F. ENGELS

CARTA A AUGUSTE BEBEL



Primera edición: La colección de la correspondencia de Marx y Engels se publicó por vez primera en alemán en 1934 a cargo del Instituto Marx-Engels-Lenin de Leningrado. La segunda edición, ampliada, se realizó en inglés en 1936.
Fuente  de la versión castellana de la presente carta: C. Marx & F. Engels, Correspondencia, Ediciones Política, La Habana, s.f.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 2010.


 

 

Londres, 20-23 de enero de 1886

LA desintegración de los librepensadores alemanes en el dominio de la economía corresponde a lo que les está ocurriendo a los radicales ingleses. La gente de la vieja escuela de Manchester a la John Bright está desapareciendo, y la nueva generación, igual que los berlineses, busca reformas sociales de remiendo. Sólo que aquí el burgués no quiere ayudar tanto al obrero industrial como al agrícola, que acaba de prestarle excelentes servicios en las elecciones; y con la diferencia de que, según la manera inglesa, no es tanto el Estado como la municipalidad quien tiene que intervenir. Para los trabajadores agrícolas, jardincitos y sembradíos de papas, para los obreros urbanos, mejoras sanitarias y cosas parecidas: este es su programa. Un signo promisorio es que la burguesía ya se ve obligada a sacrificar su propia teoría económica clásica, en parte por razones políticas, pero en parte también porque ellos mismos, debido a las consecuencias prácticas de esta teoría, han empezado a dudar de ella.

Esto lo demuestra también el crecimiento del “socialismo de cátedra”, que en una forma u otra está suplantando gradualmente a la economía clásica en las cátedras universitarias de Inglaterra y Francia. Las contradicciones reales engendradas por el método de producción se han tornado tan evidentes, que ninguna teoría puede seguir ocultándolas, a excepción de este amasijo profesoral del socialismo de cátedra, el que no es ya una teoría sino una baba.

Se dijo hace seis semanas que habrían de manifestarse síntomas de un mejoramiento del comercio. Pero todo esto ha vuelto a terminar en nada, la miseria es mayor que nunca y también la falta de perspectivas, a lo que se agrega un invierno excepcionalmente crudo. Este es ya el octavo año de presión de la superproducción sobre los mercados, y en lugar de mejorar empeora constantemente. Ya no cabe duda de que la situación ha cambiado radicalmente en relación a la que era antes; desde que a Inglaterra le han salido importantes rivales en el mercado mundial, el período de las crisis, en el sentido conocido hasta ahora se ha cerrado. Si las crisis se transforman de agudas en crónicas, sin perder, al mismo tiempo, nada de su intensidad ¿en qué se terminará? Después de todo, alguna vez debe volver un período de prosperidad, aunque sea corto, una vez que se haya agotado la acumulación de mercancías; pero tengo curiosidad por ver cómo ocurrirá todo esto. Mas dos cosas son seguras: hemos entrado en un período incomparablemente más peligroso para la existencia de la vieja sociedad que el período de las crisis decenales; y en segundo lugar, cuando vuelva la prosperidad Inglaterra será mucho menos afectada por la crisis que anteriormente, cuando ella sola rasaba la crema del mercado mundial. El día en que esto se vea claro aquí, y no antes, comenzará seriamente el movimiento socialista inglés.