Pronunciado: El 1 de abril de
1969; aprobado por el Congreso el 14 de abril de 1969.
Datos de publicación en castellano: Aparecio en Pekin
Informa, no. 17 (30 de abril) de 1969; luego fue publicado por Ediciones en
Lenguas Extranjeras, como Lin Piao, Informe ante el IX Congreso Nacional del
Partido Comunista de China (Beijing, 1969) y reproducido también por el
Comité Central del Partido Comunista de España, como Lin Piao, Informe
ante el IX Congreso Nacional del Partido Comunista de China: hecho el 1o de
abril y aprobado el 14 de abril de 1969 (España, 1969) y en la revista
argentina Cristianismo y Revolución, de la primera quincena de junio de 1969
(no. 17).
Fuente del Texto Digital: "China:
Habla Lin Piao" en Ruinas
Digitales: Arqueología comunicacional, 19 de noviembre de 2010; tomado de "China:
Habla Lin Piao", revista Cristianismo y Revolución,
año III no. 17 (primera quincena de junio 1969) págs. 35 a 49.
Esta Edición: Marxists Internet Archive, agosto de 2013.
Camaradas:
El IX Congreso Nacional del Partido Comunista de China será un congreso de trascendental influencia en la historia de nuestro Partido.
Nuestro Congreso se celebra en momentos en que la gran revolución cultural proletaria, iniciada y dirigida personalmente por el Presidente Mao, ha logrado grandes victorias. Esta gran tempestad revolucionaria ha demolido el cuartel general burgués acaudillado por el renegado, agente enemigo y vendeobreros. Liu Shaochi, ha desenmascarado al puñado de renegados, agentes secretos y dirigentes seguidores del camino capitalista impenitentes dentro del Partido que tienen a Liu Shaoqi como representante general, ha frustrado su conspiración para restaurar el capitalismo, ha fortalecido enormemente la dictadura del proletariado de nuestro pais y ha robustecido grandemente a nuestro Partido, preparando así plenas condiciones en lo político, ideológico y organizativo para el presente Congreso.
La gran revolución cultural proletaria de nuestro pais es una verdadera revolución proletaria de gran envergadura.
El Presidente Mao ha expuesto en términos concisos la necesidad de esta gran revolución: “La presente gran revolución cultural proletaria es completamente necesaria y muy oportuna para consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la restauración del capitalismo y construir el socialismo”. Pora comprender a plenitud esta afirmación científica del Presidente Mao, debemos compenetrarnos profundamente con la teoría del Presidente Mao sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado.
En 1957, poco después de clausurado el VII Congreso Nacional del Partido, el presidente Mao publicó su giran obra Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones- en el seno del pueblo, en la que, a continuación de su “Informe ante la II Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido Comunista de China”, trata en todos los aspectos las contradicciones, clases y lucha de clases en las condiciones de la dictadura del proletariado, formula integramente la tesis sobre la existencia en la sociedad socialista le dos tipos de contradicciones de naturaleza distinta: contradicciones entre nosotros y el enemigo y contradicciones en el seno de] pueblo, y la gran teoría sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado. Esta obra ilumina como un faro brillante el rumbo de la revolución y construcción socialistas de nuestro pais y, a la vez, sienta la base teórica para la presente gran revolución cultural proletaria.
A fin de comprender con mayor profundidad la gran contribución histórica del Presidente Mao, es necesario recordar brevemente la experiencia histórica del movimiento comunista internacional.
En 1852, Marx dijo: “Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses, la anatomía económica de éstas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción: 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases”. (Marx, Engels: Selección de correspondencias, pág. 63, edición china). La teoría de Marx sobre la dictadura del proletariado dejó delineados los límites entre el socialismo científico y el socialismo utópico así como el seudosocialismo de todos los colores. Marx y Engels lucharon toda la vida por su teoría y por hacerla realidad.
Después del fallecimiento de Marx y Engels, casi todos los partidos de la II Internacional, a excepción del Partido bolchevique dirigido por Lenin, traicionaron al marxismo. En su lucha contra el revisionismo de la II Internacional, Lenin heredó, defendió y desarrolló el marxismo. El foco de la lucha fue el problema de la dictadura del proletariado. Fustigando a los viejos revisionistas, Lenin señaló en repetidas ocasiones: “Quien reconoce solamente la lucha de clases no es aún marxista”. “Marxista sólo es el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado”. (Lenin: Obras completas, t. XXV, pág. 309, edición china).
Lenin dirigió al proletariado ruso en la conquista de la victoria de la Gran Revolución Socialista de Octubre y en el establecimiento del primer Estado socialista. Sobre la base de su gran práctica revolucionaria en la dirección de la dictadura del proletariado, Lenin se percató del peligro de restauración del capitalismo y del carácter prolongado de la lucha de clases: “El paso del capitalismo al comunismo llena toda una ¿poca histórica. Mientras esta época histórica no finalice, los explotadores siguen inevitablemente abrigando esperanzas de restauración, esperanzas que se convierten en tentativas de restauración”. (Lenin: Obras completas, t. XXVIIT, pág. 235, edición china).
Lenin señaló: “…cuya resistencia Lia de la burguesía] se ve decuplicada por su derrocamiento (aunque no sea más que en un país) y cuya potencia consiste, no sólo en la fuerza del capital internacional, en la fuerza y la solidez de los vínculos internacionales de la burguesía, sino, además, en la fuerza de la costumbre, en la fuerza de la pequeña producción. Porque, por desgracia, queda todavía en el mundo mucha, muchísima pequeña producción, y la pequeña producción engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día. a cada hora, de modo espontáneo y en masa”. La conclusión de Lenin fue: “Por todos estos motivos, le dictadura del proletariado es indispensable”. (Lenin: Obras completas, t. XXXI, pág. 6¿edición china).
Lenin señaló también que una “nueva burguesía” surgía de “entre nuestros funcionarios soviéticos”. Lenin: Obras completas, t. XXIX, pág. 162, edición china).
Lenin indicó que el peligro de restauración provenía, además, del cerco del capitalismo: Los países imperialistas “no perderán oportunidad alguna que les permita una intervención militar, como ellos dicen, o sea, asfixiar al Poder soviético”. (Lenin: Obras completas, t. XXXI, pág. 423, edición china).
La camarilla de renegados revisionistas soviéticos ha traicionado por completo estas brillantes enseñanzas de Lenin. De Jruschov a Brezhnev y sus semejantes, todos son dirigentes seguidores del camino capitalista ocultos en el seno del Partido Comunista de la Unión Soviética desde hace tiempo. Una vez en el Poder, convirtieron las “esperanzas de restauración” de la burguesía en “tentativas de restauración”, usurparon la dirección del Partido de Lenin y Stalin, y, mediante la “evolución pacífica”, transformaron al primer Estado de dictadura del proletariado del mundo en un tenebroso Estado fascista de dictadura burguesa.
El Presidente Mao ha sostenido una lucha de medida por medida contra el revisionismo contemporáneo cuyo centro es la camarilla de renegados revisionistas soviéticos, y ha heredado, defendido y desarrollado le teoría marxista-leninista sobre la revolución proletaria y la dictadura del proletariado. El Presidente Mao ha hecho un balance completo de la experiencia histórica de la dictadura del proletariado en sus aspectos tanto positivos como negativos, y ha formulado la teoría sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado para prevenir la restauración del capitalismo.
Poco antes de que la revolución china pasara de la revolución de nueva democracia a la socialista, o sea, en marzo de 1949, el Presidente Mao, en su informe ante la II Sesión Plenaria del Vil Comité Central del Partido, ya señaló explícitamente que, conquistado el Poder en todo el país por el proletariado, la contradicción principal dentro del país sería la contradicción entre la clase obrera y la burguesía”. El centro de la lucha seguía siendo la cuestión del Poder. El Presidente Mao nos advirtió en particular: “Después de eliminados los enemigos con fusiles, quedarán aún los enemigos sin fusiles, quienes entablarán, inevitablemente, una lucha a muerte contra nosotros; jamás debemos subestimarlos. Si ahora no planteamos ni comprendemos el problema de ente modo, cometeremos errores muy graves”. El Presidente Mao, previendo el carácter prolongado y complejo de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía después de establecida la dictadura del proletariado, planteó a todo el Partido la tarea combativa de luchar contra el imperialismo, el Kuomintang y la burguesía en los terrenos político, ideológico, económico, cultural y de relaciones exteriores.
A la luz de la resolución de la II Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido y de la línea general del Partido para el período de transición trazada por el Presidente Mao, nuestro Partido se entregó a intensos combates. En 1956 culminó en lo fundamental la transformación socialista de la propiedad de los medios de producción en la agricultura, la artesanía, y la industria y comercio capitalistas. Este fue un momento crucial en que se planteó si la revolución socialista podía proseguir su avance. En vista del desenfreno del revisionismo en el movimiento comunista internacional y de las nuevas tendencias de la lucha de clases en nuestro país, el Presidente Mao, en su gran trabajo Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, llamó la atención a todo el Partido: “En China, aunque en lo fundamental ha culminado la transformación socialista de la propiedad”, “.subsisten remanentes de las clases derrocadas: la clase terrateniente y la burguesía compradora: subsiste la burguesía, y la transformación de la pequeña burguesía sólo acaba de empezar”. Para replicar absurdo propalado en 1956 por Liu Shaoqi de que “en nuestro país ya está resuelto ahora el problema de quién vencerá: el socialismo o el capitalismo”, el Presidente Mao señaló en particular: “…aún no ha sido resuelta en definitiva la cuestión de quién vencerá: el socialismo o el capitalismo”. “La lucha de clases entre el proletariado y la burguesía, entre las diferentes fuerzas políticas y entre el proletariado y la burguesía en el terreno ideológico, será aún larga, tortuosa y a veces incluso muy enconada”. Así, por primera vez en la teoría y práctica del movimiento comunista internacional, se planteó explícitamente Que, culminada en lo fundamental la transformación socialista de la propiedad de los medios de producción aún existen clases y lucha de clases, y el proletariado debe continuar la revolución.
El cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao condujo a las amplias masas a continuar la gran lucha siguiendo el rumbo señalado por el Presidente Mao. El centro de la lucha —desde la lucha contra los derechistas burgueses en 1957 hasta la lucha para desenmascarar a la camarilla antipartido de Peng Te-juai en la Reunión de Lushan en 1959, desde el gran debate acerca de la línea general del Partido para la construcción socialista hasta la lucha entre las dos líneas en el movimiento de educación socialista— residía en la cuestión de seguir el camino socialista o el capitalista, en la cuestión de persistir en la dictadura del proletariado o restaurar la dictadura burguesa.
Todas las victorias de la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao y la victoria de cada batalla importante librada por el Partido contra la burguesía se han logrado sólo desbaratando la línea revisionista de derecha, o de “izquierda” en la forma y de derecha en esencia, línea representada por Liu Shaochi.
Ahora está comprobado que, ya en el período de la Primera Guerra Civil Revolucionaria, Liu Shaoqi renegó del Partido y se entregó al enemigo, convirtiéndose en agente enemigo y vendeobreros, que es un lacayo del imperialismo, del revisionismo contemporáneo y de los reaccionarios kuomintanistas que ha cometido innumerables crímenes, y que es el representante general de los dirigentes seguidores del camino capitalista. El tenía una línea política con la que intentaba en vano restaurar el capitalismo en China y hacer de ella una colonia del imperialismo y del revisionismo. Tenía además una línea organizativa al servicio de su línea política contrarrevolucionaria. Durante muchos años, reclutando gentes de su calaña, Liu Shaoqi reunió toda una banda de renegados, agentes secretos y dirigentes seguidores del camino capitalista. Todos ellos ocultaron sus antecedentes políticos contrarrevolucionarios, se ampararon entre sí, se confabularon en sus fechorías, usurparon importantes cargos del Partido y del Estado y controlaron la dirección en muchas entidades tanto centrales como locales, formando así un cuartel general burgués clandestino en oposición al cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao. En contubernio con el imperialismo, el revisionismo contemporáneo y la reacción kuominista, ellos desempeñaron un papel destructivo que no podían el imperialismo norteamericano, el revisionismo soviético y la reacción mundial.
En 1939, cuando la guerra de liberación nacional contra el Japón dirigida por el Presidente Mao se desarrollaba impetuosamente. Liu Shaoqi sacó su siniestro libro sobre la “autocultivación”. El elemento esencial de este libro es la traición a la dictadura del proletariado. En el libro no habló en absoluto de la lucha por derribar al imperialismo japonés, de la lucha contra los reaccionarios del Kuomintang, y del principio fundamental marxista-leninista de tomar el Poder mediante la fuerza armada, sino que. por el contrario, exigió a los comunistas que se apartaran de la gran práctica revolucionaria y se entregaran a la “autocultivación” idealista, lo que era en realidad exigir a los comunistas que, mediante la “autocultivación”, se convirtieran en servidores jostrados ante la dictadura contrarrevolucionaria del imperialismo y de los reaccionarios kuomintanistas.
Después de la victoria de la Guerra de Resistencia contra el Japón, cuando las tropas contrarrevolucionarias de Chiong Kai-shek, pertrechadas por el imperialismo norteamericano, se disponían a desatar ofensivas en gran escala contra las regiones liberadas, Liu Shaoqi, respondiendo a las necesidades de los reaccionarios norteamericanos y chiang-kaishekiatas, lanzó la línea capitulacionista que sostenía que “China ha emprendido una nueva etapa, la de paz y democracia”, para oponerse a la línea general de “movilizar audazmente a las masas y robustecer las fuerzas populares a fin de que, bajo la dirección de nuestro Partido, derroten a los agresores y construyan una nueva China” y a la política de “responder medida por medida y luchar por cada pulgada de terreno” ante los ataques de los reaccionarios norteamericanos y chiangknishekistas, formuladas ambas por el Presidente Mao. Pregonó que “en estos momentos la forma principal de lucha de la revolución china ya ha pasado de la lucha armada a la lucha no armada, de masas y parlamentaria”, pretendió suprimir la dirección del Partido sobre el ejército popular, integrar en el “Ejército Nacional” de Chiang Kai-shek, mediante la “unificación” al VIII Ejército y al Nuevo 4° Cuerpo de Ejército, antecesores del Ejército Popular de Liberación, y desmovilizar a gran cantidad de soldados de las fuerzas obrero-campesinas dirigidas por el Partido. Con todo ello trató de liquidar de raíz al ejército popular, estrangular la revolución china y ofrecer en bandeja de plata al Kuomintang los frutos de la victoria conquistados a costa de sangre por el pueblo chino.
En abril de 1949, es decir, cuando el Ejército Popular de Liberación de China estaba listo para cruzar el rio Yangtsé y la revolución de nueva democracia de China se avecinaba a la victoria en todo el país, Liu Shaoqi fue a Tientsín en donde se lanzó al regazo de los capitalistas. Oponiéndose frenéticamente a la política de utilización, limitación y transformación de las industrias capitalislas privadas, política acordada en la II Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido que acababa de clausurarse, pregonó a los cuatro vientos que “hoy él capitalismo en China está aún en su juventud”, que estaba destinado a un “gran desarrollo” sin límites, y que “la explotación capitalista hoy no es un crimen, sino un mérito”; alabó descaradamente a la burguesía afirolando que “cuanto más explote tanto mayor será su mérito”, y predicó con gran celo la teoría revisionista de las fuerzas productivas, en un vano intento de llevar a China al camino del capitalismo.
En resumen, en muchas importantes coyunturas históricas de la revolución de nueva democracia y de la involución socialista, Liu Shaoqi y su banda se opusieron con furia a la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao e intrigaron realizando actividades contrarrevolucionarias de zapa. No obstante, siendo ellos contrarrevolucionarios, su conspiración tenía que revelarse. Ellos se volvieron aún más desenfrenados después que Jruschov subió al Poder, sobre todo cuando los revisionistas soviéticos, coludidos con los imperialistas norteamericanos y los reaccionarios de la India y de otros países, desencadenaron campañas antichinas en vasta escala.
El Presidente Mao fue el primero en percatarse del peligro de la conspiración contrarrevolucionaria de Liu Shaoqi y su banda. En la reunión de trabajo del Comité Central del Partido celebrada en enero de 1962, el Presidente Mao señaló la necesidad de estar alerta contra el surgimiento del revisionismo. En la reunión de trabajo del Comité Central en Pei-taije y en la X Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido, celebradas respectivamente en agosto y septiembre de 1962, el Presidente Mao formuló en forma aún más completa la línea fundamental de nuestro Partido para toda la etapa histórica del socialismo. El Presidente Mao señaló: “La sociedad socialista cubre una etapa histórica bastante larga. Durante la etapa histórica del socialismo, aún existen clases, contradicciones de clase y lucha de clases; existen la lucha entre el camino socialista y el capitalista y el peligro de una restauración capitalista. Es preciso comprender lo largo y complicado de esta lucha y elevar nuestra vigilancia. Es necesario realizar la educación socialista. Es necesario comprender y tratar de manera correcta el problema de las contradicciones de clase y de la lucha de clases y distinguir acertadamente las contradicciones entre nosotros y el enemigo de las existentes en el seno del pueblo, y tratarlas de manera correcta. De otro modo, un país socialista como el nuestro, se convertirá en su contrario, degenerará, y se producirá la restauración. De ahora en adelante, debemos hablar de esto cada año, cada mes y cada día, de modo que tengamos una comprensión relativamente clara de este problema y sigamos una línea marxista-Leninista.” Esta línea marxista-leninista formulada por el Presidente Mao es la arteria vital de nuestro Partido.
A continuación, en mayo de 1963, fue elaborada bajo la dirección del Presidente Mao la “Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre algunos problemas en el actual trabajo rural (proyecto)” (es decir, la “Decisión de 10 Puntos”) en la cual se establecieron la línea, principios y políticas del Partido para el movimiento de educación socialista. Además, el Presidente Mao advirtió de nuevo a todo el Partido: De olvidar las clases y la lucha de clases, de olvidar la dictadura del proletariado, “entonces no haría falta mucho tiempo, tal vez unos cuantos años, o una década, o varias décadas a lo sumo, para que se produjera fatalmente una restauración contrarrevolucionaria a escala nacional, el partido marxista-leninista se transformara en partido revisionista o en partido fascista, y toda China cambiara de color. Que lo piensen los cantaradas: “¡cuan peligrosa sería esa situación!” El Presidente Mao mostró así con mayor claridad a todo el Partido y a todo el pueblo el peligro de restauración del capitalismo.
Todas estas advertencias y luchas no cambiaron ni podían cambiar en lo más mínimo, la naturaleza de clase reaccionaria de Liu Shaoqi y su banda. En 1964, en el gran movimiento de educación socialista, Liu Shaoqi saltó a la palestra para reprimir a las masas y proteger a los dirigentes seguidores del camino capitalista, atacó abiertamente el método científico marxista propugnado por el Presidente Mao de investigar y estudiar las condiciones de la sociedad, calificándolo de “anticuado”, y disparató afirmando que quien no seguía la línea de Liu Shaoqi “no está calificado para ser dirigente”. Ellos desesperaban por restaurar el capitalismo. A finales de 1964, el Presidente Mao convocó una reunión de trabajo del Comité Central, presidió la elaboración del documento “algunos problemas actuales planteados en el movimiento de educación socialista en el campo” (es decir, el “Documento de 23 Puntos”), censuró severamente la linea reaccionaria burguesa de Liu Shaoqi de “izquierda” en la forma y de derecha en esencia, criticó las peregrinas afirmaciones de Liu Shaoqi tales corno el “entrelazamiento de las contradicciones internas del Partido y las de fuera del Partido” y la “contradicción entre cuatro limpiezas y cuatro no limpiezas”, y por primera vez estableció sin equívoco que “el blanco principal del movimiento actual son aquellos dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del
Partido”. Esta nueva conclusión a que llegó el Presidente Mao resumiendo la experiencia histórica de la dictadura del proletariado en China y en otros países corrigió el rumbo del movimiento de educación socialista y señaló la orientación para la gran revolución cultural proletaria venidera.
Pasando revista a la historia de este período, podemos comprender que, de ningún modo, es casual esta gran revolución cultural proletaria en que han participado los centenares de millones de integrantes de las masas revolucionarías. Ella es la consecuencia inevitable de la prolongada y aguda lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas existentes en la sociedad socialista. Esta es “una gran revolución política sostenida por el proletariado contra la burguesía y las demás clases explotadoras; es la continuación de la prolongada lucha entre el Partido Comunista de China y las amplias masas populares revolucionarias bajo su dirección, de un lado, y los reaccionarios kuomintunistas, del otro, y es la continuación de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía”. El proletariado, los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior, el Ejército Popular de Liberación, los cuadros revolucionarios y los intelectuales revolucionarios de China, heroicos y decididos a seguir (Je cerca al gran líder el Presidente Mao por el camino del socialismo, ya no podían contenerse ante las actividades de restauración de Liu Shaoqi y su banda, y una gran batalla de clases se hacia inevitable.
Justamente como lo señaló el Presidente Mao en una conversación en febrero de 1967, “en el pasado libramos luchas en las zonas rurales, en las fábricas, en los círculos culturales, y realizamos el movimiento de educación socialista. Sin embargo, todo esto no pudo resolver el problema, porque no habíamos encontrado una forma, un medio para movilizar a las amplias masas de manera abierta, en todos los terrenos y de ahajo arriba a exponer nuestro lado oscuro”. Ahora hemos encontrado tal forma, y ésta es la gran revolución cultural proletaria. Sólo movilizando a centonares de millones de integrantes de Jas masas en la plena y franca exposición de opiniones, en el pleno uso del dazibao y en los grandes debates, se logra desenmascarar a los renegados, agentes secretos y dirigentes seguidores del camino capitalista infiltrados en el Partido, y hacer añicos su conspiración de restaurar el capitalismo. Precisamente con la participación de las amplias masas, se logró identificar la verdadera catadura del renegado, agente enemigo y vende-obreros Liu Shaoqi, como contrarrevolucionario de viejo cuño. La XII Sesión Plenaria Ampliada del VIII Comité Central del Partido decidió destituir a Liu Shaoqi de todos sus cargos dentro y fuera del Partido y expulsarlo para siempre de él, lo que constituye una gran victoria de los centenares de millones de integrantes de las masas. Esta gran revolución cultural proletaria, que nuestro gran maestro el Presidente Mao ha iniciado y dirige personalmente de acuerdo con la teoría sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, en verdad “es completamente necesaria y muy oportuna”, es una nueva y gran contribución a la teoría y práctica del marxismo-leninismo.
La presente gran revolución cultural proletaria es una gran revolución política iniciada y dirigida personalmente por nuestro gran líder el presidente Mao en las condiciones de la dictadura del proletariado, una gran revolución en la superestructura. Tenemos por objetivo aplastar el revisionismo, recuperar la parto del poder usurpada por la burguesía, ejercer la dictadura total del proletariado en la superestructura, incluidos todos los dominios de la cultura, consolidar y fortalecer la base económica del socialismo y asegurar que nuestro país siga avanzando a pasos agigantados por el camino socialista.
En la X Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido, celebrada en l962, el Presidente Mao señaló: “Para derrocar el Poder político es siempre necesario, ante todo crear opinión pública y trabajar en el terreno ideológico. Así proceden las clases revolucionarias, y también las clases contrarrevolucionarias.” Con estas palabras el Presidente Mao asestó un golpe certero a la camarilla revisionista contrarrevolucionaria de Liu Shaoqi. Fue justamente con el único objetivo de preparar la opinión pública para derrocar la dictadura del proletariado que esta camarilla so esforzó tan febrilmente por tomar en sus manos el campo ideológico y la superestructura, ejerció una rabiosa dictadura contrarrevolucionaria sobre el proletariado en los diversos departamentos controlados por ella y difundió ampliamente hierbas venenosas. Para derribarla en lo político también tuvimos que destruir, en primer término, su opinión pública contrarrevolucionaria con la revolucionaria.
El Presidente Mao siempre ha concedido gran importancia a la lucha ideológica. Desde la liberación de todo el país, ha emprendido muchas campañas de crítica, como la crítica a la película La vida de Wu Sün, a la camarilla contrarrevolucionaria de Ju Fcng y a la obra El estudio de “El sueño del pabellón rojo”. Esta vez, de nuevo fue el Presidente Mao quien condujo a todo el Partido a atacar las posiciones de la burguesía donde estaban atrincherados Líu Shao-chí y su pandilla. En su famosa tesis ¿De dónde provienen las ideas correctas? y otros documentos, el Presidente Mao criticó el idealismo y la metafísica burgueses de Liu Shao-chi y censuró a los departamentos controlados por éste, señalando que “hasta hoy, ‘los muertos’ reinan todavía” en los departamentos de arte y literatura, que el Ministerio de Cultura, “si rehusa transformarse, tiene que cambiar su nombre por el de ministerio de emperadores y reyes, generales y cortesanos, de letrados y beldades, o de extranjeros de museo”, y que el Ministerio de Sanidad asimismo tenía que cambiar su nombre por “ministerio de sanidad al servicio de los señores de la ciudad”. Respondiendo al llamado del Presidente Mao, el proletariado desató la revolución primero en la ópera de Pekín, el ballet y la música sinfónica, dominios considerados por los terratenientes y la burguesía como sagrados e inviolables. Se trataba de una lucha cuerpo a cuerpo. Pese a que Liu Shao-chi y su banda recurrieron a mil y un medios para oponer resistencia y hacer sabotaje, el proletariado obtuvo al fin importantes conquistas a través de arduos combates. De este modo, nacieron una serie de espléndidas obras teatrales revolucionarias modelo y por fin se irguieron en el escenario las heroicas imágenes de obreros, campesinos y soldados. En seguida, el Presidente Mao inició la crítica a la pieza teatral La destitución de Jai Yui y otras hierbas venenosas, apuntando directamente contra la guarida de la camarilla revisionista: el antiguo Comité Municipal del Partido en Pekín, hermético e impenetrable “reino independiente” controlado por Liu Shao-chi.
La “Circular” del 16 de mayo de 1966, elaborada bajo la dirección personal del Presidente Mao, estableció la teoría, la línea, los principios y la política para esta gran revolución cultural proletaria, y constituye un gran programa para todo el movimiento. Esta “Circular” criticó a fondo el “Informe esquemático de febrero” lanzado por el cuartel general burgués de Liu Shaoqi para reprimir esta gran revolución, y llamó a todo el Partido y pueblo a apuntar el arco contra los representantes de la burguesía infiltrados en el Partido y prestar especial atención a descubrir a “gente tipo Jruschov” que “todavía anida a nuestro lado”. Esta fue una gran orden de movilización dada a todo el pueblo para emprender una gran revolución política El Grupo de la Revolución Cultural Dependiente del Comité Central, creado de acuerdo con la decisión de la “Circular”, ha aplicado resueltamente la línea revolucionaría proletaria del Presidente Mao.
Guiadas por la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao, las grandes masas revolucionarias se lanzaron al combate. En la Universidad de Pekín, se escribió un dazibao en respuesta al llamamiento del Comité Central, y rápidamente se extendieron por todo el país los dazibao de crítica a la ideología reaccionaria burguesa. Acto seguido, contingentes de guardias rojos surgieron en oleadas, y los adolescentes y jóvenes revolucionarios se convirtieron en valientes desbrozadores del camino. La camarilla de Liu Shaoqi quedó desconcertada, se apresuró a lanzar la línea reaccionaria burguesa y reprimió cruelmente el movimiento revolucionario de los jóvenes estudiantes. Sin embargo, no alcanzó a ganar mucho tiempo para mantener su precaria existencia. Convocada y presidida por el Presidente Mao, se celebró la XI Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido. En ella, se aprobó un documento programático: la “Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre la gran revolución cultural proletaria” (o sea, la “Decisión de 16 Puntos”). El presidente Mao dio a conocer el dazibao “Cañonear el cuartel general”, en el que levantó la tapa al cuartel general burgués de Liu Shao-chi. En una carta a los guardias rojos, el Presidente Mao señaló que las acciones revolucionarias de los guardias rojos “manifiestan la indignación y la condenación’ contra la clase terrateniente, la burguesía, el imperialismo, el revisionismo y sus lacayos, quienes explotan y oprimen a los obreros, campesinos, intelectuales revolucionarios y partidos y grupos revolucionarios, y testimonian que se justifica la rebelión contra los reaccionarios; les expreso mi caluroso apoyo”. Acto seguido, en la Plaza Tienanmen de la capital, el Presidente Mao recibió en 8 ocasiones a 13 millones de guardias rojos y otros integrantes de las masas revolucionarias venidos de todos los lugares del país, lo que estimuló la voluntad de combate revolucionaria de todo el pueblo. Los movimientos revolucionarios de obreros y campesinos y el movimiento de funcionarios revolucionarios de las instituciones oficiales se desarrollaron con rapidez. Cual ardientes llamas devorando la pradera y cual millares de cañones tronando al unísono, se multiplicaron los dazibao; por todo el país retumbó la consigna: “Se justifica la rebelión contra los reaccionarios”. Así, los contenares de millones de las masas desplegaron con gran ímpetu el combate para cañonear el cuartel general burgués de Liu Shao-chi.
Ninguna clase reaccionaria se retira por su propia voluntad del escenario de la historia. Cuando la revolución tocó la parte del poder usurpada por la burguesía, la lucha de clases se hizo más aguda. Después de la caída de Liu Shaoqi, su camarilla revisionista y sus agentes en diversos lugares, cambiando una y otra vez de táctica, lanzaron la consigna de “sospechar de todo” y “derribar a todos”, consigna “izquierdista” en la forma y derechista en esencia, con el vano intento de continuar atacando a muchos para proteger a un puñado, a sí mismo. Además, crearon divisionos entre las masas revolucionarias, manipularon y envaucaron a una parte de las masas para protegerse. Y cuando estos complots fueron destrozados por los revolucionarios proletarios, emprendieron otra frenética contraofensiva: la contracorriente que tuvo lugar en el invierno de 1966 y la primavera de 1967.
Esta contracorriente estaba dirigida contra el cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao. Su programa general no perseguía otro propósito que invalidar las resoluciones aprobadas por la XI Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido, revocar el justo veredicto sobre el ya derribado cuartel general burgués acaudillado por Liu Shao-chi y sobre la linea reaccionaria burguesa desacreditada por la crítica de las grandes masas y reprimir y vengarse del movimiento revolucionario de masas. Sin embargo, al ser seriamente criticada por el Presidente Mao y tropezar con la resistencia de las grandes masas revolucionarias, esa contracorriente no logró detener el impetuoso avance de la corriente principal del movimiento revolucionario de masas.
Los repetidos zigzags y vueltas y revueltas en el curso del movimiento revolucionario hicieron comprender mejor a las grandes masas la importancia del Poder. Para Liu Shao-chi y su banda era posible perpetrar fechorías principalmente porque habían usurpado el poder del proletariado en muchas entidades y lugares; las masas revolucionarias eran reprimidas principalmente porque allí el poder no estaba en manos del proletariado. En algunas entidades que aparentemente eran del sistema de propiedad socialista, la dirección real fue usurpada por un puñado de renegados, agentes secretos y dirigentes seguidores del camino capitalista o aún estaba en manos de los antiguos capitalistas. Sobre todo, cuando los dirigentes seguidores del camino capitalista desencadenaron el siniestro viento del criminal economismo contrarrevolucionario después que fracasaron en su complot para reprimir la revolución so pretexto de “empeñarse en la producción”, las amplias masas llegaron a comprender con mayor claridad que sólo recuperando el poder perdido, podrían derrotar radicalmente a los dirigentes seguidores del camino capitalista. Dirigida por el Presidente Mao y el cuartel general proletario encabezado por él y con su apoyo, la clase obrera de Shanghai, que posee tradición revolucionaria, se adelantó valientemente y, unida con las amplias masas y cuadros revolucionarios, en enero de 1967 arrebató desde abajo el poder a los dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del antiguo Comité Municipal del Partido y el anterior Comité Popular Municipal.
El Presidente Mao sintetizó oportunamente la experiencia de la tempestad revolucionaria de enero en Shanghai y lanzó a toda la nación el siguiente llamamiento: “¡Revolucionarios proletarios, unios para arrebatar el poder al puñado de dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del Partido!” Luego, impartió otra instrucción: “El Ejército Popular de Liberación debe apoyar a las amplias masas de la izquierda.” A continuación, el Presidente Mao sintetizó las experiencias de Jeilungehiang y de otras provincias y municipios y formuló los principios y la política para el establecimiento del comité revolucionario, en que participan representantes de los cuadros revolucionarios, representantes del Ejército Popular de Liberación y representantes de las masas revolucionarias, y que constituye una triple integración revolucionaria. Esto impulsó la lucha por recuperar el poder en todo el país.
La lucha entro el proletariado y la burguesía por la toma y la contratoma del poder es una lucha de vida o muerte. Durante un año y nueve meses, desdo la tempestad revolucionaria de enero de 1967 en Shanghai hasta él establecimiento de los comités revolucionarios del Tibet y Sinchiang en septiembre de 1968, una y otra vez las dos clases y las dos líneas midieron fuerzas en !o político, la ideología proletaria y la ideología no proletaria sostuvieron una enconada hiena, y una situación sumamente complicada hizo su aparición. Sucedió precisamente como ha señalado el Presidente Mao: “En el pasado, combatimos por el sur y el norte; era relativamente fácil hacer tales guerras, pues el enemigo era evidente. Esta gran revolución cultural proletaria es mucho más difícil que ese tipo de guerra.” “El problema está en que se confunden los que han cometido errores ideológicos y aquellos cuyas contradicciones con nosotros son las que existen entre nosotros y el enemigo, y es difícil por un tiempo diferenciarlos.” No obstante, gracias a la sabia dirección del Presidente Mao, logramos por fin superar esta dificultad. En el verano de 1967, el Presidente Mao efectuó una gira de inspección por el sur y el norte del rio Yang-tsé, y emitió instrucciones de suma importancia, que condujeron a las grandes musas revolucionarias a distinguir gradualmente las contradicciones entre nosotros y el enemigo de las existentes en el seno del pueblo y a dar nuevos pasos en la realización de la gran alianza revolucionaria y la triple integración revolucionaria y encaminaron a quienes tenían ideas pequeñoburgucsas hacia el rumbo de la revolución proletaria, Como consecuencia de ello, en el curso de esta lucha el enemigo quedó desconcertado y las amplias masas se templaron.
El puñado de renegados y agentes secretos, de aquellos que, entre los terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos nocivos y derechistas no se han transformado, contrarrevolucionarios activos, y arribistas y elementos burgueses de doble faz, ocultos entre las masas, no salen a luz sino en determinado clima. En el verano de 1967 y la primavera de 1968, semejantes elementos desataron desde la derecha y la extrema “izquierda” otro siniestro viento reaccionario de rehabilitación. Dirigieron la punta de su lanza contra el cuartel general proletario encauzado por el Presidente Mao, el Ejército Popular de Liberación y los comités revolucionarios recién nacidos, y, al mismo tiempo, incitaron a las masas a pelear entre sí y organizaron grupos conspiradores contrarrevolucionarios con el vano intento de usurpar nuevamente el poder al proletariado. Sin embargo, al igual que su cabecilla Liu Shaochi, este puñado de elementos malvados fueron finalmente desenmascarados. Esta fue una importante victoria de la gran revolución cultural proletaria.
El problema fundamental de esta gran revolución en la superestructura es, como el de toda revolución, la cuestión del Poder, la cuestión de cuál clase tiene en sus manos la dirección. El establecimiento de los comités revolucionarios de las provincias, municipios subordinados directamente al Gobierno central y regiones autónomas de todo el país (a excepción de la provincia de Taiwán), significa que esta revolución ha logrado la gran victoria decisiva. No obstante, la revolución no ha terminado. El proletariado debe seguir adelante, “hacer concienzudos esfuerzos por cumplir bien la tarca de la lucha-crítica-transformación” y llevar hasta el fin la revolución socialista en la superestructura.
El Presidente Mao ha señalado: “La lucha-crítica-transformación en las fábricas pasa, en general, por las siguientes fases: establecimiento de los comités revolucionarios de triple integración; crítica masiva; depuración de las filas de clase; consolidación del Partido, y simplificación de la estructura administrativa, transformación de los reglamentos y sistemas irracionales y envío de empleados de oficina a trabajar en los niveles básicos.” Debemos cumplir, de acuerdo con esta instrucción del Presidente Mao, dichas La reas de manera profunda, minuciosa y apropiada y sobre una base sólida en cada una de las fábricas, centros de enseñanza, comunas populares y otras entidades.
En sus múltiples labores, el comité revolucionario debe aprehender lo fundamental, es decir, poner en el primer lugar el estudio vivo y la aplicación viva del pensamiento Mao Tse Tung y colocarlo todo bajo el mando del pensamiento Mao Tse Tung. Durante los últimos decenios, el pensamiento Mao Tse Tung ha guiado siempre a todo el Partido y pueblo por el camino revolucionario. Pero, debido a que Liu Shao-chi y su camarilla de revisionistas contrarrevolucionarios bloqueaban las instrucciones del Presidente Mao, las grandes masas revolucionarias difícilmente podían oir de manera directa la voz del Presidente Mao. La tempestad de esta gran revolución arrasó los reinos infernales, grandes y pequeños, y permitió que el pensamiento Mao Tsetung llegara directamente a las grandes masas revolucionarias. Esta es una gran victoria. Una divulgación tan amplia del pensamiento Mao Tsetung en un gran pais con 700 millones de habitantes es el mayor logro de la presente gran revolución cultural proletaria. En esta gran revolución, los centonares de millones del pueblo llevan consigo Citas del Presidente Mao Tsetung y las estudian y aplican a conciencia: cada vez que se publica una nueva instrucción del Presidente Mao, inmediatamente la propagan y entran en acción. Debemos afianzar este valiosísimo estilo y perseverar en él. Debemos desplegar en profundidad el movimiento masivo de estudio vivo y aplicación viva del pensamiento Mao Tse Tung, continuar organizando bien distintos tipos de cursillos de estudio del pensamiento Mao Tse Tung y, a la luz de la “Instrucción del 7 de Mayo”, impartida por el Presidente Mao en 1966, hacer efectivamente de todo nuestro país una gran escuela del pensamiento Mao Tse Tung.
Todos los enmaradas revolucionarios deben tener una clara conciencia de que en modo alguno cesará la lucha de clases en el campo ideológico y politico. La lucha entre el proletariado y la burguesía de ninguna manera desaparecerá porque hayamos tomado el poder. Debemos seguir manteniendo en alto la bandera de la crítica revolucionaria de masas y criticando con el pensamiento Mao Tse Tung a la burguesía,, el revisionismo, todas las erróneas ideas de derecha o de extrema “izquierda” contrarias a la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao, el individualismo burgués y el “policentrismo”, o “teoría de ningún centro”. Debemos continuar aplastando y desacreditando mediante la crítica la filosofía de servilismo ante los extranjeros, propia de la clase compradora, y la teoría de avanzar a paso de tortuga, baratijas pregonadas por el renegado, agente enemigo y vendeobreros Liu Shao-chi, y hacer que arraigue firmemente entre 1os cuadros y las amplias masas el principio formulado por el Presidente Mao de “independencia y autodecisión y de autosostenimiento”, para asegurar que nuestra causa siga avanzando por el rumbo que ha indicado el Presidente Mao.
El Presidente Mao ha señalado: “El comité revolucionario debe ejercer una dirección unificada, acabar con la repetición de los organismos administrativos, tener “menos pero mejores tropas y una administración más simple” y constituirse en grupo dirigente revolucionarizado que se mantenga ligado a las masas.” Este es un principio fundamental que contribuye a que la superestructura sirva mejor a la base económica del socialismo. Los organismos administrativos repetidos y divorciados de las masas, el escolasticismo que reprime y encadena la iniciativa revolucionaria de las masas, así como la afición propia de la clase terrateniente y la burguesía por la pompa y por el formalismo socavan la base económica del socialismo, favorecen al capitalismo y perjudican al socialismo. De acuerdo con la instrucción del Presidente Mao, los órganos ríe Poder estatal a todos los niveles y otras organizaciones deben vincularse estrechamente con las masas y, en primer Vagar, con las masas básicas: la clase obrera y los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior. Tanto los viejos cuadros como los nuevos deben sacarse constantemente el polvo del burocratismo y prevenirse contra el vicio de “actuar como burócratas y señores”. Deben practicar con perseverancia un régimen de economías al hacer la revolución, administrar con laboriosidad y economía todas las empresas e instituciones socialistas, oponerse al lujo y al despilfarro y estar alerta contra el ataque de la burguesía con proyectiles almibarados. Deben persistir firmemente en el sistema de la participación de los cuadros en el trabajo colectivo de producción y preocuparse por las condiciones de vida de las masas populares. De acuerdo con las enseñanzas del Presidente Mao, deben realizar personalmente investigaciones y estudios, “disecar uno o varios gorriones” y sintetizar constantemente las experiencias. Deben practicar constantemente la crítica y la autocrítica, y, conforme a los cinco requisitos planteados por el Presidente Mao para los continuadores de la causa revolucionaria, “combatir el egoísmo y criticar el revisionismo” y transformar a conciencia su concepción del mundo.
El Ejército Popular de Liberación es el firme pilar de la dictadura del proletariado. El Presidente Mao ha señalado en muchas ocasiones que, según el punto de vista marxista, el principal componente del Estado es el ejército. El Ejército Popular de Liberación de China, fundado y dirigido personalmente por el Presidente Mao es un ejército de los obreros y campesinos, un ejército del proletariado. Ha hecho grandiosos e históricos méritos en la lucha por derribar las tres grandes montañas: el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, en la defensa de la patria, en la Guerra de Resistencia a la Agresión Nortéamericana y de Ayuda a Corea, así como en la lucha por frustrar la agresión del imperialismo, el revisionismo y la reacción. En la gran revolución cultural proletaria, gran número de mandos y combatientes han tomado parte en el trabajo de ayudar a la industria y la agricultura, apoyar a las grandes masas de la izquierda, ejercer control militar y dar instrucción política y militar, y representantes del ejército han participado en la triple integración. Como resultado de esto, el ejército se ha templado en la lucha de clases, ha forjado estrechos vínculos con las masas, promovido su revolucionarización ideológica y prestado nuevos servicios meritorios al pueblo. Estos son los mejores preparativos para enfrentar la guerra. Debemos desarrollar la gloriosa tradición de “apoyar al Gobierno y amar al pueblo” y “apoyar al ejército y amar al pueblo”, fortalecer la unidad entre el ejército y el pueblo, reforzar la construcción de la milicia popular, intensificar la construcción de la defensa nacional y efectuar mejor todas las labores. En los últimos tres años, los renegados, agentes secretos, dirigentes seguidores del camino capitalista impenitentes y elementos contrarrevolucionario; han fracasado en su tentativa de destruir a nuestro gran ejército popular justamente porque el pueblo ha apoyado al ejército y éste ha protegido al pueblo.
En la superestructura, ocupan lugares muy importantes los departamentos de cultura, arte, educación, periodismo, sanidad, etc. Ya en la II Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido se determinó la línea que establece que “debemos apoyarnos de todo corazón en la clase obrera”. Esta vez, al llamado del Presidente Mao de que “la clase obrera debe dirigirlo todo”, esta es la fuerza principal de la revolución proletaria? sus firmes aliados, los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior han subido al escenario político de la lucha-critica-transformación en la superestructura. A partir del 27 de julio de 1968, imponentes contingentes de la clase obrera han venido entrando en los lugares dominados durante largo tiempo los dirigentes seguidores del camino capitalista y en todos los lugares donde se amontonan, los intelectuales. Esta es una gran acción revolucionaria. El hecho de que el proletariado pueda o no tornar firmemente las posiciones culturales y educacionales y transformarlas con el pensamiento Tse Tung, es el problema clave que decide si se puede llevar hasta el fin la gran revolución cultural proletaria. El Presidente Mao ha prestado gran atención al trabajo en este terreno? se ha ocupado personalmente en la promoción de modelos al respecto, dándonos así, un brillante ejemplo. Debemos superar la errónea tendencia de ciertos cama ranas de menospreciar el frente ideológico, cultural y educacional, y debemos seguir de cerca al Presidente??? y efectuar un trabajo arduo, minucioso y persistente. “Por su parte. L? clase obrera debe elevar constantemente su conciencia política en el curso de la lucha”, y sintetizar las experiencias en la dilección de la lucha-critica-transfornmción en la super-estuctura, para conducir al éxito la batalla en este frente.
Para proseguir la revolución en el terreno de la superestructura, es necesario aplicar concienzudamente la política proletaria en los diversos aspectos formulada por el Presidente Mao.
En la “Circular” del 16 de mayo de 1966 y en la “Decisión de 16 Puntos” aprobada en agosto del mismo año, ya está explícitamente estipulada la política de la gran revolución cultural proletaria. Las recientes instrucciones del Presidente Mao, incluida la de que “en la etapa de la lucha-crítica-transformación de la gran revolución cultural proletaria, hay que prestar seria atención a la política”, han concretado aún más la política en los diversos aspectos.
Actualmente, la cuestión principal consiste en cumplirla al pie de la letra.
La política del Partido en los diversos aspectos, incluida la política para con los intelectuales, la política de cuadros, la política hacia los “hijos que pueden ser educados”, la política para con las organizaciones de masas, la política concerniente a la lucha contra el enemigo, la política económica, etc., se refieren a un tema general, el de tratar correctamente los dos tipos de contradicciones de naturaleza distinta: Jas contradicciones entre nosotros y el enemigo y las existentes en el seno del pueblo.
La mayoría o la gran mayoría de los intelectuales formados en los viejos centros docentes pueden o quieren integrarse con los obreros, campesinos y soldados. Deben “ser reeducados”, bajo la guía de la acertada linea del Presidente Mao, por los obreros, campeamos y soldados. Hay que estimular a los que alcanzan éxitos en esta integración y a los guardias rojos y jóvenes instruidos que entusiastamente van a las zonas montañosas o al campo.
El Presidente Mao nos ha enseñado muchas veces: “Hay que ampliar el radio de educación y disminuir el radio de ataque” y “aplicar la enseñanza de Marx de que sólo emancipando a toda la humanidad puede el proletariado alcanzar su propia emancipación final”. Al tratar a los que han cometido errores, se debe poner el énfasis en darles educación y reeducación, realizar un paciente y minucioso trabajo ideológico-político entre ellos y seguir realmente “la orientación de ‘sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en c! futuro, y tratar la enfermedad para salvar al paciente”, con el fin de lograr los dos objetivos: aclarar en lo ideológico los problemas y unir a los enmaradas”. En cuanto a los elementos buenos que han cometido el error de seguir el camino capitalista, hay que “liberarlos” oportunamente cuando hayan elevado su conciencia política y se hayan ganado la comprensión de las masas, asignarles trabajos adecúa los y alentarlos a acudir o las masas obreras y campesinas para transformar la propia concepción del mundo. En cuanto a aquellos que han hecho algún progreso y han comenzado a adquirir cierta conciencia política, hay que proceder según el criterio de unidad y continuar ayudándolos. El Presidente Mao ha señalado recientemente: “El proletariado es la más grande clase en la historia de la humanidad. Es la clase revolucionaria más poderosa en lo ideológico, en lo político y por su fuerza: puede y debe unir en torno suyo a la aplastante mayoría para aislar al máximo y atacar al puñado de enemigos.”
En la lucha contra los enemigos, se debe aplicar la política de “explotar las contradicciones, ganarse a la mayoría, combatir a una minoría y aplastar a los enemigos, uno por uno”, política consecuentemente propugnada por el Presidente Mao. “Hay que conceder importancia a las pruebas y a la investigación y el estudio; está estrictamente prohibido obtener confesiones mediante coacción y fiarse de ellas.” Hay que aplicar la política del Presidente Mao de “tratar con clemencia a los que confiesan sus crímenes y con rigurosidad a los que rehusan hacerlo”, y de “dar una salida”. Nos apoyamos principalmente en las amplias masas populares para ejercer la dictadura sobre el enemigo. En cuanto a los elementos malvados o sospechosos, descubiertos durante el movimiento de depuración de las filas de clase, se debe seguir la política de “no matar a ninguno y no proceder a arrestos en la mayoría de los cosos”, excepto los contrarrevolucionarios activos cuyos crímenes, tales como asesinato, incendio o envenenamiento, han sido fehacientemente comprobados, y a los cuales hay que tratar de acuerdo a la ley.
En cuanto a las autoridades académicas reaccionarias burguesas, se debe criticarlas y observarlas, o criticarlas y darles empleo, o criticarlas y asegurarles los medios de subsistencia; en resumen, criticar su ideología y darles una salida. Tratar esta parte de las contradicciones entre nosotros y el enemigo como contradicciones en el seno del pueblo favorece a la consolidación de la dictadura del proletariado y a la desintegración del campo enemigo.
Hay que estudiar las condiciones específicas en cada entidad cuando se cumple la política del Partido en los diversos aspectos. En los lugares donde la gran alianza revolucionaria aún no está suficientemente solida, se debe ayudar a las amplias masas revolucionarias a realizar, conforme a los principios revolucionarios, la gran alianza revolucionaria por campos de trabajo, ramas profesionales o cursos escolares, de modo que se unan para luchar contra el enemigo. En las entidades donde el trabajo de depuración de las filas de clase todavía no ha comenzado o acaba de comenzar hay que empuñar ese trabajo con firmeza y realizarlo bien siguiendo la política del Partido. En las entidades donde ha cumplido en lo fundamental ese trabajo, hay que empeñarse firmemente en otros trabajos conforme a las instrucciones del Presidente para las diversas fases de la lucha-critica-transformación. Al mismo tiempo, es necesario prestar particular atención a las nuevas tendencias de la lucha de clases. ¿Qué hacer si los elementos malvados otra ver se tornan agresivos? El Presidente ha hecho una famosa afirmación: “Los materialistas consecuentes son intrépidos.” Si los enemigos de clase vuelven a provocar disturbios, simplemente movilizaremos a las masas para aplastarlos de nuevo.
Justamente como lo señala la “Decisión de 16 Puntos”, “la gran revolución cultural proletaria es una poderosa fuerza motriz para el desarrollo de las fuerzas productivas sociales en nuestro país”. En los últimos años, nuestra agricultura ha obtenido sucesivamente ricas cosechas. Una floreciente situación se presenta en la producción industrial y en la ciencia y la técnica. El entusiasmo de las amplias masas trabajadoras en la revolución y la producción se ha elevado a una altura nunca antes conocida. Muchas fábricas, minas y otras empresas han batido repetidas veces sus records de producción, llevando a ésta a niveles nunca vistos en la historia. La revolución técnica se desarrolla sin cesar, El mercado es próspero y los precios, estables. Hasta fines de 1968, hemos saldado toda la deuda pública. Nuestro país ha llegado a ser un pais socialista libre de deudas tanto internas como externas.
“Empeñarse en la revolución y promover la producción” es un principio completamente justo, pues expone correctamente la relación entre la revolución y la producción, entre lo espiritual y lo material, entre la superestructura y la base económica y entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas. El Presidente siempre nos enseña: “El trabajo político es la arteria vital de todo nuestro trabajo económico.” Al fustigar a los oportunistas que se oponían al enfoque político del problema, Lenín dijo: “La política no puede sino ser colocada por encima de la economía. Razonar de otro modo es olvidar el abecé del marxismo.” (Lenin: Obras completas, t. XXXII, pág. 72, edición china.) Señaló, además, que colocar en un mismo plano la política y la economía significaba también “olvidar el abecé del marxismo”. (Ibíd.) La política es la expresión concentrada de la economía. Sin hacer la revolución en la superestructura, sin movilizar? Las grandes masas obreras y campesinas, sin criticar la línea revisionista, sin desenmascarar al puñado de renegados, agentes secretos, dirigentes seguidores del camino capitalista y contrarrevolucionarios y sin consolidar la hegemonía del proletariado, cómo se podría continuar consolidando la base económica del socialismo y desarrollando las fuerzas productivas socialistas? Esto no quiere decir reemplazar la producción por la revolución, sino hacer que la revolución mande, promueva y lleve adelante la producción. Debemos realizar investigaciones y estudios y resolver de manera activa y adecuada y a pasos seguros los numerosos problemas referentes a la política en la lucha-critica-transíformación en el frente económico, conforme a la línea general formulada por el Presidente Mao de “poner en tensión todas las fuerzas y pugnar por marchar siempre adelante para construir el socialismo según la norma de cantidad, rapidez, calidad y economía”, al gran concepto estratégico de “hacer preparativos para enfrentar la guerra, hacer preparativos contra las calamidades naturales y hacerlo todo en bien del pueblo” y a tola una serie de principios, como el de “tomar la agricultura como base y la industria como factor dirigente”. Debemos poner en pleno juego el entusiasmo y la iniciativa creadora revolucionarios de las masas populares de las distintas nacionalidades, empeñarnos enérgicamente en la revolución y promover vigorosamente la producción, y cumplir o sobrepasar los planes para el desarrollo de la economía nacional, Se puede afirmar que la gran victoria de la gran revolución cultural proletaria continuará promoviendo el surgimiento de nuevos saltos adelante en el frente económico y en toda nuestra construcción socialista.
La victoria de la gran revolución cultural proletaria china es en verdad grandiosa. Sin embargo, de ninguna manera debemos considerar que ya podemos, dormir sobre los laureles. En una conversación en octubre de 1968, el Presidente Mao señaló: “Hemos conquistado grandes victorias. Pero, la clase derrotada seguirá haciendo forcejeos. Esos individuos existen todavía; también esa clase. Por eso, no podemos hablar de victoria final. No podemos hacerlo incluso en los próximos decenios. No debemos perder la vigilancia. Según el punto de vista leninista, la victoria final de un país socialista no sólo requiere los esfuerzos de su propio proletariado y de sus amplias masas populares, sino que depende, además, del triunfo de la revolución mundial y de la abolición del sistema de explotación del hombre por el hombre en todo el globo terrestre, o sea, la emancipación de toda la humaninidad. Por lo tanto, es erróneo, contrario al leninismo, y no corresponde a la realidad hablar a lo ligera de la victoria final de la revolución en nuestro país.” La lucha de clases experimentará vueltas y revueltas. No debemos olvidar jamás la lucha de clases ni la dictadura del proletariado. En los actuales momentos en que se cumple la política del Partido, todavía existe la lucha entre las dos líneas y existe la interferencia proveniente de la “izquierda” o de la derecha. Para llevar a feliz término las labores en las diversas fases de la lucha-crítica-transformación, aún debemos hacer ingentes esfuerzos. Debemos seguir de cerca al Presidente Mao y apoyarnos firmemente en las amplias masas revolucionarias para superar las dificultades y zigzags en el camino de avance y conquistar mayores victorias para la causa socialista.
La victoria de la gran revolución cultural proletaria nos ha proporcionado valiosas experiencias acerca de cómo construir el Partido en las condiciones de la dictadura del proletariado. Justamente como lo ha señalado el Presidente Mao ante todo el Partido, “la organización del Partido debe estar compuesta pollos elementos avanzados del proletariado, debe ser una vigorosa organización de vanguardia, capaz de dirigir al proletariado y a las masas revolucionarias en el combate contra el enemigo de clase”. La instrucción del Presidente Mao ha definido nuestra orientación política para la consolidación y construcción del Partido.
El Partido Comunista de China se ha construido con la educación de nuestro gran líder el Presidente Mao. Desde su fundación en 1921, nuestro Partido ha experimentado una prolongada lucha para tomar el Poder y consolidar la dictadura del proletariado mediante la fuerza armada. Dirigido por el Presidente Mao, nuestro Partido siempre ha estado en la primera línea del Trente en las guerras revolucionarías y las luchas revolucionarias. Precisamente bajo la guía de la acertada línea del Presidente Mao, nuestro Partido, frente a enemigos internos y externos extremadamente poderosos y en circunstancias muy complejas, ha conducido al proletariado y a las amplias masas populares de China a luchar heroicamente y sin escatimar sacrificios, adhiriéndose firmemente, al principio de independencia y autodecisión y de autosostenimiento y al inacionalismo proletario, y, como resultado, nuestro Partido se ha desarrollado desde los primeros grupos comunistas formados solamente por unas decenas de miembros, basta el grande, glorioso y correcto Partido que hoy dirige la poderosa República Popular China. Comprendernos profundamente qué sin la lucha armada popular, no existiría el Partido Comunista de China de hoy ni ja República Popular China de hoy. Debemos tener siempre presente la enseñanza del Presidente Mao: “Ningún cantarada del Partido debe olvidar jamás esta experiencia que hemos pagado con sangre.”
Todos los éxitos del Partido Comunista de China se han logrado gracias a la sabia dirección del Presidente Mao y constituyen victorias del pensamiento Mao Tsetung. Durante el último medio siglo, al dirigir al pueblo de las diversas nacionalidades de China en la gran lucha por el cumplimiento de la revolución de nueva democracia, al dirigir la gran lucha de la revolución y construcción socialistas de nuestro país, y en la gran lucha del movimiento comunista internacional de nuestra época contra el imperialismo, el revisionismo contemporáneo y la reacción de todos los países, el Presidente Mao ha integrado la verdad universal del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución y ha heredado, defendido y desarrollado el marxismo-leninismo en los terrenos político, militar, económico, cultural, filosófico, etc., elevando así el marxismo-leninismo a una etapa completamente nueva. El pensamiento Mao Tsetung es el marxismo-leninismo de la época en que el imperialismo se precipita hacia la ruina total y el socialismo avanza hacia la victoria en el mundo entero. Toda la historia de nuestro Partido ha confirmado la siguiente verdad: Cada vez que se aparta de la dirección del Presidente Mao y del pensamiento Mao Tsetung, nuestro Partido sufre reveses y derrotas; cada vez que sigue de cerca al Presidente Mao y actúa conforme al pensamiento
Mao Tsetung, nuestro Partido avanza y triunfa. Debemos recordar siempre esta experiencia. En cualquier momento y en cualquier circunstancia, quien se oponga al Presidente Mao y al pensamiento Mao Tsetung, será condenado por todo el Partido y toda la nación.
Refiriéndose a la consolidación y construcción del Partido, el Presidente Mao dijo: “Un ser humano tiene arterias y venas, a través de las cuales el corazón hace circular la sangre, y respira con los pulmones, expeliendo anhídrido carbónico y absorbiendo fresco oxígeno, esto es, desechando lo viejo y asimilando lo nueves. Un partido proletario debe también desechar lo viejo y asimilar lo nuevo, pues sólo así puede estar lleno de vigor. Sin eliminar lo inútil y asimilar sangre nueva, el partido carecerá de vigor.” El Presidente Mao expone con esta vivida metáfora la dialéctica de las contradicciones dentro del Partido. “La ley de la contradicción en las cosas, es decir, la ley de la unidad de los contrarios, es la ley más fundamental de la dialéctica materialista.” La oposición y lucha entre las dos líneas dentro del Partido es el reflejo, en el Partido, de las contradicciones entre las clases y entre lo nuevo y lo viejo en la sociedad. Si en el Partido no hubiera contradicciones ni luchas para resolverlas y si no se desechara lo viejo y se asimilara lo nuevo, la vida del Partido tocaría a su fin. La teoría del Presidente Mao sobre las contradicciones en el Partido es el pensamiento guía fundamental para la futura consolidación y construcción del Partido.
La historia del Partido Comunista de China es la historia de la lucha que sostiene la línea marxista-leninista del Presidente Mao contra las lineas oportunistas de derecha y de “izquierda” en el Partido. Bajo la dirección del Presidente Mao, nuestro Partido venció a la linea oportunista de derecha de Chen Tu-siu, a las líneas oportunistas de “izquierda” de Chü Chiu-pai y Li Li-san, a la línea oportunista de Wang Ming, que primero tomó forma de “izquierda” y más
tarde de derecha, y a la linea de Chang Kuo-tao de dividir al Ejército Rojo, venció a la alianza antipartido oportunista de derecha de Peng Te-juai, Kao Kang, Yao Shu-shi y otros, y, después de una lucha prolongada, ha aplastado la línea revisionista contrarrevolucionaria de Lia Shao-chi. Nuestro Partido se ha consolidado, desarropado y robustecido justamente en la lucha entre las dos líneas, sobre todo, en la lucha por vencer a las tres camarillas de renegados de Chen Tu-siu, Wang Ming y Liu Shao-chi. camarillas une causaron el mayor daño al Partido.
Durante el nuevo período histórico, el de la dictadura del proletariado, éste ejerce su dictadura y dirige todo trabajo a través de su vanguardia, el Partido Comunista. Separadamente de la dictadura del proletariado y de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, no se podrá resolver correctamente el problema de la construcción del partido, el problema de qué tipo de partido construir y cómo construirlo.
La línea revisionista de Liu Shao-chi acerca de la construcción de] partido traiciona precisamente la esencia misma de la teoría marxista-leninista sobre la dictadura del proletariado y sobre la construcción del partido. En el momento importante en que la revolución socialista de China se profundizaba y la lucha de clases se volvía sumamente enconada, Liu Chao-chi publicó de nuevo su siniestro libro sobre la “autocultivación”, y su propósito fue precisamente derrocar la dictadura del proletariado de nuestro país y restaurar la dictadura burguesa. Al reproducir el pasaje de Lenin sobre la necesidad de la dictadura del proletariado, que hemos citado más arriba, Liu Shao-chi una vez más omitió intencionadamente la importantísima conclusión de que “la dictadura del proletariado es indispensable”, descubriéndose manifiestamente su faz contrarrevolucionaria de renegado de la dictadura riel proletariado. Además, Liu Shao-chi continuó difundiendo absurdos reaccionarios tales como la “teoría de la extinción de la lucha de clases”, la “teoría de ser dócil instrumento”, la “teoría de que las masas son atrasadas”, la “teoría de ingresar en el Partido para ser funcionario”, la “teoría de la paz dentro del Partido” y la “teoría de la fusión de los intereses públicos y los privados” (es decir, “perder poco para ganar mucho”), ron el vano propósito de corromper y descomponer a nuestro Partido, de hacer que nuestros militantes se volvieran revisionistas a medida que “se autocultivaran”, y de convertir, por medio de la “evolución pacífica”, el Partido marxista-leninista en un partido revisionista y la dictadura del proletariado, en una dictadura burguesa. Debemos seguir desplegando la crítica revolucionaria de masas, y eliminar por completo la perversa influencia del conjunto de absurdos de Liu Shao-chi.
En la historia de nuestro Partido, esta gran revolución cultural proletaria es el más amplio y profundo movimiento de consolidación del Partido. Las organizaciones del Partido a los diferentes niveles y la gran masa de militantes han pasado por la enconada lucha entre las dos líneas, por la prueba de la vasta lucha de clases, y por los exámenes de las masas revolucionarias de dentro y fuera del Partido; de este modo, los militantes y cuadros han experimentado la tempestad y enfrentado el mundo, y han elevado su conciencia de clase y su conciencia acerca de la lucha entre las dos líneas. Esta gran revolución nos enseña: Bajo la dictadura del proletariado, debemos impartir a las amplias masas de miembros del Partido una educación acerca de las clases, la lucha de clases, la lucha entre las dos líneas y la continuación de la revolución. Debemos realizar, en el seno del Partido y fuera de él, la lucha contra el revisionismo; limpiar el Partido de Jos renegados, agentes secretos y representantes de los intereses de las clases explotadoras, y reclutar para el Partido a los auténticos elementos avanzados del proletariado probados en las grandes tempestades. Debemos esforzarnos porque la dirección de las organizaciones del Partido a todo nivel se mantenga realmente en manos de los marxistas. Debemos velar porque los militantes de veras vinculen la teoria con la práctica, forjen estrechas ligazones con las masas y tengan la valentía de practicar la crítica y la autocrítica. Debemos vigilar porque los militantes mantengan siempre el estilo de ser modestos y prudentes y de prevenirse contra el engreímiento y la precipitación, así como el estilo de trabajar duro. Sólo de esta manera, el Partido puede conducir al proletariado y a Jas masas revolucionarias a llevar hasta el fin la revolución socialista.
El Presidente Mao nos enseña: “Las experiencias históricas merecen atención. Una línea y un punto de vista deben ser expuestos de manera constante y repetida. No se puede exponerlos sólo a un reducido número de personas; se debe hacerlos conocer a las amplias masas revolucionarias.” El estudio y la propaganda de Jas experiencias fundamentales de esta gran revolución cultural proletaria, de la historia de la lucha entre las dos lineas, y dé la teoria del Presiden le Man sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, no deben efectuarse una sola vez, sino de manera repetida, cada año, cada mes y cada día. Sólo de este modo se podrá lograr que las líneas y tendencias erróneas, apenas emerjan, sean sometidas
a la crítica y al rechazo de las amplias masas de militantes del Partido y del pueblo, y garantizar que nuestro Partido siempre avance triunfalmente por la acertada ruta trazada por el Presidente Mao.
Un importante punto en la agenda del IX Congreso Nacional del Partido lo constituye la modificación de los Estatutos del Partido. El Comité Central ha sometido a la discusión del Congreso el proyecto de Estatuto del Partido, que fue elaborado con la participación de todo el Partido y las masas revolucionarias del país. Después que el Presidente Mao propuso, en noviembre de 1967, que las organizaciones de base del Partido tomaran parte en la codificación de los Estatutos del Partido, el Comité Central recibió varios miles de proyectos. Sobre esta base, la XII Sesión Plenaria Ampliada del VIII Comité Central del Partido elaboró un proyecto de Estatutos del Partido, y liego todo el Partido, el ejército y las: amplias masas revolucionarias del país realízaron; una vez más, animadas y concienzudas discusiones. Puede decirse que el proyecto de los nuevos Estatutos del Partido es un fruto de la integración de la sabia dirección del gran líder el Presidente Mao con las amplias masas, refleja la voluntad de todo el Partido, el ejército y las amplias masas revolucionarias del país, y es una vivida expresión del centralismo democrático y la línea de masas en que persiste invariablemente el Partido. Lo que tiene especial importancia es que en el proyecto de Estatutos del Partido se reafirma explícitamente que la base teórica que guía el pensamiento del Partido es el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. Esta es una gran victoria lograda en la gran revolución cultural proletaria al pulverizar la línea revisionista de Liu Shao-chi sobre la construcción del partido, una gran victoria del marxisrno-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. El Comité Central tiene la convicción de que después de la discusión y aprobación de los nuevos Estatutos del Partido por el Congreso, nuestro Partido, ateniéndose a sus estipulaciones, se hará más grande, más glorioso y más correcto.
Aquí, también queremos detenernos especialmente en las relaciones de China con los países extranjeros.
El proletariado y los pueblos y naciones oprimidos del mundo siempre se apoyan mutuamente en sus luchas revolucionarias. El Partido del Trabajo de Albania y todos Jos demás fraternales partidos y organizaciones auténticamente marxista-lenilistas, las grandes masas del proletariado y los pueblos revolucionarios de todo el mundo y muchos países, grupos y personalidades amigos elogian y apoyan entusiastamente la gran revolución cultural proletaria de nuestro país. Aquí, en nombre de nuestro gran líder el Presidente Mao y en el del IX Congreso Nacional del Partido, les expreso nuestros profundos y sinceros agradecimientos. Prometemos con toda firmeza: El Partido Comunista de China y el pueblo chino cumplirán ton su deber internacionalista proletario y, junto con ellos, llevarán hasta el fin la gran lucha contra el imperialismo, el revisionismo contemporáneo y la reacción mundial.
En la actualidad, la tendencia general en el mundo sigue siendo como lo ha descrito el Presidente Mao: “El enemigo se descompone con cada día que pasa, mientras que para nosotros las cosas mejoran diariamente”. Por una parte, los movimientos revolucionarios del proletariado y de los pueblos de todo el mundo están en vigoroso ascenso. Se robustecen día a día las luchas armadas de los pueblos del sur de Viet Nam, Laos, Tailandia, Birmania, Malaya, Indonesia, India. Palestina y de otros países y regiones de Asia, África y América Latina. La verdad de que “el Poder nace del fusil” está siendo dominada cada día mejor pollas amplias masas de los pueblos y naciones oprimidos. En el Japón, Europa Occidental y América del Norte, regiones “corazón” del capitalismo, han estallado movimientos, revolucionarios de masas en amplitud sin precedentes. Más y más pueblos están despertando. Los fraternales partidos y organizaciones auténticamente marxista-leninistas se están desarrollando paso a paso en el curso de la integración del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución en sus respectivos países. Por otra parte, el imperialismo norteamericano y el socialimperialismo revisionista soviético, empantanados en una crisis política y económica y acosados por dificultades internas y externas, se encuentran en un callejón sin salida. Se confabulan y se disputan a la vez intentando, en vano, hacer un nuevo reparto del mundo. Se coordinan y se coluden en las actividades antichillas, anticomunistas y antipopulares, en la represión de los movimientos de “liberación nacional y en el desencadenamiento de guerras de agresión. Conspiran y pugnan uno contra otro en la disputa por materias primas, mercados, países dependientes, lugares estratégicos y esferas de influencia. Para consumar cada uno sus ambiciones, se empeñan en la expansión armamentista y los preparativos bélicos.
Lenin señaló que el imperialismo significa la guerra. “Las guerras imperialistas son absolutamente inevitables sobre “esta” base económica “en tanto” subsista la propiedad privada sobre los medios de producción.” (Lenin:?bras completas, t. XXII. pág. 182. edición china.) Lenin apuntó además: “La guerra imperialista es la víspera de la revolución socialista.” (Lenin: Obras completas, t. XXV. pag 849, edición china.) Estas tesis científicas de Lenin no están anticuadas.
El Presidente ha señalado recientemente: “En cuanto al problema de la guerra mundial no existen más que dos posibilidades: o la guerra hace estallar la revolución, o la revolución impide la guerra.” Esto so explica porque existen en el mundo contemporáneo cuatro grandes contradicciones: la contradicción entré las naciones oprimidas por una parte y el imperialismo y el socialimperialismo por la otra; la contradicción entre el proletariado y la burguesía en los países capitalistas y los países revisionistas; la contradicción entre los países imperialistas y el país socialimperialista y entre los propios países imperialistas, y la contradicción entro los países socialistas por una parte y el imperialismo y el socialimperialismo por la otra. La existencia y el desarrollo de estas contradicciones necesariamente darán lugar a la revolución. Según la experiencia histórica de la Primera y la Segunda guerras Mundiales se puede afirmar que si el imperialismo, el revisionismo y la reacción imponen uno tercera guerra mundial a los pueblos del mundo, ello sólo servirá para acelerar enormemente el desarrollo de estas contradicciones e impulsar? los pueblos de: mundo a levantarse en revolución y a sepultar a todos los imperialistas, revisionistas y reaccionarios.
El Presidente nos enseña: “Todos los reaccionarios son tigres de papel.” “Estratégicamente, debemos desdeñar a todos nuestros enemigos, pero tácticamente debemos tomarlos muy en serio.” Esta gran verdad señalada por el Presidente??? ha estimulado la voluntad revolucionaria de combate de todos los pueblos del mundo y nos está guiando de victoria en victoria en la lucha contra el imperialismo, el revisionismo y la reacción.
La naturaleza de tigre de papel del imperialismo norteamericano ha sido puesta al desnudo hace tiempo por los pueblos del mundo. El imperialismo norteamericano, el enemigo más feroz de todos los pueblos del mundo, va cuesta abajo a pasos acelerados. Llegado al Poder, Nixon se enfrenta con un tremendo lío y una inextricable crisis económica, tropieza con una poderosa resistencia de todos los pueblos del mundo y de las masas populares en su propio país, se encuentra con una situación difícil en que reina una desintegración entre los países imperialistas y en que el bastón de mando del imperialismo yanqui resulta cada vez más ineficaz. Incapaz de encontrar ninguna solución a estos problemas, Nixon, como sus antecesores, no puede sino seguir jugando con la doble táctica contrarrevolucionaria: en apariencia finge ser “amante de la paz”, mientras que cv realidad efectos en mayor escala la expansión armamentista y les preparativos Itálicos. Los gastos militares de los EE.UU. aumentan cada año. El imperialismo yanqui sigue ocupando hasta la focha nuestro territorio de Taiwán. Ha despachado sus tropas agresoras a muchos países y ha establecido centenares y centenares de bases e instalaciones militares en distintos lugares de la tierra. Ha fabricado gran cantidad de aviones, cañones, bombas nucleares y proyectiles teledirigidos. ¿Para qué sirve todo esto? Para amedrentar-, reprimir y masacrar- a los pueblos y para dominar el mundo. Como resultado, se ha convertido por todas partes en enemigo de los pueblos y se ve asediado y duramente golpeado por las grandes masas del proletariado y de los pueblos del mundo, y se producirán- revoluciones aún más amplias en todo el mundo.
La camarilla de renegados revisionistas soviéticos también es un tigre de papel. Su catadura socialimperialista se ha venido revelando cada día con mayor claridad. A nenas afloró el revisionismo jruschovista, nuestro gran líder el Presidente Mao advirtió los graves daños que ocasionaría el revisionismo contemporáneo a la causa de la revolución mundial. El Presidente Mao ha conducido a nuestro Partido a librar, junto con el Partido del Trabajo de Albania en encabezado por el gran marxista-leninista, el camarada En-ver Hoxha y con los auténticos marxista-leninistas de todo el mundo, una resuelta lucha en lo ideológico, teórico y político contra el revisionismo contemporáneo, que tiene al revisionismo soviético como centro. Esto ha permitido a los pueblos del mundo aprender gradualmente, a través de la lucha, a distinguir el verdadero marxismo-leninismo del falso marxismo-leninismo, el verdadero socialismo del falso socialismo, y ha hecho declararse, en bancarrota al revisionismo jruschovista. Al mismo tiempo el Presidente Mao ha conducido a nuestro Partido a criticar resueltamente la línea revisionista de Liu Shao rhi de capitulación ante el imperialismo, el revisionismo y la reacción y de liquidación del movimiento revolucionario de todos los países, a aplastar a la camarilla revisionista contra-revolucionaria de Liu Shao-chi. Así, nuestro Partido ha cumplido con su deber internacionalista proletario.
Después que Rrezhnev subió al Poder, la camarilla de renegados revisionistas soviéticos ha venido aplicando con mayor desenfreno el socialimperialismo y socialfascismo, ya que su bastón de mando es cada vez más ineficaz y se agravan a diario sus dificultades internas y externas. En el interior, redobla sus esfuerzos por reprimir al pueblo soviético y restaurar en todos los aspectos el capitalismo. En el exterior, acelera su colusión con el imperialismo norteamericano, intensifica la represión de la lucha revolucionaría de los pueblos de los diversos países, refuerza su control y explotación de países de Europa Oriental y la República Popular de Mongolia, intensifica su disputa con el imperialismo yanqui por el Medio Oriente y otras zonas y aumenta su amenaza de agresión contra nuestro país. El envío de cientos de miles de soldados para ocupar Checoslovaquia y las provocaciones armadas en la isla de Chenpao, territorio chino, son dos recientes actos asquerosamente representados por el revisionismo soviético. Para justificar su agresión y maqueo, predica las llamadas “teoría sobre la soberanía limitada”, “teoría sobre la dictadura internacional” y “teoría sobre la comunidad socialista”. ¿Qué significan estas baratijas? Significan: Tu soberanía es “limitada”, mientras ¡a de él no tiene límites. ¿No lo obedeces? Entonces, te impondrá la “dictadura internacional”, o sea, la dictadura sobre los pueblos de diversos países, con el fin de formar la “comunidad socialista” bajo el dominio de los nuevos zares, es decir, colonias del socialimperialismo, cosa que se asemeja al “nuevo orden europeo” de Hitler, a la “esfera de co-prosperidad de la gran Asia Oriental” del militarismo japonés y a la “comunidad del mundo libre” de los EE.UU. Lenin fustigó a los renegados de la lí Internacional, calificándolos de “socialismo de palabra y imperialismo de hecho, el “oportunismo convertido en imperialismo”. (Lenin: Obras completas, t. XXIX. pág. 458, edición china.) Esto os completamente aplicable a la actual camarilla de renegados revisionistas soviéticos, formada por un puñado de dirigentes seguidores del camino capitalista. Estamos firmemente convencidos de que el proletariado y las amplias masas populares de la Unión Soviética, que poseen una gloriosa tradición revolucionaria, se levantarán para derrocar a esta mezquina camarilla de renegados. Tal como señaló él Presidente Mao, “la URSS fue el primer país Socialista, y el Partido Comunista de la Unión Soviética fue fundado por Lenin. Aunque la dirección del Partido y del Estado soviéticos ha sido ahora usurpada por los revisionistas, pido a los cantaradas que tengan la firme convicción de que las amplias masa» del pueblo, de militantes del Partido y de cuadros de la Unión Soviética son buenas y quieren hacer la revolución, y que la dominación revisionista no durará mucho tiempo”.
Debido a las incursiones armadas en la isla de Chenpao, territorio chino, incidentes croados pura y exclusivamente por el Gobierno soviético, el problema fronterizo chino-soviético ha llamado la atención de todo el mundo. Este problema, corno los problemas fronterizos entre China y algunos otros países vecinos, ha sido legado por la historia. En cuanto a estos problemas, nuestro Partido y nuestro Gobierno siempre han abogado por realizar negociaciones por vía diplomática en busca de soluciones justas y razonables. Antes de que sean resueltos, hay que mantener el status quo de la frontera y evitar conflictos. Partiendo de esta posición, nuestro país ha solucionado uno tras otro y de manera satisfactoria los problemas fronterizos con países vecinos como Birmania, Nepal, Pakistán, República Popular de Mongolia y Afganistán. Sólo los problemas fronterizos chino-soviético y chino-hindú no han sido solucionados hasta ahora.
El Gobierno chino sostuvo numerosas negociaciones con el Gobierno de la India sobre el problema fronterizo chino-hindú. El Gobierno reaccionario de la India, habiendo hecho suya la política de agresión del imperialismo inglés, no sólo nos exigió reconocer la ilegal “línea McMahon” que no había sido reconocida ni siquiera por los gobiernos reaccionarios de la vieja
China, sino que incluso trató vanamente de ocupar la región de Aksain Chin que a estado siempre bajo la jurisdicción de nuestro país frustrando de esta manera las negociaciones chino-hindúes sobre el problema fronterizo. Esto está claro para todos.
El problema fronterizo chino-soviético fue creado por la agresión del imperialismo de la Rusia zarista contra China. En la segunda mitad del siglo XIX. cuando los pueblos de China y Rusia no estaban en el Poder, el gobierno zarista emprendió agresiones imperialistas para desmembrar a China, le impuso una serie de tratados desiguales, se anexó grandes extensiones de territorio chino y, sobrepasando en muchos lugares la línea fronteriza estipulada por los tratados desiguales, siguió ocupando más territorio chino. Hstos actos gangsteriles fueren condenados con indignacien por Marx. Engels y Lenin. El 27 de septiembre de 1920. el Gobierno soviético dirigido por él gran Lenin proclamó solemnemente: “Declara nulos todos los tratados que los antiguos gobiernos rusos concluyeron con China, renuncia a todos los territorios chinos usurpados y a todas las concesiones rusas en China, y devuelve sin compensación y para siempre a China todo lo que usurparon rapazmente de ese país el gobierno zarista y la burguesía rusa”. (Véase “Declaración del Gobierno de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia al Gobierno chino”.) Esta política proletaria de Lenin no nudo hacerse realidad a causa de las condiciones históricas de aquel entonces.
Manteniendo su consecuente posición sobre los problemas fronterizas, dos veces, el 22 de agosto y el 21 de septiembre de 1960, nuestro Gobierno propuse por propia iniciativa al Gobierno soviético celebrar negociaciones para resolver el problema fronterizo chino-soviético. En 1964, China y la Unión Soviética empezaren las negociaciones en Pekín. A pesar de que los tratados relativos a la actual frontera chino-soviética son tratados desiguales impuestos por los zares al pueblo chino, nosotros, movidos por al deseo de defender la amistad revolucionaria entre los pueblos chino y soviético, aún abogábamos por tomar estos tratados como base para resolver el problema fronterizo. Sin embargo, la renegada camarilla revisionista soviética, traicionando a la política proletaria de Lenin e insistiendo en la posición socialimperialista neozarista. se negó a reconocer que estos tratados son desiguales y exigió tercamente a China reconocer que los territoríos chinos que ellos habían ocupado o intentaban ocupar en violación de los tratados eran todos de la Unión Soviética. Esta posición chovinista de gran potencia y socialimperialista del Gobierno soviético hizo fracasar las negociaciones.
Después que Brezhnev subió al Poder, la camarilla de renegados revisionistas soviéticos con mayor desenfreno han venido violando el statu quo de la frontera, provocando en repetidas ocasiones incidentes fronterizos, asesinando a tiros a nuestros pescadores y campesinos inermes y violando la soberanía de nuestro país. Recientemente incluso perpetraron sucesivas incursiones armadas en la isla de Chenpao, territorio chino. Fronte a esta situación verdaderamente intolerable, los guardias fronterizos chinos respondieron en defensa propia, asestando merecidos golpes a los agresores y salvaguardando victoriosamente el sagrado territorio de nuestro país. Para librarle de su embarazosa situación, Kosiguin pidió el 21 de marzo comunicarse telefónicamente con los dirigentes de nuestro país. Inmediatamente, el 22 de marzo, nuestro Gobierno contestó en un memorándum, expresando que “en vista de las relaciones actuales entre China y la Unión Soviética, ya no es apropiado comunicarse por teléfono. Si el Gobierno soviético tiene algo que decir, que lo presente oficialmente al Gobierno chino por vía diplomática”. El 20 de marzo, el Gobierno soviético dio a conocer una declaración, en la que, por una parte, persiste aún en su obstinada posición de agresor y, por la otra, manifiesta su deseo de reanudar las “consultas”. Respecto a esto, nuestro Gobierno está considerando darle respuesta.
La política exterior de nuestro Partido y nuestro Gobierno es consecuente. Esta consiste en: desarrollar las relaciones de amistad, ayuda mutua y cooperación con los demás países socialistas conformo al principio del internacionalismo proletario; apoyar y ayudar a todos los pueblos y naciones oprimidos en sus luchas revolucionarias, y, sobre la base de los cinco principios —respecto mutuo a la integridad territorial y la soberanía, no agresión recíproca, no intervención en los asuntos internos de un país por parte de otro, igualdad y beneficio recíproco y coexistencia pacífica—, esforzarse por coexistir pacíficamente con los países de sistemas sociales diferentes y oponerse a la política de agresión y guerra del imperialismo. Nuestra política exterior proletaria no es una táctica de conveniencia temporal sino una política a largo plazo en que perseveraremos. Procedimos así en el pasado y persistiremos en hacerlo en el futuro.
Sostenemos siempre que los asuntos internos de todos los países deben ser resueltos por sus respectivos pueblos. Todos los países y partidos, sean grandes o pequeñas, deben basar sus relaciones recíprocas sobre los principios de igualdad y de no intervención en los asuntos internos de uno por parte de otro. Es sabido de todos que, en defensa de estos principios marxista-leninistas, el Partido Comunista de China ha llevado a cabo una prolongada lucha contra el infame chovinismo de gran potencia de la camarilla de renegados revisionistas soviéticos. La camarilla de renegados revisionistas soviéticos habla profusamente de “partidos hermanos” y “países hermanos”, pero en realidad, se considera a sí misma como partido padre, como nuevos zares que pueden invadir y ocupar a su albedrío territorios de otros países. Ellos no sólo realizan actividades de sabotaje y subvención contra el Partido Comunista de China, el Partido del Trabajo de Albania y otros partidos verdaderamente marxista-leninistas. sino que se dan aires feroces con todos los partidos y con todos los países de la llamada “comunidad socialista” que sostengan opiniones sólo sigo diferentes a las suyas, llevan a cabo represión, labor de zapa y subversión contra ellos,? incluso envían tropas para ocupar sus llamados “países hermanos” y secuestran? miembros de los que llaman “partidos hermanos”, cometiendo toda clase de fechorías. Este bandolerismo fascista los destina a la ruina inevitable.
El imperialismo yanqui y el revisionismo soviético intentan siempre “aislar” a China, y eso constituye un honor para nuestro país. Su furiosa oposición a China no puede afectarnos en lo mínimo, sino que, al contrario, mueve a nuestro pueblo a desarrollar aún más si; espíritu de independencia y autodecisión, de autosostenimiento y de lucha tenaz por la prosperidad de la patria, y muestra además al mundo entero que China ha deslindado los campos con el imperialismo yanqui y el revisionismo soviético. Hoy día, no son los imperialistas, los revisionistas y los reaccionarios, sino el proletariado y los pueblos revolucionarios de todos los paises los que deciden el destino del mundo. Los partidos y organizaciones verdaderamente marxistas-leninistas de todos los países, integrados por los elementos avanzados del proletariado, son fuerzas nacientes, que tienen perspectivas infinitamente amplias. El Partido Comunista de China se une y combate resueltamente junto con ellos. Apoyamos firmemente la lucha antiimperialista y antirrevisionista del pueblo al-hanés; apoyamos firmemente al pueblo vietnamita en sus esfuerzos por llevar hasta el fin la guerra contra la agresión yanqui y por la salvación nacional; apoyamos firmemente las luchas revolucionarias de los pueblos de Laos, Tailandia. Birmania, Malaya. Indonesia, India, Palestina y otros países y regiones de Asia, África y América Latina; apoyamos firmemente al proletariado, a los jóvenes estudiantes y a las masas de negros de los Estados Unidos en su justa lucha contra la camarilla dominante norteamericana; apoyamos firmemente al proletariado y a todo el pueblo trabajador de la Unión Soviética en su justa lucha por derrocar a la camarilla de renegados revisionistas soviéticos; apoyamos firmemente la justa lucha de los pueblos de Checoslovaquia y otros países contra el socialimperialismo revisionista soviético; apoyamos firmemente las luchas revolucionarias de los pueblos del Japón y de los países de Europa Occidental y Oceanía; apoyamos firmemente la lucha revolucionaria de todos los pueblos del mundo, y apoyamos firmemente todas las justas luchas contra la agresión y opresión del imperialismo yanqui y del revisionismo soviético. Países y pueblos víctimas de la agresión, control, intervención o atropello del imperialismo norteamericano y del revisionismo soviético, ¡unámonos y formemos el más amplio frente único para derrocar a nuestros enemigos comunes!.
La victoria de ningún modo debo hacernos relajar la vigilancia revolucionaria y pasar por alto el peligro de que el imperialismo norteamericano y el revisionismo soviético desencadenen una guerra de agresión en vasta escala. Debemos hacer plenos preparativos, estar listos para el caso de que ellos desencadenen una guerra de gran envergadura y para el caso de que hagan una guerra pronto. Debemos prepararnos bien para enfrentarles no importa qué tipo de guerra desaten: guerra convencional o guerra nuclear en gran escala. En resumen, debemos estar preparados. El Presidente Mao dijo hace tiempo: No atacaremos a menos que seamos atacados; si somos atacados, contraatacaremos. Si ellos insisten en lanzar una guerra, los combatiremos hasta el fin. La victoria de la revolución china se ha conquistado mediante la lucha armada. Los centenares de millones de seres del pueblo chino y el Ejército Popular de Liberación de China, armados con el pensamiento Mao Tsetung y templados en la gran revolución cultural proletaria, están decididos, con plena confianza en la victoria, a liberar su sagrado territorio de Taiwán y a liquidar resuelta, definitiva, cabal y totalmente a todos los agresores que se atrevan a atacamos.
Nuestro gran líder el Presidente Mao ha señalado: “El revisionismo soviético y el imperialismo norteamericano, confabulándose entre si, han perpetrado tantas maldades e infamias que los pueblos revolucionarios del mundo entero no les dejarán impunes. Los pueblos de todos las países están levantándose. Se ha iniciado un nuevo período histórico de lucha contra el imperialismo norteamericano y el revisionismo soviético.” Sea que la guerra haga estallar la revolución o la revolución impida la guerra, el imperialismo norteamericano y el revisionismo soviético no vivirán mucho tiempo. ¡Proletarios de todos los países, uníos! ¡Proletariado y pueblos y naciones oprimidos del mundo entero, uníos! ¡Enterrad al imperialismo yanqui, al revisionismo soviético y a sus lacayos
El IX Congreso Nacional del Partido se celebra es un importante momento del desarrolle histórico do nuestro Partido, de la consolidación y desarrollo de la dictadura del proletariado de nuestro país y del desarrollo del movimiento comunista internacional y la revolución mundial. Entre los delegados a nuestro Congreso, se encuentran revolucionarios proletarios de la vieja generación y una gran cantidad de sangre nueva. El número de delegados de los militantes obreros industriales, de delegados de los militantes campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior y no delegadas, es tan girando que no tiene precedentes en los anteriores congresos de nuestro Partido. Entre los delegados de la militancia en el Ejército Popular de Liberación, figuran tanto veteranos combatientes del Ejército Rojo como nuevos combatientes. Por primera vez delegados da los militantes de entré los guardia-, rojos asisten a un congreso nacional del Partido. El hecho de que tantos delegados hayan llegado de todos los rincones del país a Pekín, a estar al lado del gran líder el Presidente Mao para discutir y decidir juntos los importantes asuntos del Partido y del Estado, demuestra que nuestro Congreso es un congreso de vigor, un congreso de unidad, un congreso de victoria.
El Presidente Mao nos enseña: “La unificación de nuestro país, la unidad de nuestro pueblo y la unidad de todas nuestras nacionalidades, constituyen las garantías fundamentales para la victoria segura de nuestra causa.” A través de la gran revolución cultural proletaria y bajo la gran bandera roja del pensamiento Mao Tsetung, nuestra patria ha alcanzado una unificación sin precedentes y nuestro pueblo ha forjado una gran unidad revolucionaria sumamente amplia. Esta gran unidad está dirigida por el proletariado y basada en la alianza obrero-campesina e incluye a las diversas nacionalidades hermanas, a las personalidades demócratas patriotas que durante largo tiempo han hecho cosas de provecho para la causa do la revolución y la construcción de la patria, a las amplias masas de chinos patriotas de ultramar y conciudadanos patriotas de Hongkong y Macau, a los conciudadanos patriotas de Taiwán oprimidos y esquilmados por los reaccionarios norteamericanos y chiangkaishekistas y a todas las personas que apoyan el socialismo; y aman a nuestra patria socialista. Estamos segaros de que después de este Congreso Nacional del Partido, el pueblo de las diversas nacionalidades de nuestro país, bajo la dirección del gran líder el Presidente Mao, se unirá aún más estrechamente y se esforzará por conquistar mayores victorias en la lucha contra nuestros enemigos comunes y en la causa de la construcción ríe la poderosa patria socialista.
En 1962 el Presidente Mao dijo; “Los próximos 50 a 100 años más o menos, a partir de hoy, serán una gran época de cambio radical del sistema social en el mundo, una época que estremecerá la tierra, una época con la que ninguna época histórica anterior podrá compararse. Viviendo en ella, debemos estar listos para librar grandes luchas cuyas formas tendrán muchas características diferentes de las del pasado.”
Esta grande y perspicaz previsión del Presidente Mao ilumina nuestro camino de avance, y estimula a todos los auténticos marxistas-leninistas en su heroica lucha por la realización del gran ideal del comunismo,
!Que se una todo el Partido y se una todo el pueblo y que mantengan en alto la gran bandera roja del pensamiento Mao Tsetung sean resueltos, no teman ningún sacrificio y superen todas las dificultades para conquistar la victoria!
¡Viva el gran triunfo de la gran revolución cultural proletaria!
¡Viva la dictadura del proletariado!
¡Viva el IX Congreso Nacional del Partido!
¡Viva e! grande, glorioso y correcto Partido Comunista de China!
¡Viva el gran marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung!
¡Viva nuestro gran líder el Presidente Mao! ¡Viva, viva!