Fuente del texto: A. Kathrada, "Preface to the English
Edition", págs. 9-11 de David Kenvyn (Editor), Denis Goldberg: Freedom
Fighter and Humanist, (Johannesburgo : Liliesleaf, 2014) [ISBN
9780620614290]; reproducido en
South African History Online.
Traducción al castellano: Marxists Internet Archive (marxists.org),
mayo 2020.
Esta edición: Marxists Internet Archive (marxists.org), mayo
2020.
De las privaciones de la cárcel una muy importante es ignorancia acerca de la lucha dentro del país e internacionalmente. Por increíble que parezca, a causa de nuestro aislamiento en la Isla Robben, no sabíamos casi nada sobre nuestros camaradas blancos quienes estaban en la Prisión de Pretoria. Por ejemplo, la primera vez que me enteré de la manera en que los guardias trataban al decayente Brian Fischer fue en el libro de Hugh Lewin, Bandiet, en el cual menciona como, para aliviar el dolor de Brian, sus camaradas tuvieron que usar palos de escoba para suplir de muletas.
Huelga decir que la experiencia de cada luchador, dentro y fuera de la prisión, es única.
Por eso, la traducción de este libro escrito por treinta y un camaradas y amigos de Denis es indudablemente una valiosa adición al conocimiento, no solo acerca de Denis, sino también acerca de otros camaradas; y, más importante aún, acerca de significantes aspectos de la lucha en la que participaron sus camaradas. Haré referencia a un ejemplo importante de la informativa contribución de Sandi Sijake. Durante el Juicio de Rivonia oímos acerca del Campamento de Mamre, en el cual Denis era el comandante. Es Sandi quien explica su composición no-racial, la seguridad bajo la cual estaba organizado, y la participación de Albie Sachs, Chris Hani y otros, y mucho más. Aunque Sandi y yo estuvimos juntos en la Isla Robben por 10 de sus 15 años, no recuerdo que él haya mencionado haber conocido a Denis en tal condición.
Un gran reto que enfrentamos hoy es la ignorancia sobre el pasado, especialmente entre los jóvenes. Este libro resalta una vez más que la nuestra fue una lucha por un Sudáfrica no-racial, no-sexista, y democrático. Aunque ello está consagrado en nuestra Constitución existe la necesidad, siempre presente, de enfatizar y propagar estos conceptos. Son los cimientos sobre los cuales se yergue nuestra joven democracia.
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