Hugo Blanco

 

Informe sobre mi viaje

 


Fuente: Hugo Blanco, "Informe sobre mi viaje", 30 de mayo de 1992, en PUM, Buró Político Permanente: Directivas y Resoluciones (1991-1992).  Carpeta 2. Resolución (1991-1992), Colección Archivos del Partido Unificado Mariateguista, Centro de Documentación e Investigación (CDI) del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM), Lima - Perú.
Republicado en marxists.org: Noviembre de 2024.


 

 

 

 

INFORME SOBRE MI VIAJE

 

En vista de que el partido no conoce el informe que envié a la dirección, hago esta síntesis para conocimiento de él:

Sé que no soy una persona aislada, soy miembro de un partido y sé que las decisiones que tome, por muy buenas que estas sean, deben ser tomadas colectivamente. Es cierto que, de haber esperado que esto se produzca, si se producía, hubiera sido demasiado tarde, perdiéndose el momento propicio. Pero también es cierto que el partido tiene sus normas de funcionamiento que hay que respetarlas. Estoy conciente de haberlas incumplido y me muestro completamente dispuesto a aceptar las sanciones que se me dé.

En todo momento el partido sabía dónde estaba, qué hacía y cómo ubicarme.

El objetivo político de mi veloz gira se hubiera cumplido mucho mejor si el partido me hubiera mantenido tan informado como lo estaba Javier.

Paso a relatar los hechos:

En mi experiencia está el haber vivido golpes sangrientos desde un comienzo en Argentina y Chile. En un comienzo pensé que éste seria así; como había sufrido amenazas de muerte, creí que era mi necesidad y mi deber ponerme bajo protección, como no podía objetivamente contar con el partido para ello, por razones conocidas por todos, opté por refugiarme en una sede diplomática, pensando comunicarme desde ahí adentro con el partido; esto no se pudo hacer, no se me permitid).

A los dos días me di cuenta del error de apreciación, este no era un golpe fuerte y no había por el momento, necesidad de esconderse.

Calculé las posibilidades que tenía de actividad política ninguna [sic] y comprendí que en el Perú prácticamente ninguna, pues las masas no se iban a movilizar para defender al parlamento burgués. En el exterior sí podía hacer mucho, pues, a diferencia de lo que pasa en el país, en el extranjero sí, la prensa me da importancia. Además, otra cosa que sé por la larqa militancia que tengo en el trabajo de solidaridad desde el exterior, los acontecimientos se deben aprovechar en caliente, pues pasado el momento, lo que suceda en el Perú ya no importa a nadie, ni a la prensa. Esta mi apreciación me llevó a que concluyera que mucho más podía hacer en ese momento afuera que adentro.

Además tenía otra necesidad apremiante de salir, ésta era de tipo familiar; como probablemente sucede con cualquier padre normal, pensando en ese momento que en las presentes circunstancias es poco probable quedar con vida, sentí la urgente ansiedad de ver a mis hijos, y sucede que mis seis hijos viven en el exterior. Esta necesidad mía, ahora ha sido colmada, he estado con cinco de mis seis hijos y la sexta viene el próximo mes; ya no estoy angustiado y esto me hace bien para poder militar con tranqui1idad.

Sabía que el gobierno había prohibido la salida de los parlamentarios y por lo tanto la única forma de salir era como refugiado, además el gobierno exigía la entrega del pasaporte diplomático con lo cual supuestamente yo no podía moverme de Mexico. Pedí asilo y entregué mi pasaporte diplomático sin problemas, pues tenía un pasaporte anterior que era válido y con el cual hice la gira por Europa.

Una vez en México pedí que se me retirara el asilo y que se me considerara un visitante cualquiera. Mientras los tramites se hacían di una conferencia exitosa que fue cubierta por prácticamente toda la prensa mexicana. Posteriormente viajé a Europa. Un informe detallado de esas tres semanas sería muy extenso, por lo tanto sólo haré una síntesis.

Estuve en Suecia, Francia, Alemania, Bélgica y Dinamarca. En esos países mi tarea fue: Dar charlas públicas sobre la situación peruana. Dar conferencias de prensa. Dar entrevistas a periódicos, revistas y emisoras. Evaluar con 'los grupos de solidaridad con el Perú cómo debe realizarse su trabajo y coordinación en esas circunstancias. Exponer nuestros puntos de vista a la cancillería sueca y a parlamentarios de Suecia y Francia, así como a miembros de la dirección de las centrales obreras. Sin embargo, en los dos lugares en que existe Pum en Europa no pude hablar porque el partido se hubiera sentido ofendido si lo hacía. Son paradojas de la vida política.

En síntesis, estoy satisfecho por los resultados de mi viaje, logré mucho en muy poco tiempo, como era de prever por las circunstancias del momento. Con frecuencia soy invitado a ir al exterior, pero ninqún viaje fue más fructífero que éste.

He cumplido pues a satisfacción con mis propósitos políticos y personales.

Al regresar me encontré con un elemento que anteriormente no supe ver. Que los camaradas de base esperaban otra actitud de mí y que tomaron mi viaje como una traición, es doloroso para mí haber causado, involuntariamente, esa sensación, espero que cuando me vean militar, despejen poco a poco esa idea de su cabeza.

Hugo Blanco

Lima, 30 de mayo de 1992.