Fuente: Huglo Blanco Galdós. "Libertades
democráticas",
Amauta, N° 206, 10 mayo 1979 (Lima), página 10.
Publicado en marxists.org: Septiembre de 2024.
Cuando las masas comienzan a superar la concepción simplemente economicista de sus luchas; cuando comienzan a practicar luchas conjuntas de todos los sectores explotados contra el enemigo común; cuando comienzan a ver sus propios combates como lucha política hacia la toma del poder, uno de los campos importantes es la lucha por las libertades democráticas.
La burguesía es una clase que subió al poder enarbolando la bandera de las libertades democráticas y arrastrando tras de sí a las capas más pobres del mundo que buscaban esa democracia.
¿Qué pasa ahora? Que esa burguesía es cada vez más incapaz de ser democrática. La miseria en que están hundidas las masas debido al gobierno irracional do la clase capitalista, hace que los sectores explotados denuncien los diversos aspectos de la incapacidad burguesa en el gobierno y tiendan a tomar ellos mismos sus asuntos en sus propias manos desplazando del poder a la burguesía. Esto es más claro en países semi-coloniales en fuerte crisis, como es el caso del Perú hoy. Por eso es que para la burguesía sería un suicidio ser consecuentemente democrática.
La tarea de los revolucionarios en este campo es reavivar los anhelos democráticos de las masas; impulsar y organizar sus luchas por conseguir y defender estos derechos que la burguesía pregona pero que en la práctica niega.
Si la burguesía cede para aplacar a las masas, ocuparemos ese terreno que nos corresponde; cuando los explotadores nos lo vuelvan a quitar, volveremos a denunciar su hipocresía y lucharemos por la reconquista de nuestros derechos.
Debemos “coger la palabra” como dice Lenin, a esa burguesía demagoga que se llena la boca hablando de democracia, exigir que esa democracia no sea solo pala-bras, que sea una realidad.
El derecho a la vida, la libertad de prensa, de reunión, la libertad de acción de los partidos políticos, el derecho de huelga; el derecho a que las elecciones sean completamente libres, sin las ata-duras antidemocráticas que la burguesía les pone. Todas estas reivindicaciones ponen contra la pared a la burguesía.
Con nuestra lucha por estas reivindicaciones el pueblo verá que no solo la dictadura es antidemocrática. Restregándoles sus propias palabras en la cara, haremos que caiga el maquillaje democrático del PPC; del Apra, de A.P. Haremos que los sectores de las masas que votaron por ellos y que todavía los siguen creyéndolos demócratas, los dejen por antidemocráticos, por enemigos mortales de la democracia. Mostraremos que los revolucionarios si, somos demócratas consecuentes, porque representamos los intereses de la mayoría explotada y queremos que esta tome su destino en sus propias manos
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