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Marta Harnecker

 

 

Un pueblo liberado del contrabando de gasolina gracias a la organización popular

 

 

 


Fuente del texto: Rebelión (https://rebelion.org), quien lo publicó con el permiso de la autora bajo una licencia de Creative Commons CC BY-NC-ND 2.5 ES, 29 de marzo de 2005.
Esta edición: Marxists Internet Archive, agosto 2022.  Se publica aquí por cortesía de Michael Lebowitz y Camila Piñeiro Harnecker.


 

 

Guasdualito, a sólo 30 kilómetros de la frontera con Colombia es territorio liberado de contrabando de gasolina desde que la población se organizó para impedir esta práctica común en las zonas fronterizas entre ese país y Venezuela, debido al precio altamente subsidiado del petróleo venezolano: con el precio de un litro de gasolina en Colombia se puede llenar un tanque en Venezuela. Luis Tolosa, Director del Poder Popular de la Alcaldía del Municipio Paez y militante de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, nos narra cómo se logró este resultado en la capital del municipio Páez, en el Distrito Especial Alto Apure, la segunda ciudad más importante de de este estado, con alrededor de 70 mil habitantes y 4 estaciones de servicio.

 

Luis Tolosa: Nosotros empezamos a realizar reuniones para tratar de buscarle una salida a este flagelo. Empezamos a organizar a los consejos comunales, decidimos organizar un grupo de contralores sociales y empezamos a tomar las estaciones de servicio para hacer contraloría social, ello trajo automáticamente un rechazo por parte de los contrabandistas, por parte de un sector de la guardia nacional y por parte de la administración de las estaciones de servicio a quien también les iba muy bien porque a ellos también les quedaba su parte, digamos… El negocio es tan lucrativo que permite dejar ganancias para todos los que participan en la red del contrabando.

§ Por favor cuéntame qué pasos concretos fueron dando

-Empezamos a trabajar con los consejos comunales. Hicimos una convocatoria abierta a todos los consejos comunales del casco de Guasdualito. A una primera reunión llegaron aproximadamente unos 50 compatriotas de los comités de contraloría social de dichos consejos comunales. Allí informamos de la necesidad de controlar el combustible para acabar con el contrabando, Luego se hizo una asamblea con todos los consejos comunales que participaron -estamos hablando de aproximadamente 100 consejos comunales- . Allí se tomó la decisión de tomar las estaciones de servicio… Se hizo una convocatoria amplia y nos dividimos y nos fuimos a tomas las estaciones de servicio.

En esta acción nos apoyó también el sector transporte que era uno de los más perjudicados.

§ ¿Cómo lograron su apoyo?

-Antes de tomar las estaciones tuvimos unas reuniones con los trabajadores del sector transporte: estamos hablando de líneas de taxis, transporte público, volqueteros -que son los que llevan y traen de manera permanente material para acá para trabajar-, ya que ellos son uno de los mayores perjudicados porque para poder echar gasolina tenían que hacer unas colas inmensas y bueno ¡imagínate todo lo que perdían de tiempo y trabajo! Empezamos a contar con el apoyo de todo lo que es el sector transporte para esto.

§ ¿Fue una toma pacifica?

-Sí, una toma pacífica. Llegábamos a las estaciones de servicio y les explicábamos a los administradores y a la Guardia Nacional que nosotros íbamos a ayudar a controlar las colas en las estaciones de servicio. Se generó una confrontación no física sino verbal con los compañeros de la Guardia Nacional y eso dio paso a una reunión de las autoridades municipales y las autoridades militares y, por supuesto, estuvo presente la Defensoría del Pueblo.

§ El alcalde y los concejales del municipio ¿apoyaron la medida?

-Tres concejales -entre ellos un militante de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora. José María Romero, nos ayudaron en la toma, nos sirvieron de intermediarios para hablar con los guardias. Y también recibimos el apoyo del alcalde municipal a quien se le informó y se le participó de la acción que se iba a tomar. Una vez hecha la toma se generaron una serie de reuniones con la Defensoría del Pueblo, con las autoridades municipales, con los concejales pero también con las autoridades militares. En ellas planteábamos la necesidad que tenía el pueblo de asumir el control de las estaciones de servicio. Se hizo un acta en la Defensoría del Pueblo donde se nos otorgaba el derecho a ejercer el control de las gasolineras llevando un control del consumo de combustible por cada vehículo.

Y como las colas eran extremadamente fuertes, kilométricas, de 200 y 300 carros en cada estación de servicio -era de verdad un desorden total-, se acordó empezar a ordenar las colas por el pico y placa, es decir, por el número final de la placa: pares un día, impares otro día.

§ No debe haber sido fácil que la Guardia Nacional aceptara esa línea de trabajo…

-Eso fue bastante difícil. De hecho todavía persisten algunas dificultades con un sector de la Guardia Nacional. El otro día en una estación de servicio llegó un comando de la Guardia Nacional a tomar la estación de servicio porque supuestamente estaba de comisión, inmediatamente mandaron sacar a los compañeros de la contraloría social, pero eso generó una respuesta inmediata y en solo 20 minutos teníamos 50 personas de los consejos comunales en las estaciones de servicio. Las activamos de manera inmediata y, bueno, se generó una discusión allí, se les mostró el acta donde habíamos acordado la toma y el control de las estaciones y finalmente se solucionó la cosa.

§ ¿Qué se controla?

-Se verifica si está cumpliéndose con lo que se quedó en el acta, el pico y placa: lo que tiene que ver con el día que le corresponde comprar.

§ ¿Qué pasó con las colas?

– Yo creo que ayer tu fuiste testigo de las colas, disminuyeron en su totalidad, las únicas veces que se hace cola es cuando hay fallas de suministro: a veces una gandola se retrasa, no llega para una estación de servicio y de repente queda funcionando una sola estación y pues obviamente se hace cola. Pero se puede constatar que las colas disminuyeron casi en su totalidad, se mantienen colas pero ahora hablamos de 5 a 10 carros y no de 200 o 300.

§ Orlando Zambrano ¿fue candidato a diputado también por Guasdualito?

Sí.

§ ¿Tú crees que el buen resultado electoral que obtuvo tiene algo que ver con estas soluciones que ustedes dieron?

– Obviamente que sí. Orlando se ha ganado el respeto no solamente por estas soluciones, es diputado por la ciudad comunal. Es diputado producto de experiencias que hemos creado con carácter autónomo como son: las empresas de propiedad social, nuestro proceso de organización de los consejos comunales, las comunas, la ciudad comunal.. Hay que decirlo con mucha responsabilidad y con mucha honestidad: antes de que se hablara de comunas nosotros en Guasdualito ya estábamos organizando las comunas y ya existía una ciudad comunal. Había una cantidad de comunas que ya venían organizándose.

§ ¿Les pagan algo a esas personas que realizan esa contraloría social?

-Como esos compañeros y compañeras pasan los 7 días de la semana metidos allí controlando el suministro, era necesario pagarles algo para que pudiesen sobrevivir. Para ello empezamos a sostener reuniones con las líneas de taxis, con los transportistas y, en una asamblea pública se logró acordar que cada línea de taxi, cada empresa de transporte público, iba a hacer un aporte mensual para hacer un pote de manera de que pudiéramos sostener y mantener a los compañeros que están en las estaciones de servicios y con ello solucionamos el problema de la manutención. Más que una remuneración es una especie de estímulo, porque de verdad que es un trabajo bastante fuerte estar todo el día allí aparte de que dificultades y problemas se presentan con los diariamente contrabandistas. A veces llegan a insultar, llegan a amenazar …

§ ¿Qué hicieron frente a esas amenazas?

-Les dijimos: » Un compañero nuestro que resultase afectado o amenazado es un carro que nosotros les vamos a quemar a ustedes». Les hicimos ver que ellos iban a recibir el mismo trato que ellos nos dieran a nosotros. Aquí nosotros sabemos quienes son los contrabandistas, aquí todos se conocen. Fue así como logramos acabar con las amenazas que recibíamos de manera constante.

§ Lo que pasa es que ustedes aquí son conocidos como una fuerza organizada, porque cualquier grupo o consejo comunal que hace esto no va a poder hacer mucho si no tiene detrás una fuerza disuasiva…

-Sí, efectivamente, a nosotros el grado de organización popular que hemos alcanzado nos ha dado, pues, niveles de respeto ante la gente y frente a cualquier cosa que pasa nosotros inmediatamente recurrimos al pueblo. Los contrabandistas sabían que detrás de nuestras amenazas había un pueblo organizado que podía hacerlas cumplir y cuando vieron eso se controlaron.

Ahora nos queda un gran problema que es el que no hemos podido atacar porque tiene que atacarlo el Estado. A esto tiene que avocarse digamos ya el ministro propiamente. Aquí hay un problema: es PDVSA quien otorga los permisos.

§ ¿Los permisos para…?

-Los permisos para llenar tambores de gasolina. Se otorgan permisos a los fundos, las haciendas y los hatos para comprar en grande cantidades.

§ ¿Esa es una medida nacional?

Sí, eso es nacional, se otorga un permiso a aquellas personas que requieren, además del tanque de combustible normal, cantidades mayores, un tambor, dos tambores, o sea, estamos hablando de 200, 300 litros de combustible… Esos permisos lo otorga Energía y Minas y resulta que hemos descubierto que los otorga a gente que sencillamente no tienen fundo, no tienen hacienda. Y esto se presta para una especie de contrabando legal. Viene gente que retira por cantidades el combustible y lo venden por cantidades. Nosotros queremos que el Ministerio pueda hacer una revisión exhaustiva de todo esto y pueda coordinarse con nosotros, con nuestras contralorías sociales, ya que ellas saben perfectamente quien trabaja el campo y quien no lo trabaja… Bueno, ésta es la lucha que se mantiene.

§ ¿Las personas que asumen esa contraloría social son rotativas?

– Mensualmente se incorporan y se desincorporan y además se rotan entre las estaciones de servicio. Nunca está uno permanente en una estación, porque no estamos exentos de que puedan cometer algún error en su trabajo.

§ ¿Y alguien los controla a ellos?

-Los consejos comunales.

§ ¿Y ha pasado algún caso de en que hayan caído en malos manejos?

-Sí… Hemos expulsado a algunos que han caído y bueno… se hace una asamblea con los consejos comunales y se les informa que pasó.

§ ¿Qué aprendizaje deja esa experiencia?

Que la organización popular definitivamente genera muy buenos resultados para la revolución; que permite el control del funcionamiento del Estado, de las instituciones. Esta experiencia de la contraloría social nos demuestra que el pueblo tiene capacidad de ejercer el control sobre sus recursos. Que la única vía para la construcción del poder popular es el pueblo consciente y organizado.