, comenzado a encauzar la construcción económica, mejorado en cierta medida las condiciones
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de vida de la gran mayoría del pueblo trabajador, y se ha resuelto (en el Nordeste) o está próximo a resolverse (en el Norte y en Shantung) el problema de la desocupación de obreros e intelectuales. Particularmente en el Nordeste se ha iniciado ya la construcción económica planificada. En cambio, en las regiones recién liberadas (con una población de unos 310 millones), debido a que su liberación apenas data de unos meses, medio año o un año, quedan por aniquilar más de 400.000 bandoleros diseminados por zonas remotas, el problema agrario todavía no ha sido resuelto, la industria y el comercio esperan ser reajustados racionalmente, el problema del desempleo sigue siendo grave y el orden público aún es inestable. En una palabra, allí todavía no están dadas las condiciones para llevar a cabo una construcción económica planificada. Por tanto, como dije en otra ocasión, la serie de victorias que hemos logrado en el frente económico, tales como el aproximado equilibrio presupuestario, el cese de la inflación y la tendencia a la estabilización de los precios, indican un mejoramiento inicial, pero todavía no fundamental, de la situación financiera económica. Un mejoramiento fundamental requiere tres condiciones: 1) finalización de la reforma agraria; 2) reajuste racional de la industria y el comercio existentes, y 3) sustancial reducción de los gastos de los organismos estatales. Para reunir estas condiciones se necesita bastante tiempo, digamos tres años o algo más. Todo el Partido y el pueblo deben esforzarse por crear estas condiciones. Estoy convencido, como lo están ustedes, de que podremos lograrlo sin duda alguna dentro de unos tres años. Para entonces, asistiremos a un mejoramiento fundamental de toda la situación financiera y económica del país.
A tal efecto, todo el Partido y el pueblo deben unirse como un solo hombre para cumplir las siguientes tareas:
1. Llevar adelante, de manera metódica y ordenada, la reforma agraria[3]. Como la guerra ha terminado básicamente en el territorio continental y la situación actual difiere por completo de la de los años 1946-1948 (el Ejército Popular de Liberación estaba empeñado entonces en una lucha a muerte con los reaccionarios del Kuomintang y el desenlace de la lucha estaba por verse), el Estado se halla ahora en condiciones de hacer préstamos a los campesinos pobres para ayudarles a superar sus dificultades, compensándolos así de lo que les va a faltar al obtener menos tierra en el reparto. En consecuencia, debe haber un cambio en nuestra política con respecto a los campesinos ricos -- el reemplazo de la política de expropiar sus excedentes de tierras y de bienes por la de conservar la economía de campesino rico --, a fin de
2. Afianzar el control y la dirección unificados del trabajo financiero y económico y consolidar el equilibrio presupuestario y la estabilidad de los precios. Con sujeción a este principio, se debe reajustar los impuestos y aliviar adecuadamente las cargas del pueblo. Siguiendo el principio de abordar los problemas con una visión de conjunto y dar consideración a los intereses de todos los sectores, se debe eliminar de manera gradual la ceguera y la anarquía en el campo económico, reajustar en forma racional la industria y el comercio existentes y mejorar efectiva y apropiadamente las relaciones entre el sector público y el sector privado así como las existentes entre el trabajo y el capital, de modo que, bajo la dirección del sector estatal de naturaleza socialista, todos los sectores de la economía funcionen con una debida división del trabajo y en forma coordinada, desempeñando cada cual su papel. Así se promoverá la recuperación y el desarrollo de toda la economía. Es erróneo y no concuerda con las condiciones de nuestro país el punto de vista, sostenido por algunas personas, según el cual se puede anticipar la liquidación del capitalismo para implantar el socialismo.
3. Sin perjuicio de garantizarnos una fuerza suficiente para liberar Taiwán y el Tíbet, consolidar la defensa nacional y reprimir a los contrarrevolucionarios, en este año de 1950 debemos desmovilizar una parte de los efectivos del Ejército Popular de Liberación, conservando sus fuerzas principales. Este trabajo debe hacerse con cuidado, de manera que los desmovilizados puedan dedicarse a la producción una vez hayan regresado a su tierra natal. Es indispensable reorganizar el aparato administrativo y acomodar como es debido al personal sobrante, de modo que tenga oportunidades de trabajo o de estudio.
4. Realizar, metódica y cuidadosamente, la reforma del antiguo sistema educacional y la reforma de las viejas instituciones culturales de la sociedad y ganarse a todos los intelectuales patriotas para que sirvan al pueblo. A este respecto, son incorrectas tanto la demora y la renuencia a efectuar estas reformas como la precipitación y las tentativas de efectuarlas de manera ruda.
5. Es necesario efectuar seriamente la labor de auxilio a los obreros e intelectuales sin trabajo y ayudarles metódicamente a obtener ocupación. Es preciso continuar trabajando a conciencia para socorrer a la población damnificada por las calamidades naturales.
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6. Debemos unirnos seriamente con las personalidades democráticas de todos los círculos, ayudarles en la solución de sus problemas de trabajo y estudio y superar toda tendencia a la actitud de "puertas cerradas" o a la contemporización en el trabajo de frente único. Debemos asegurar el éxito de las conferencias populares de representantes de todos los sectores sociales[4], conferencias que contribuyen a unir a los distintos sectores sociales para el trabajo conjunto. Todos los asuntos importantes del gobierno popular deben ser sometidos a la discusión y decisión de dichas conferencias. Hay que asegurar a los representantes el pleno derecho al uso de la palabra, y es errónea toda acción que tienda a amordazarlos.
7. Es imperativo eliminar resueltamente a todos los bandoleros, agentes secretos, tiranos locales y otros elementos contrarrevolucionarios, que tanto daño hacen al pueblo. A este respecto, debemos aplicar la política de combinar la represión con la clemencia, sin descuidar ni la una ni la otra, esto es, castigar indefectiblemente a los principales criminales, no imponer penas a los que, bajo coacción, hayan actuado como cómplices y recompensar a los que hayan rendido servicios positivos. Todo el Partido y el pueblo deben elevar la vigilancia ante las actividades conspirativas de los contrarrevolucionarios.
8. Aplicar firmemente las instrucciones del Comité Central relacionadas con la consolidación y desarrollo de la organización del Partido, el reforzamiento de los vínculos entre el Partido y las masas populares, la práctica de la crítica y autocrítica y la campaña de rectificación del estilo de trabajo en todo el Partido. En vista de que el número de militantes de nuestro Partido se ha elevado a 4.500.000, en adelante debemos adoptar una política de prudencia en la expansión de la organización del Partido, impedir resueltamente la infiltración de elementos arribistas en sus filas y depurarlas debidamente de semejantes elementos. Debemos procurar admitir en el Partido, de manera metódica, a los obreros políticamente conscientes, a fin de aumentar la proporción de obreros en la organización partidaria. Como regla general, en el área rural de las antiguas regiones liberadas, debemos suspender la admisión de nuevos militantes y, en la de las regiones recién liberadas, abstenernos de expandir la organización del Partido hasta tanto haya culminado la reforma agraria, a fin de evitar que elementos arribistas aprovechen la oportunidad para colarse en el Partido. En verano, otoño e invierno de 1950, todo el Partido debe realizar, en estrecha coordinación con las demás tareas y no al margen de ellas, una amplia campaña de rectificación en que se usarán métodos tales
[1]Se refiere al Tratado Chino-Soviético de Amistad, Alianza y Ayuda Mutua, firmado el 14 de febrero de 1950. [pág. 23]
[2]Se refiere a los bonos "Victoria Popular" de valor en géneros mercantiles, emitidos por el Gobierno Popular Central en 1950. [pág. 25]
[3]A partir del invierno de 1950, empezó a desplegarse, en un lugar tras otro, un amplio movimiento de reforma agraria en las regiones recién liberadas del país. En el invierno de 1952, terminó en lo fundamental la reforma agraria, excepción hecha de una parte de las zonas de minorías nacionales. En las regiones liberadas nuevas y antiguas a lo largo y ancho del país, unos trescientos millones de campesinos sin tierra o con poca tierra obtuvieron en el reparto aproximadamente setecientos millones de mu. [pág. 26]
[4]Conforme a lo estipulado en el Programa Común de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, adoptado en 1949, fueron convocadas conferencias populares de representantes de todos los sectores sociales como instituciones que habrían de asumir progresivamente las funciones y poderes de las asambleas populares locales a todos los niveles antes de que éstas se crearan mediante sufragio universal. [pág. 28]