De las
Obras Escogidas de Mao Tsetung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN
Primera edición 1977
Tomo V, págs. 150-57.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
SOBRE EL PROYECTO DE CONSTRUCCION DE
LA REPUBLICA POPULAR CHINA[*]
14 de junio de 1954
Este proyecto de Constitución goza, por lo visto, del apoyo de la gente. De las discusiones sostenidas en Pekín por más de quinientas personas y de otras realizadas por activistas de diversos círculos en las distintas provincias y municipios, o sea, de las amplias discusiones con una participación total de más de ocho mil personas representativas de la nación entera, se puede ver que el anteproyecto de Constitución es bastante bueno y que cuenta con el consenso y respaldo generales. Muchos han hecho uso de la palabra en la sesión de hoy expresándose en este mismo sentido.
¿Por qué se organizaron discusiones tan amplias? Porque esto ofrecía varias ventajas. Primero. ¿Sería aprobado por una gran cantidad de gente lo que había salido de las deliberaciones de un reducido número? A través de las discusiones se ha confirmado que los artículos y principios fundamentales del anteproyecto de Constitución se han granjeado la aprobación genera. Todo lo correcto del anteproyecto ha sido conservado. Que varios miles de personas hayan aprobado las ideas de un reducido número de dirigentes demuestra que éstas son fundamentadas, apropiadas y realizables. Esto nos ha infundido confianza. Segundo. Se ha recogido, en el curso de las discusiones, más de 5.900 sugerencias (sin incluir las preguntas planteadas). Estas sugerencias pueden dividirse en tres categorías. A la primera categoría pertenecen las sugerencias incorrectas. A la segunda, aquellas que, sin ser del todo incorrectas, son inadecuadas y que no conviene por eso aceptar. Ahora bien, siendo inconveniente aceptarlas, ¿por qué las hemos recogido también? ¿Tiene alguna ventaja recoger estas sugeren-
¿Cuáles son las razones de que este proyecto de Constitución haya obtenido el apoyo de la gente A mi modo de ver, una de ellas es que en el proceso de su elaboración hemos aplicado el método de integración de las ideas de los organismos dirigentes con las de las amplias masas. Este proyecto ya conjuga en sí las ideas de un reducido número de dirigentes con las de más de ocho mil personas y, después de su publicación, será sometido a la discusión de todo el pueblo, a fin de que las ideas de las autoridades centrales se integren con las de todo el pueblo. He aquí el método de integración de la dirección con las masas, de los dirigentes con la multitud de activistas. Este método lo hemos utilizado hasta ahora y lo debemos seguir utilizando. Es preciso emplearlo en todo acto legislativo de importancia. Es este método el que nos ha permitido elaborar un proyecto de Constitución bastante satisfactorio y completo.
¿Por qué este proyecto ha obtenido el respaldo de ustedes, los presentes en esta reunión, y de la masa de activistas? ¿Por qué lo consideran bueno? Principalmente por dos razones: Una es que constituye una síntesis de experiencias, y la otra, que integra la fidelidad a los
Primero. En este proyecto de Constitución se han sintetizado las experiencias del pasado, en particular, las de la revolución y la construcción en estos cinco años. Allí se han resumido las experiencias de la revolución popular dirigida por el proletariado contra el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, así como las experiencias de la reforma social, la construcción económica y cultural y la labor gubernamental de los últimos años. También se han sintetizado las experiencias relativas a la cuestión constitucional, acumuladas a partir de los últimos años de la dinastía Ching, valga decir, desde los diecinueve preceptos[1] proclamados en los días finales de la dinastía
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Ching, pasando por la Constitución Provisional de la República de China[2] proclamada en 1912, las constituciones o proyectos de constitución de gobiernos de caudillos militares del Norte[3] y el Convenio de la República de China para el Período de Tutela Política del reaccionario gobierno chiangkaishekista, hasta la espuria constitución de Chiang Kai-shek. De todos ellos sólo uno es positivo, y los demás son negativos. En efecto, la Constitución Provisional de la República de China de 1912 fue un documento relativamente bueno para su tiempo. Claro que es un documento incompleto, deficiente y burgués por su naturaleza, pero tiene algo de revolucionario y democrático. Esta Constitución es muy sencilla; dicen que se elaboró con mucho apremio, mediando sólo un mes entre su redacción y su aprobación. En cuanto a las demás constituciones o proyectos de constitución, fueron todos reaccionarios. El proyecto de Constitución que tenemos ahora es, principalmente, un resumen de las experiencias de la revolución y la construcción de nuestro país y, a la vez, una obra que conjuga experiencias nacionales y extranjeras. Nuestra Constitución es de tipo socialista. Para su elaboración nos basamos principalmente en nuestras propias experiencias y también tomamos en consideración lo que hay de positivo en las constituciones de la Unión Soviética y las Democracias Populares. En materia de constituciones, la burguesía es la precursora. La burguesía, trátese de la inglesa, la francesa o la estadounidense, tuvo su período revolucionario, y fue precisamente entonces cuando empezó a crear constituciones. No debemos borrar de un plumazo la democracia burguesa, negando el papel que han jugado en la historia las constituciones burguesas. Sin embargo, las constituciones burguesas son hoy todas negativas, malas; las constituciones de los países imperialistas, en particular, están destinadas a engañar y oprimir a las grandes mayorías. Nuestra Constitución es de tipo nuevo, socialista, es diferente de las de tipo burgués. Es mucho más progresista que las promulgadas por la burguesía incluso en su período revolucionario. En esto le llevamos ventaja.
Segundo. En nuestro proyecto de Constitución se combina la fidelidad a los principios con la flexibilidad. Los principios son fundamentalmente dos: el de la democracia y el del socialismo. La nuestra no es una democracia burguesa, sino una democracia popular o, dicho de otro modo, es la dictadura democrática popular dirigida por el proletariado y basada en la alianza obrero-campesina. El principio de la democracia popular impregna toda nuestra Constitución. El otro es el principio del socialismo. Hoy ya hay socialismo en nuestro
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Popular China existen actualmente cuatro formas de propiedad sobre los medios de producción; pero, en realidad, hay otras formas de propiedad en las zonas de minorías nacionales. ¿Subsiste o no el régimen de propiedad de la comunidad primitiva en nuestro país? Supongo que subsiste entre algunas minorías nacionales. Asimismo, en nuestro país existen todavía la propiedad esclavista y la propiedad feudal. Aunque, vistos con los ojos de hoy, no son buenos ni el sistema esclavista, ni el feudal, ni el capitalista, lo cierto es que en la historia fueron más progresistas que el sistema de la comunidad primitiva. Fueron progresistas al comienzo, pero más tarde se volvieron inservibles y, en consecuencia, fueron reemplazados por otros. El Artículo 70 del proyecto de Constitución estipula que, en las zonas de minorías nacionales, "de conformidad con las particularidades políticas, económicas y culturales de la nacionalidad o nacionalidades de una localidad, se pueden elaborar estatutos de autonomía y estatutos específicos". Todos estos son ejemplos de cómo se integra la fidelidad a los principios con la flexibilidad.
El hecho de que este proyecto de Constitución se haya granjeado el apoyo y el elogio de todos, se debe precisamente a estas dos razones: Ha resumido correcta y adecuadamente las experiencias y ha integrado correcta y adecuadamente la fidelidad a los principios con la flexibilidad. De no haber sido así, pienso que no habría sido aprobado ni elogiado por tanta gente.
Este proyecto es completamente aplicable y debe ser aplicado. Por supuesto, hasta hoy sólo se trata de un proyecto; pero, dentro de unos meses, luego de que sea aprobado por la Asamblea Popular Nacional, pasará a ser la Constitución oficial. Debemos prepararnos desde ahora para poner en práctica la Constitución. Una vez aprobada, debe ser cumplida por todos y cada uno de los chinos y, en particular, por los funcionarios del Estado, que tienen que tomar la delantera; los presentes en esta reunión debemos ser los primeros en cumplirla. No hacerlo significa llanamente ir en su contra.
Después de publicado, el proyecto de Constitución gozará del apoyo unánime de todo el pueblo y elevará su entusiasmo. Así como una organización debe tener sus estatutos, un Estado también debe tener los suyos; la Constitución son los estatutos generales, la ley fundamental. En forma de Constitución, de ley fundamental, consagramos el principio de la democracia popular y el del socialismo, para que todo el pueblo cuente con una orientación nítida y sepa
¿Tendrá o no este proyecto, una vez publicado, repercusión en el extranjero? Sí, la tendrá tanto en el campo democrático como en los países capitalistas. La gente del campo democrático se regocijará al ver que hemos trazado un camino claro, definido y correcto. Cuando los chinos estamos contentos, ellos también lo están. Los pueblos oprimidos y explotados de los países capitalistas se sentirán igualmente contentos si se enteran de ello. Por supuesto, habrá gentes, como los imperialistas y Chiang Kai-shek, que no estarán contentas. Imagínense ustedes: ¿Podrá estar contento Chiang Kai-shek? Creo que no hace falta preguntarle a él para convencerse de su descontento. A Chiang Kai-shek lo conocemos muy bien; él de ningún modo estará de acuerdo con nuestra Constitución. El Presidente Eisenhower tampoco estará contento; dirá asimismo que nuestra Constitución no es buena. Ellos afirmarán que nuestra Constitución señala un camino claro y definido, pero muy malo y erróneo. ¡Qué socialismo ni qué democracia popular! ¡Son simples aberraciones! Ellos tampoco aprobarán nuestra flexibilidad. Lo que más les gustaría es que intentáramos implantar, de buenas a primeras, el socialismo creando un montón de líos en todas partes. Esto sí que les produciría deleite. Ellos tampoco aprobarán el que en China haya un frente único, pues desearían que impusiéramos la "pureza de un solo color". Nuestra Constitución refleja las peculiaridades de nuestra nación y, al mismo tiempo, reviste un carácter internacional; es un fenómeno nacional y también internacional. Son numerosos los países que, como el nuestro en el pasado, están sometidos a la opresión del imperialismo y el feudalismo; sus habitantes representan la mayoría de la población mundial. Será una ayuda para los pueblos de estos países que tengamos una constitución revolucionaria, una constitución de democracia popular, y un camino claro, definido y correcto.
Nuestro objetivo general consiste en luchar por la construcción de un gran país socialista. El nuestro es un país grande con seiscientos millones de habitantes. ¿Cuánto tiempo se necesita, en fin de cuentas, para realizar la industrialización socialista y la transformación socialista y mecanización de la agricultura, y cuánto para construir un gran país socialista? No vamos a fijar ahora un plazo rígido. Para sentar las bases, se requieren probablemente tres planes quinquenales, un lapso de quince años. ¿Será China un gran país socialista para ese entonces? No necesariamente. A mi juicio, para construir un gran país socialista,
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necesitaremos aproximadamente cincuenta años, es decir, diez planes quinquenales. Al cabo de ese plazo, nuestro objetivo se verá más o menos alcanzado, y la fisonomía de China será presentable y muy distinta de lo que es hoy. ¿Qué cosas podemos producir ahora? Podemos fabricar mesas, sillas, tazas y teteras, cultivar cereales, moler harina y fabricar papel, pero todavía no estamos en condiciones de producir ni un solo vehículo motorizado, ni un avión, ni un tanque, ni un tractor. No debemos fanfarronear demasiado, no debemos andar con el rabo erguido. Desde luego, con esto no quiero decir que podamos erguir un poco el rabo cuando fabriquemos el primer vehículo motorizado, erguirlo más alto cuando fabriquemos diez, y erguirlo todavía más mientras más vehículos fabriquemos. No, eso es inadmisible. Aun al cabo de cincuenta años, cuando nuestro país tenga una fisonomía presentable, debemos seguir siendo modestos como ahora. No sería bueno que, llegado ese momento, nos volviéramos arrogantes y miráramos por encima del hombro a los demás. Debemos seguir guardándonos del engreimiento aun luego de transcurridos cien años. Nunca debemos andar con el rabo erguido.
Nuestra Constitución es de tipo socialista, pero todavía no es una constitución completamente socialista, sino una constitución para el período de transición. Actualmente debemos estrechar la unidad de todo el pueblo y unirnos con todas las fuerzas que puedan y deban ser unidas, para luchar juntos por la construcción de un gran país socialista. La Constitución ha sido redactada precisamente con este objetivo.
Para terminar, quiero aclarar un problema. Hay quienes dicen que la supresión de ciertos artículos en el proyecto se debe a la extraordinaria modestia de alguna que otra persona. Pero, esta explicación no viene al caso. Tal supresión no obedece a la modestia de nadie, sino al hecho de que consignar tales artículos no es apropiado, razonable ni científico. En un país de democracia popular como el nuestro, no se debe incluir en la Constitución artículos inadecuados como ésos. No se trata aquí de que hayamos suprimido, por razones de modestia, artículos que debieran figurar en la Constitución. En lo que a la ciencia se refiere, nada tienen que ver con ella ni la modestia ni la inmodestia. La elaboración de una constitución es un trabajo científico. No debernos creer en nada que no sea la ciencia, valga decir, no debemos tener fe ciega en nada. Trátese de quién se trate, de un chino o de un extranjero, de una persona muerta o de una viva, lo correcto es correcto, y lo incorrecto, incorrecto; todo lo contrario a esto equivale
[1]Se refiere a los Diecinueve Importantes Preceptos promulgados en noviembre de 1911 por el Gobierno de la dinastía Ching. [pág. 151]
[2]La Constitución Provisional de la República de China fue promulgada por el Dr. Sun Yat-sen después de la Revolución de 1911, cuando desempeñaba el cargo de Presidente provisional de la República de China. [pág. 152]
[3]Se refiere al proyecto de Constitución del Templo del Cielo de 1913 y el Convenio de 1914 elaborados por el gobierno de Yuan Shi-kai, a la Constitución promulgada por el gobierno de Tsao Kun en 1923 y al proyecto de Constitución presentado por el gobierno provisional de Tuan Chi-yui en 1925. [pág. 152]